Capítulo 26- Dante y Mia [+16]

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D'antonio

No entiendo porque en mi casa, mi propia familia, mi propio padre pudo despreciar a Mia, a mi Mia, la mujer que me tiene cautivado. Se nota a kilómetros que es diferente, todo el mundo la nota, y yo tuve la suerte y el privilegio de hacerla mía. Aun así se dieron el lujo de restarle importancia y observarla... observarla como si no fuera nada. 

La forma en la que la vio, el asco en sus ojos y la mane4ra en la que la ignoro me dio a entender lo poco que le interesa a mi padre mi vida amorosa, mi felicidad y lo poco que le intereso yo. 

La decisión de tomarla e irnos fue la mejor que tome, no iba a permitir que la siguieran atosigando con la mirada, los ojos penetrantes de Dominik con los endiablados de Mia iban a hacer un caos. Ella era tan delicada, tan bella, tan mía que no m3e puedo dar el lujo de que otro hombre la observe así. 

Me enloquece el solo hecho de que otro hombre la piense como lo hago yo, o que quiera tocarla de la misma manera. Odio el hecho de que hayan pasado quien sabe cuantos hombres por ella y aun así haya llegado a mi, a mis brazos, a mi casa, a mi cuarto. Desde el primer día en el que la vi note algo diferente, hasta cuando culmine mi búsqueda aun sabiendo que era ella la que hacia esos videos; y aun así ¡eso me hacia desearla aun mas!

Me hacia desearla de maneras insanas y salvajes, querer tocarla y hacerle el diablo sabe que.

Ahora al verla sentada a mi lado, con ese vestido que le quedaba perfecto, cada cosa que usara, cada cosa que dijera, cada cosa que pensara; todo le quedaba bien. con esos ojos gigantes y esa boca que me pedía a gritos. 

Mia tenia todo lo bueno, absolutamente todo. De pies a cabeza era una belleza emblemática con un cuerpo que me pedía a gritos que lo tocase; y por dentro, por dentro era deliciosa, en todo sentido. 

-¿Porque me reojeas tanto? - su curiosidad estaba destinada a otra cosa, era obvio, y yo lo notaba. 

-¿Acaso no puedo mirar a mi novia?- esto ultimo lo dije para tomarla por sorpresa, sabiendo que le gustaba que la llamara así. 

-¿Solo puedes mirarla? eso me entristece un poco

-Sabe dios donde esta el limite, cara mia, y la música sabe acompañar, eso lo sabes bien

-Pues no estaba de mas acalorar un poco el ambiente, no?

-Solo si puedes controlar lo que provocaras

-¿Ah si? y que provocaré?


Dante en un rápido movimiento luego de ver que no había transito y estaban a la sobra de un túnel de arboles estaciono el auto al costado del camino, y sin dejar pensar a Mia la tomo entre sus manos y la aprisiono contra el asiento y la puerta de acompañante acompañándolo con un salvaje beso.

-¿Esto sacia tu sed de curiosidad? 

-Vas a tener que saciar algo mas, querido

y acompañado de eso vino la mirada, esa mirada que solo ella tenia y lograba encender a Dante en un abrir y cerrar de ojos. Solo eso fue necesario para que pasasen al asiento trasero, que a decir verdad, tenia mucho espacio. 


Mia


Quise hacerlo excitar y dejarlo con las ganas. 

Quise hacerme desear un poco mas yo. 

¿¡EN QUE ESTABA PENSANDO!? 

Este hombre tenia grabado en la piel la palabra lujuria, había nacido ya con ella. Todo en el me encanta, absolutamente todo. La forma en la que me toma y logra dominarme, a pesar de que solía ser yo la que lo hacía con los hombres, la forma en la que me hace suya es suficiente para quedarme embobada en el. 

Ahora había logrado encenderlo, y mierda que estaba encendido. Estaciono en el medio del camino y ahora estamos bajando para ir a los asientos traseros y solo dios sabia que iba a salir de eso. 

Él llego antes que yo, lo único que tuvo que hacer fue tocarme y abrir la puerta, porque me había alzado entre besos y aprisionado contra el auto. Sus besos húmedos eran fascinantes, y sus manos firmes apretujaban cada parte de mi cintura y caderas. en lo que yo estaba en otra dimensión mientras me besaba el había abierto la puerta y me recostó en los asientos, por un momento pensé que eso iba a ser todo, porque se había alejado de mi y solo me miraba. 

-Por dios Mia, no sabes lo excitante que eres. 

me beso, chupo y mordió el cuello

-Lo bella... 

Bajo a mis pechos y repitió lo anterior haciendo que largara un pequeño gemido

-Eres perfecta, il mio amore

Dicho eso, que supongo que entendí algo, levanto la pollera de mi vestido y bajo a mi sexo, con esto también arranco, de forma delicada digamos, mi tanga blanca que llevaba puesta. ¿Había dicho que sus besos eran mojados? no tienen idea de lo que es su lengua. 

Mi cuerpo pedía a gritos que entrara en mi, necesitaba calmar estas ganas y lo necesitaba a el dentro mío.

-¿Te gusta, piccolo diavolo?

succionaba, chupaba y acariciaba con su lengua mi clítoris haciendo que se me escaparan gemidos que no iba a controlar, la música acompañaba demasiado bien el momento y justo cuando estaba por llegar a mi clímax, justo cuando el calor y la desesperación se juntaron dentro de mi, sin pensarlo se bajo los pantalones, sin dejar de darme placer, y entro en mi. 

Ahora fue el el que gimió, y no alcanzo a entrar en mi y moverse mas de dos veces que yo me estaba viniendo, y cuando lo hice gimió aun mas fuerte.

-Mia

Estaba aferrada a su espalda y gimiendo en su cuello, quería mas de él

-Eres exquisita pequeña

Su pene era grueso y duro, entraba en mi de una forma brusca y acompañado de mis flujos se deslizaba fuertemente, me daba duro y yo aun así quería mas. Tratando de calmar esas ansias logre ponerme arriba yo esta vez, mis pies quedaron detrás de el y mis movimientos eran circulares y lentos; lo volvió loco. 

sus ojos estaban cerrados y podía sentir como de a poco temblaba bajo de mi, mis pechos quedaron a la altura de su boca y los mordía a la vez que succionaba, me encantaba que hiciera eso.

Tras unos movimientos mas, era mi cuerpo el que comenzaba a temblar, esta posición, el tamaño de su pene y la forma en la que me movía hacían que mi orgasmo llegara mucho mas rápido, y no solo llego mas rápido, sino que mas fuerte y con mas ganas. 

Al venirme por segunda vez su cuerpo no pudo aguantar mas y se vino por completo dentro de mi, me lleno de placer y de excitación, mi cuerpo era una mezcla de fluidos exquisitos y el lo notaba, porque hasta viniéndose no paraba de moverme, estaba sacando todo de él.


-Te amo, Mia. 

-Y yo a vos, mi Dante. 

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¿Cómo están diablillos? una forma de disculpa por tardarme es este capitulo, nos leemos pronto!





Peligrosa obsesión [+16]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora