Peligrosa obsesión [+16]

Capítulo 32- Un hombre

-Están acechándonos...

-Lo se

-El crimen fue hace mas de cinco años- El hombre que hablaba estaba actuando ansioso, se carcomía la cabeza pensando en la pelinegra.

-Lo se...

-Se encontró con alguien poderoso jefe...

-No más que nosotros- Intervino un tercero desde algún lugar de la cabaña

-Lo se, demonios lo sé- Alexandre se agarró del cabello sofocado, sabía que estaban entrando en un pasaje sin salida, y sabían que Mia recordaba más de lo que se suponía

Una puerta se escucha abrirse a lo lejos, cuando uno de los hombres habló tratando de buscar las palabras justas.

-La encontré jefe

-¿A Mia?

-Es la misma, reconocería ese rostro donde fuese, y además de todo, hice contacto con sus ojos

-¡SUS OJOS! benditos sean sus ojos- Una risa extasiada de Alexandre se adueñó del ambiente- Cuéntame más

-Tiene el pelo negro y lacio, más que antes, lo llevaba atado en una coleta alta que la hacía ver como una gatita.

-Su cabello... que recuerdos me trae su cabello lacio

-Y su cuerpo sigue igual de..-

-Silencio- La voz tajante del tercer hombre cortó a este- No dejaré que hablen así de Mia

-Mia.... -La risa juguetona de Alexandre volvió a surgir- Te acuerdas de como gemía Mia? 

-Cállate- La voz gruesa que tenía aquel era penetrante

-Ese fue tu problema, amigo mío

-¿Problema? 

-Te enamoraste de mi mejor zorra- La cabaña se llenó de risas y silbidos, podría haber contado como a quince hombres

-Te mataré cuando terminemos el trabajo- Amenazó el hombre tomando por el cuello a Alexandre

-No llegarás a tocarme que te convertirás en un colador.

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Mia

Había terminado de traer todas las cajas y rondaban las 11:00 am, el tiempo pasaba volando viajando de punta a punta en esta ciudad. 

A Dante le vendría bien una decoración en esta casa...

-¿Erik que dices de la decoración de la casa?

-Creo que es muy simple señora- El chofer se encontraba parado junto a ella observando la sala

-¿No crees que le hace falta un cambio? quizá para despejar la mente o algo

-Al señor le gustan los colores oscuros y profundos

Al señor también le gusto yo...

-Lo se, pero a la sala le quedaría lindo un blanco mas iluminado, o no?

La oscuridad de la noche le gusta como me sienta...

-Le quedaría bien por la puerta que da al jardín

-Sabes? nunca salí al jardín, me acompañas?

Siempre quedé encerrada entre sus paredes, que es diferente

-Sería un placer.

Y allí, en ese jardín repleto de verdes arboles, plantas y césped, Mia pudo despejar su mente y pensar en Dante. No se había detenido a pensar en él