Capítulo 9

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Geoffrey es quien más responde a la
chica que sigue sentada a centímetros de nosotros, en realidad le dejo todo a él ya que al parecer sabe inventar mucho más rápido que yo. De todo lo que dice el 0.5% es correcto y el resto no sé cómo pero le queda muy buena la actuación.

Nunca deseé tanto que la chica de por finalizada toda esta farsa, hasta ahora. Y cuando lo hace, me levanto rápidamente con la intención de seguir al chico que viste de color rojo. Me siento un poco nerviosa y decepcionada a la vez ya que en todo el rato que estuve sentada Alejandro no me miró.

—¿A dónde vas? —pregunta Geoffrey alcanzándome.

—¡No te importa! —exclamo y al ver que me sigue dejo de caminar—. Voy al baño ¿o también me acompañarás?

—No tardes —es lo único que dice antes de retroceder.

Alejandro se adentra a un pasillo con muchas puertas, entra en la tercera y miro a ambos lados antes de entrar también. Está de espaldas, enrollando un par de cables y visualizando algo en una gran pantalla.

Mi corazón late muy rápido, y ya conozco muy bien la sensación de estar a su lado.

—Alejandro —mi voz suena un poco infantil pero es gracias a los nervios.

—Hey —saluda pero no da la vuelta. Deja el rollo de cable a un lado y enciende las otras pantallas—. ¿Bustamante te dijo el nuevo horario?

—No sé quién es Bustamante, ni de qué horario hablas. ¿Cómo has estado?

Finalmente voltea y al verme la sonrisa que tenía desaparece. Me observa de pie a cabeza haciéndome poner más nerviosa.

—¿Te conozco? —y eso me duele, más cuando lo conozco muy bien como para saber que no está fingiendo.

Realmente no me reconoce.

—¿La escuela, los globos y la caída en la primera cita, no te dice nada?

Bajo la mirada al recordar todos esos momentos junto a él.

—Patricia —susurra—, Patricia... estás tan diferente. Te ves más... —fija sus ojos en los míos.

—Alejandro —suspiro—, tú también estás tan diferente...

—¿Cómo has estado?

—Muy bien, después de todo, bien.

—¿Qué haces aquí?

En este momento el vídeo de la entrevista de hace unos minutos aparece en aquella pantalla. Todo se ve real, Geoffrey y yo nos vemos como una pareja feliz pero la realidad detrás de cámara es otra.

—Felicidades —no aparta sus ojos del televisor—. Después de todo eres feliz.

—No tan feliz —trago saliva antes de decir lo próximo.

No quiero más mentiras y mucho menos decirle a él que estoy muy feliz por mi próximo matrimonio. Se trata de Alejandro, mi amor de siempre.

—¿Por qué te fuiste? —las imágenes de ese día llegan a mi mente y me siento idiota una vez más.

Las horas esperándolo, los regalos que tenía para él, el saber que lo tenía a kilómetros, todo fue muy duro en ese entonces. Aún lo sigue siendo pero no ha dolido tanto, a veces lo recuerdo y le doy vuelta al asunto pero no lo expreso para restarle importancia. Ahora que lo he vuelto a ver, siento como si el tiempo no hubiese pasado.

—Yo... tu... —intenta decir.

Pasa ambas manos por su rostro y se acerca un poco.

—Patricia —volteo los ojos al escuchar a Geoffrey.

¿No puede ser más inoportuno? 

—Estoy ocupada —le digo sin alejarme de Alejandro.

Siento como mi pecho se contrae y el respirar se me dificulta. Inhalo y exhalo pero es inútil porque siento que mis pulmones no pueden expulsar el aire.

—¿Estás bien? —pregunta Geoffrey.

Mi cuello comienza a picar, todo está irritándome y deseo salir corriendo pero necesito escuchar a Alejandro.

—Patricia, inhala y exhala ¿de acuerdo?

—¿Por qué, Alejandro? —cuestiono con dificultad.

—Escúchame —se apoya en mis hombros y su cercanía logra ponerme peor.

—¿Patricia? Debemos irnos ya. El tiempo aquí ha terminado, vamos.

—No me iré.

—Patricia, vamos —intenta sacarme.

—¡Suéltala! —interviene Alejandro. Acuna mis mejillas entre sus manos y susurra algo que no soy capaz de entender—. Inhala y exhala...

—¿Qué tanto drama? Ella no está haciendo yoga ahora mismo.

—Cállate. Es indicio de asma ¿o no sabías que tu futura esposa es asmática?

—¿Qué?

Y sí, ¿todo esto puede considerarse asma emocional?

El Arte del Destino (Prince Royce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora