Querido mío
- ¡¿Georg Listing?! Debes de estarme jodiendo mujer. -Luisa había gritado tan alto. Que estaba segura en que me había destrozado el tímpano. - ¿Tu primer amor?, ¿El mismo Georg Listing que te gustaba en la secundaria?
- ¿Podrías no ser tan escandalosa? -Me ruborice, arrepintiéndome de haberle contado sobre Georg y nuestro encuentro en la cafetería. Ahora me resultaba una mala idea el haber aceptado ser su pareja en la boda de su ex novia. ¡Maldición! ¡¿Qué dirá Tom?! -No debí haberte contado sobre ello. Es más, no estoy muy segura de ir.
- ¡No digas idioteces, Lana! Esta es la oportunidad perfecta. ¡Por Dios! ¡Estamos hablando de Georg Hagen Moritz Listing, la sabrosura de la secundaria!
-Sabía que no debí haberte contado sobre ello. Además, le diré que no, así que no te hagas ideas raras.
- ¡No seas estúpida, Lana! -Entorne los ojos, ignorando sus continuos insultos. Ahí vamos otra vez. -Esta es la oportunidad perfecta para devolverle la jugada a Tom. ¡Es perfecto, maldita sea!
-No pretendo usar a Georg para algo tan sucio y ruin. Además, no pretendo tener el mismo comportamiento de Tom. No deseo tener un amante como Tom... además de que dudo interesarle a Georg de esa manera.
- ¡Hola! ¡Despierta! No a cualquiera se le puede pedir ser acompañante a un evento donde estarán muchos conocidos. ¡Reacciona Lana, que Georg siempre quiso que tu fueras la mujer que le quitara la virginidad!
- ¡Cállate!
-No me lo puedes negar, Lana. A Georg siempre le gustaste en la secundaria, solo que él era tímido, y tu una idiota al no notarlo. ¡Es perfecto! Él está divorciado, y tú lo estarás dentro de poco.
La nostalgia volvió tras las palabras de Luisa. Si, en efecto, Tom y yo nos divorciaríamos en cuanto los papeles estuvieran listos. No hacía falta ningún tipo de trámite, pues Tom ya había iniciado el proceso mes y medio atrás. El estarme divorciando de Tom, no implicaba el que buscaría pareja tan desesperadamente. Tenía que ver por dos niños: uno de 7 y otro que estaba en camino.
-El que me este por divorciar, no implica que estaré de loca. Mi hijo es muy pequeño como para tener una experiencia tan traumática. Además, como ya lo he dicho, Georg no está interesado en mi de esa forma. Solo somos viejos amigos...
- ¡Ay por favor! ¡Solo un idiota no de daría cuenta de lo que puede pasar entre ustedes dos! -Solté un suspiro pesado. No, con Luisa no se puede tener una conversación normal. - Lana, es como si a un vagabundo se le encerrara en una habitación con un enorme banquete. ¡Tarde o temprano caerá en la tentación!
- ¿Y eso que tiene que ver con Georg y conmigo?
- ¡Que el hambriento es Georg, y tú el delicioso banquete! ¡Tarde o temprano terminara en la cama!
- ¡No digas tonterías, Luisa! -Le reprendí, agitando mi mano para darme un poco de aire. Luisa y sus perversiones. -Eso es imposible.
-Lana, el tipo te tiene ganas desde la secundaria. Estaba perdidamente enamorado de ti, que apuesto a que tenía sueños húmedos contigo. ¡Por favor! ¡Está más que claro que los sentimientos resurgirán!
-Eres una cerda.
-Y tu una mojigata estirada, pero ya me acostumbré a ello. -Negué con la cabeza, dejándome caer en el sofá de la sala de estar. Faltaban dos horas para ir a recoger a Steve a los entrenamientos de soccer. -Vamos Lana, tienes que hacerlo.
- ¿Por qué siento que eres como ese diablillo que aparece sobre el hombro en las caricaturas?
-Porque soy el Diablo. Solo piénsalo Lana, y no te sientas mal por Tom al ir a una boda con un AMIGO, que conociste en el pasado. No tiene por qué molestarse, ni tu preocuparte. Si tu intención es mantener un límite con Georg, no tienes por qué apartarte. Ambos fueron buenos amigos en el pasado, sin tomar en cuenta la fuerte atracción que sentían el uno por el otro. No tiene nada de malo ser amigos, siempre y cuando ustedes mantengan definida la palabra amistad. Nada de coqueteos, cariñitos, que después se vuelven besos... y ya sabemos dónde termina todo.
- ¿Cómo podría hacer algo así, si el único hombre con el que he estado es Tom?
-Cariño, con el amor y la pasión no se juega. Donde hubo fuego, cenizas quedan; y, lo que hubo entre Georg y tú, fue un incendio forestal.
-Nunca salimos...
-Pero ambos se gustaban. Y, lamento decirlo, pero Georg te gustaba mucho más que Tom, tanto que incluso te costó el que te dejara de gustar.
El resto de la tarde me la pase meditando sobre lo sucedido en la tarde. Mi conversación con Luisa no había servido en lo absoluto, por lo que necesitaba del consejo de una persona más razonable. Hacer la cena no me tomo más que 45 minutos, y la madre de Walter había llamado para saber si le daba permiso a Steve para quedarse en su casa a dormir.
Tome mi abrigo, consciente de que Tom no llegaría sino hasta más tarde. "Seguro esta con la zorra esa", fue lo que pensé, tras verle cruzar por el umbral esta mañana.
Tome un taxi, y le indique la dirección de Grace. Habíamos hablado por teléfono, pero necesitaba hablar con ella en persona. Después de todo, Tom era su futuro cuñado.
El taxi se detuvo frente a aquel enorme edificio de tabique rojo, donde ya había estado anteriormente. Descendí del vehículo, pagándole al taxista por sus servicios. Saque mi móvil del bolso, mandándole un mensaje a Grace. Justo en ese momento, un delgado y frágil cuerpo choco contra mí. La joven morena, de hermosas facciones y cuerpo envidiable, rápidamente se disculpó. Yo me limite a sonreírle, asintiendo ligeramente con la cabeza.
- ¡Eliam! ¡Ven aquí enana del demonio! -Un joven le llamo, con una sonrisa traviesa en su rostro. Era dos jóvenes apuestos, con cabello negro como la noche, y una belleza sublime. Sus rostros eran similares, a excepción de que la chica poseía rasgos finos, y el rostro del joven era mucho más tosco y viril.
-De verdad lo siento.
-No hay cuidado, cariño. -Me regalo otra de sus radiantes sonrisas, antes de correr tras de los automóviles, mientras que aquel muchacho la perseguía.
Grace salió enseguida, dedicándoles una mirada mordaz a aquellos jóvenes. Probablemente no le agradaban, y por ello la hostilidad que fácilmente denotaba.
Camine tras ella silenciosamente. Estaba muy avergonzada con la confesión que estaba por hacerle, y solo deseaba el que no me juzgara por mis actos con Georg del otro día. En cuanto llegamos a su habitación, rápidamente sentí el como un agradable calor envolvía mis músculos entumecidos por el frio. Me ofreció una taza de té, el cual, gustosa acepte. Mire a mi alrededor, notando los nuevos cambios. Grace había colocado un nuevo papel tapiz, que encajaba perfectamente con los hermosos muebles de madera. El lugar, muy a pesar de ser un espacio sumamente reducido, denotaba elegancia y comodidad. Grace tenía un exquisito gusto para diseño de interiores, por lo que en más de una ocasión la contrate para arreglar mi sala de estar y habitación principal.
-Se ve hermoso tu apartamento.
-Gracias. La verdad es que me costó un poco de trabajo el encontrar el papel tapiz. -Grace se sentó en el sofá frente al mío, con una taza de café entre sus manos. -Luces muy linda. Haz bajado bastante de peso, y esa blusa te queda preciosa.
-Gracias...
El silencio incomodo se formó, hasta que Grace decidió romperlo, tocando el punto sin tacto alguno. - ¿Qué harás ahora?, perdóname si te digo esto... pero no estoy de acuerdo en la estrategia de tu prima. Está bien que Tom merece pagar por el daño que te causo, pero no creo que el salir con otro sea la solución.
-Lo sé perfectamente, Grace...
- ¿De verdad se van a divorciar Tom y tú? -Cabizbaja asentí con la cabeza, tratando de no llorar. Últimamente lo hacía muy a menudo, y eso denotaba lo débil y patética que en realidad era.
-Me resulta imposible el olvidarlo todo... más cuanto Tom está enamorado de aquella chica. Yo no puedo atarle, cuando el ansia su libertad para estar con esa mujer. Creo que es lo mejor...
- ¡No! -Grace dejo la taza de café sobre la cómoda, con tal fuerza que provoco un sonoro estruendo. - ¿De verdad le dejaras el camino libre a esa zorra, cuanto tu llevas años cuidando de Tom? Lo siento Lana, pero no estoy de acuerdo...
-Grace... ¿Qué harías si Bill te pidiera terminar?
-No lo permitiría...
- ¿Qué harías si él asegura ya no amarte?, ¿Qué harías si comenzara evitarte y dejara de tocarte o besarte?, ¿Qué harías tu si estuvieras en mi situación, sabiendo que el hombre al que amas esta perdidamente enamorado de otra?
-Lana...
-No sabes cuan doloroso es esto para mi... y sé que el salir con Georg no ayudara de nada. Se cuáles son tus posturas, y que eres una persona justa y de buenos modales. Sé que no estás de acuerdo con mis actos, y que he venido aquí por una segunda opinión sobre Georg. Sabes perfectamente mi historia con él, y lo mucho que lo ame en un pasado, antes de conocer a Tom y decidirme por él. Sabes mis sentimientos por Tom, y todo con respecto a nuestra familia... por ello, necesito que me des tu más sincera opinión. -Grace se mordió el labio inferior, sin emitir una sola palabra durante más de 15 minutos. Yo aguardaba pacientemente su respuesta, bebiendo el contenido de mi taza. Finalmente, Grace respondió.
-Lo que yo opine está de más. Es tu vida, Lana; yo no puedo decirte que está bien o que está mal, porque depende bastante de lo que tú quieras o pienses.
-Lo se...
-Si te soy sincera, y por muy difícil que me resulte decir esto... Acepta la invitación de Georg, y dale una lección a Tom. Si él te ama realmente, se pondrá celoso, para finalmente ver sus errores y enmendarlos. Lo que mi cuñado necesita es una probada de su propio chocolate, aun si tus intenciones con Georg sean otras.
"Tu historia con ese chico es hermosa y conmovedora... pero ahora estás casada, con un hijo de 7 años y otro en camino. Piensa en que es mejor para todos, tanto para tus hijos, como para Tom y tú. Si Georg aun te ama, sabrá entender tus sentimientos. Pero, si tú eliges a ese chico, Tom tendrá que entender. Te tuvo, pero te dejo ir.
- ¿Entonces?
-Ve a esa boda con Georg, y aclara tus propios sentimientos. Si ese chico te hizo duda, significa que aun tienes sentimientos por él.
- ¿Qué me aconsejas?
-Mantener una distancia prudente por el momento. Ya en la boda trata de aclarar tus ideas, y elige. Mientras tanto, y para que no le des demasiadas vueltas al asunto, consigue un trabajo de medio tiempo, que no afecte a tu hijo o a tus deberes como madre y esposa. Trata de distraerte, y libera es estrés con algún deporte. Y, cada que te encuentres con alguno de los dos, trata de analizar tu comportamiento.
- ¿Qué hago con Tom?
-Compórtate como normalmente lo haces, de lo contrario, Tom sospechará.
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Querido Mío- Tokio hotel -Primera parte
RomantizmMi matrimonio nunca fue de ensueño, pero solo ahora soy consciente de lo prescindible que soy. Mi esposo no me ama, mi hijo me detesta, y no hay día en que no me arrepienta de mi elección. Me siento al borde, y no hay nadie quien me sostenga. En ed...