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La cara de Dante estaba distinta, Mia lo podía notar, no era el semblante serio, arrogante y que tanto le atraía a ella, desde que su madre llamo en la mañana lo noto algo nervioso, aunque tal vez era el hecho de presentarle a su familia a ella misma como su pareja, no era como las ex novias de Dante, eso era obvio.Dante parecía muy reservado en estos asuntos, pero su madre era bastante cariñosa con el, era obvio que su padre debería ser lo contrario; su instinto de superioridad y necesidad de control en todo momento era notable, tal vez careció de su cariño o quizá solo quiere superarlo en alguna forma. Dominik era el nombre del dichoso hombre y dueño de la fortuna D'antonio, su nuevo suegro por decirlo así. Se lo notaba esbelto como Enzo, y por lo poco que se podía ver tenía canas en una cabellera azabache.
El mismo estaba sentado en un sofá individual, leyendo el diario con su vista fundida en las hojas, al lado de él había un perro no tan grande pero tampoco tan pequeño, quizá era de esos que se empleaban para cazar animales agiles como conejos y liebres. Mia recordaba que su padre solía tener perros de caza en el campo, no dejaba acercárseles porque tenia la creencia de que al recibir cariño los animales dejarían de obedecerles.
-Buenos días, papa- dijo Dante en un semblante serio, aunque pensándolo ben solo estaba siendo distante, algo normal en él.
El hombre no levantó la vista, ni siquiera se inmutó por la presencia de Mia en la sala, por otro lado, la atención de Mia se vio acaparada por Enzo que bajaba con un jogging gris y una musculosa de gimnasio blanca, bastante casual pero se podía notar el cuerpo trabajado que tenía; a pesar de que su cuerpo no le llegaba ni a los talones al italiano que la traía hecha una fiera, él no tenía tatuajes y no era ni tan alto ni tan musculoso como Dante, era mas bien delgado y de contextura esbelta.
-Padre, podrías siquiera molestarte en mirarme
-Buenos días Mia- la voz dulce de Enzo se llevo consigo el ambiente tenso que se estaba cocinando justo entre ellos tres -Que te pareció la casa?
-Esto es increíble- Escucho decir a Dante entre dientes
Pero cuando Mia estaba por responder, Dante se adelantó a todos y a cualquier coa que pudiesen decir, tomo de la mano a Mia y salió por la puerta corrediza que estaba en la misma sala. Ella dio una ultima mirada hacia atrás buscando una explicación pero solo se encontró con unos ojos azules que le resultaban familiares mirándola directamente en su interior.
Mia no entendía nada, la fuerza de Dante era el triple de la de ella por lo que no e gastaría en frenarlo.
-DANTE! - La voz de Alessa sonó en toda la casa, pero a pesar de esa advertencia él no paró. Tampoco lo hizo luego de que Enzo tratara de frenarlo, nada pararía a Dante por nada del mundo, era indomable.
-Ey... Dante, cariño que sucede? porque estas así?- Esto lo dijo en un tono suave, tratando de apaciguarlo de alguna manera
-No lo viste Mia? en serio no lo notaste?
-Notar que? hice algo malo?
-No cara, tu nunca haces nada malo, es mi padre- comenzó a decir Dante a la vez que paraba en la sombra del nogal - Ni siquiera volteo a vernos, nunca esta conforme con nada
Mia no dijo nada, era verdad lo que intuía al comienzo
-Quizá sea yo Dante...
-¿Como puedes ser tu si ni siquiera dijiste una palabra?
El silencio reino entre ellos dos hasta que un suspiro de él lo cortó- Mia, mírame
Pero ella no levantaba la mirada por nada del mundo, por lo que, el lo hizo sin problema, su mano era mas grande que su rostro así que con dos dedos debajo de su barbilla era suficiente- Que me mires cara- Y los ojos oscuros de Dante la perforaron, estos no eran azules como los de su padre, eran mas bien negros como la noche- Quiero que sepas, que nada ni nadie, inclusive ni mi familia, podrán hacer que deje de quererte, entendiste?- Mia acepto con un movimiento pero Dante se adelantó a abrazarla; la tomo por los hombros y la estrujo contra su cuerpo.
El olor y el semblante seductor del perfume de Dante entraron por cada pensamiento de Mia, ese aroma la volvía loca, como podía un simple aroma excitarla? la respuesta era fácil, no era el exquisito perfume ni el semblante dominador que la hacia doblegarse, era simplemente él.
Dante D'Antonio llevaba consigo la maldición de ser el hombre mas exquisito y perfecto que los ojos de la diabla habían visto. Y aunque no era para nada sano todo lo que le provocaba era algo de ellos, que solo ellos sentían, y eso era la mejor parte.
-Vayamos a mi casa cara... por favor
Y fue ahí, en ese preciso momento, en el que Mia entendió que estaba rendida a los pies del jefe, el magnate, dominador, amor, pareja, novio como quieran decirle, porque era todo eso por lo que pasaron y mucho más.
El viaje fue lo contrario a lo que pensaron, no fue tenso ni insípido, es más, fue agradable. Mia había conectado su teléfono al auto y había puesto una playlist que acaloraba el ambiente. Las canciones con aura a lujuria podrían ser un arma de doble filo, el ambiente que se crea con eso y con lo que desprendían era fascinante, estaba cargado de pecado. Y ya saben lo que dicen, perro que ladra no muerde.
Aunque esta vez no había un perro, sino un león, y estaba de cacería.
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Buenas noches diablillos, disculpen mi falta de presencia y el no haber respondido mensajes, los que estas desde hace un tiempo saben que tardo en publicar por mi falta de confianza en la novela, aunque me han dejado claro que les gusta, pasamos los +20k de lectores y no hay manera de que me pueda entrar mas felicidad.
Por otra parte, que opinan sobre nuestro Dominik, la conocerá a Mia desde algún tiempo?
Dante tiene alguna forma de contener su atracción hacia Mia?
Enzo es bastante alegre, quizá demasiado...
PD, la playlist en verdad existe, quiza a mas de alguno le sirva este dato, eperienca porpia de la escritora.
https://open.spotify.com/playlist/05BifmBG3W9HO1GKSjS6g6?si=mRyzyES0SSqGrtBfjZd6ww
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Peligrosa obsesión [+16]
Romance[La atracción debe diferenciarse de la obsesión] Un magnate italiano Una mujer de mirada endiablada Un crimen y pasión en Roma [EDITANDO]