Querido mío
Tócame, besame.
Hazme sentir tuya.
Acaríciame, ámame.
Como en un pasado.
Tómame, en cuerpo y alma.
Besa las cicatrices, envuelve entre tus brazos.
Gran mentira, los cuentos de hadas.
No hay "felices para siempre"
Vaya mentira
Tómame, besame.
No la llames a ella,
me tienes y te tengo.
Besame y acaríciame
Pronuncia mi nombre, mas no el de ella.Sin lograr conciliar el sueño en toda la noche, me mantuve encerrada en el baño, con el cuerpo aun desnudo, y los rastros de lagrimas en mis pómulos.
He escuchado la puerta después de haberlo hecho. ¿Acaso pretendes buscarla, Tom Kaulitz?
¡Vaya cinismo de tu parte!
Deseaba morir en este preciso instante, presa de los recuerdos del pasado, donde todo era tan hermoso y perfecto. ¡Maldita ilusión de la vida!
Eran las 6 de la mañana, cuando le escuche llegar, antes de encerrarse en la habitación, donde ambos compartimos el éxtasis. Supongo que yo no le sacie lo suficiente, por lo que opto por ir en busca de aquella mujer, quien se había encargado de destruir mi burbuja de cristal.
Cerré los ojos con fuerza, derramando la ultima lagrima provocada por Tom...
Levantarme de los fríos azulejos represento un pesado esfuerzo, pues mis piernas se habían dormido por la mala posición en la que me encontré gran parte de la noche. Ni siquiera había sentido aquel hormigueo. Que lastima doy.
Con dificultad llegue hasta la habitación, encaminándome a las prominentes puertas del closet. en el interior pude percibir un par de trajes de Tom, sin contar las innumerables camisas y corbatas. Tenia tantos deseos de sacar todo y destruirlo... algo inútil e innecesario. Una perdida de tiempo, al fin y al cabo.
Me sentía Rota, como una muñeca usada y maltratada; abandonada en cuanto el propietario se aburrió de ella. Desechada como algo insignificante, al fondo de un contenedor de basura, junto a recuerdos y promesas. Todo vacío, sin valor.
Saque del closet mi pijama, uno cómodo y muy cálido. Mi cuerpo estaba terriblemente helado, y solo deseaba el calor de mis sabanas.
Contemple la cama matrimonial durante un par de minutos, recordando aquellas noches en donde mi cuerpo y el suyo se fundieron en uno mismo, y mas de una palabra amorosa salia de sus labios.
Antes de acostarme, tome la almohada de Tom. La mire, y termine dejándola caer al piso. Me envolví entre las cálidas mantas, esperando elevar mi temperatura. El castañeo de mis dientes comenzaba a enloquecerme.
Lo único que escuchaba era el movimiento de las manecillas del reloj, y de algún modo el sonido me arrullaba.
Solo el comienzo.
-¡Mami, despierta! -Un par de manitas removían mi cuerpo con insistencia, mientras aquella dulce voz inundaba la habitación. Abrí los ojos lentamente, encontrándome con aquel par de ojos caramelo, similares a los de su padre. Me incorpore, sintiendo un horrible dolor en todo mi cuerpo, en especial mi cabeza. Sentía un dolor punzante, algo insoportable, por lo que volví a recostarme.
-Toma esta pastilla. -Levante mi mirada, fijándola en el apuesto hombre frente a mi, quien me extendía un vaso de agua y un par de pastillas. Negué con la cabeza, empujando su mano para apartarla de mi.
-No puedo tomar las pastillas. -La mirada de Tom me resultaba de lo mas repugnante, y a la vez tan hermosa. Era mi perdición, y mi único sostén en estos momentos, en donde me sentía tan vulnerable.
¡Reprime tus sentimientos!
-Steve, baja a comer el refrigerio. Tengo que charlar con mamá sobre nuestras próximas vacaciones. -Los ojos de mi pequeño hijo se iluminaron, antes de que este saltara de la cama, con una enorme sonrisa en sus labios. Él seguramente le había preparado su famosa y horripilante pasta. Sigo sin entender el como a mi hijo le gusta esa porquería.
Nuestras miradas se cruzaron, y la tensión en la habitación comenzó a ser mas densa. Él se mordía el labio con nerviosismo, y en aquellos ojos chocolate logre percibir arrepentimiento y dolor.
-¿Tienes algo que decirme, Lana?
-No puedo tomar las pastillas...
-Por eso mismo he traído el té. Investigue en internet que es bueno para la gripe. y no le hace daño al feto.
-Veo que ya lo sabes. -Sonreí con tristeza. Jamas pensé llegar a esto con Tom, donde a ambos nos resultara difícil intercambiar palabras. Sin embargo, la situación era distinta, pues yo estaba embarazada. -¿Cómo te enteraste de ello?
-Grace... me lo comento en el hospital. -Solté un suspiro pesado, cerrando los ojos con fuerza. Me sentía débil por la somnolencia, y la gripe no era de gran ayuda. Esa Grace era una entrometida. Sabía que no era buena idea el visitar el hospital donde su madre trabajaba, consiente de la actividad favorita de ésta. El Cotilleo.
-Grace no tenía que abrir la boca...
-¿No pensabas decirme?
-¿Para que?, ¿Para hacerte sentir obligado en corresponderme? -Me miro con desdén, empuñando sus manos, a tal punto que estas comenzaban a perder color ante la fuerza ejercida.
-Te equivocas...
-¿Por que?, ¿Acaso te hubieras compadecido de tu pobre mujer? -Una sonrisa se formo en mis labios, tratando de no reír.
-Las cosas hubieran cambiado de ser así.
-¿En que aspecto, Tom?, ¿Hubieras dejado a tu amante solo por algo tan insignificante para ti?
-No digas estupideces.
-¿Por eso te acostaste conmigo? o ¿Estabas celoso de David?
-No seas absurda.
-Tu no seas tan cretino.
-Trato de arreglar las cosas entre nosotros, y tu no dejas de comportarte como una niña caprichosa.
-El estar molesta contigo por haberte acostado con otra, no lo considero un berrinche o capricho, Tom Kaulitz.
-¡Con una mierda!
-No grites, que Steve pude escucharnos. -Me incorpore, buscando en la mesita de noche mis gafas. Me las coloque, empujándolas con el dedo para acomodarlas. -Deja de ser tan egoísta.
-La he dejado, si ello te estas preguntando. -Levante la mirada, incrustandola nuevamente en su semblante. -Todo entre ella y yo se ha terminado...
-¿Qué?
-Le he dejado las cosas claras a Lim. Yo no podía continuar con esa aventura. Pierdo mas de lo que gano...
Negué con la cabeza, emitiendo una tenue risa. Tom me miro con desconcierto, quedando en medio de la habitación, petrificado ante mi reacción. ¡Oh, pobre zorra!
-Dios Santo, mas cínico no puedes ser.
-Te he dicho que se ha terminado.
-Me importa un rábano. Por mi podrías continuar revolcándote con esa zorra. Mira que no tengo inconveniente en ello, pues el divorcio es inevitable.
-No quiero el divorcio.
Levante los brazos al aire, sin dejar de sonreír con burla. -Pero su tu mismo me lo haz pedido.
-Pero no lo quiero.
-Lastima Tom, por que yo si quiero el divorcio. -Me volví a recostar, cerrando los ojos, y tratando de conciliar mi sueño interrumpido. -Cierra la puerta antes de marcharte. Dile a Steve que mañana lo llevare a sus entrenamientos. Mientras tanto, encárgate tu de ello.
La habitación quedo en absoluto silencio, pero estaba segura que Tom continuaba en la habitación. Me esforcé en contener las lagrimas, pues ya comenzaba a hartarme de todo éste drama.
Fue en ese momento en que el colchón de hundió, por lo que me vi obligada a abrir los ojos. Tom estaba sobre mi, fijando manos y piernas a los costados de mi cuerpo. Su mirada denotaba la misma obscuridad de la otra noche, cuando era presa de su furia contenida. Oh, es tan hermoso.
-¿Se te ofrece algo?
-Mírame a la cara y dime que ya no sientes nada por mi. -Enarque las cejas, como diciendo "¿Hablas enserio?" -La noche anterior me basto para entender con quien deseo estar.
-A mi me basto para percatarme de algo. -Me incorpore lentamente, quedando a escasos centímetros de sus labios. Nuevamente sentí aquella enorme tentación de besarlo, pero eso me haría caer mas bajo. -Lo poco que ahora significas para mi.
-¿Podrías mentir mejor?, esa basura ni tu la crees.
-Bueno, ya está en ti el pensar lo que gustes. -Me volví a recostar, cerrando los ojos. Sentía su cuerpo sobre el mio, pero no pretendía darle demasiada importancia... ya no.
-¿Cuantos meses de embarazo tienes?
-Mira el diagnostico por ti mismo, y déjame en paz. -Dicho esto, me dispuse a dormir, perdiendo la conciencia en un par de minutos.Me desperté, ya sin los síntomas de la gripe. Todo se encontraba envuelto en la penumbra, y la escasa luz de la luna se filtraba por las cortinas. Me gire, a aquella zona desocupada, donde antes mi esposo dormía...¡Y vaya sorpresa me he llevado, al encontralo dormido junto a mi!
Me gire, contemplando sus bellas facciones. Era tan hermoso y angelical, provocando ternura a todo aquel que le llegara a mirar en aquellas inofensivas condiciones. -Oh Tom, no sufrirás ni la cuarta parte de lo que yo... pero si espero que lo hagas. -Sin pensármelo dos veces, me incline a su rostro, rozando mis labios con los suyos. Se removió un poco, por lo que me aparte de él.
-Lana...Se que es corto el capitulo, pero es lo mas que puedo hacer en esta computadora. ¡Pregunta!
¿Que es lo que mas disfrutan al leer una fan fic?
Yo disfruto el primer encuentro... siento que ello define el destino de los personajes. Por ejemplo: Si es algo sexual, ya me hago una idea... claro, también esta la creatividad para los títulos.
En fin. Comenten que les 'pareció el capitulo.
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Querido Mío- Tokio hotel -Primera parte
RomanceMi matrimonio nunca fue de ensueño, pero solo ahora soy consciente de lo prescindible que soy. Mi esposo no me ama, mi hijo me detesta, y no hay día en que no me arrepienta de mi elección. Me siento al borde, y no hay nadie quien me sostenga. En ed...