-Cielo 1.1-

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--——--—-----❀𝓬𝓪𝓻𝓽𝓪𝓼 𝓪 𝓼𝓴𝔂-❀------——------

-12 DE ABRIL DE 1983-

Aberdeen, Washington, McKinley Avenue, 9 PM.

-Vamos Sky!, te prometo que si te quedas a la fiesta te pagare con un helado de yogurt, EL MAS GRANDE QUE EXISTA!.- Subiendo el tono de su voz, Carrie, trataba de convencerme a quedarme en su fiesta llena de niños pretenciosos y jovencitas indecentes...ciertamente, su oferta me había persuadido un tanto....lentamente suspiré.-

-Vale, pero quiero de verdad el mas gigantesco!.- me di por vencida una vez empezó a mirarme con tal esperanza que hasta me incomodaba.

Poco tiempo paso para que su casa, en la cual obviamente sus padres no se hacían presentes hasta dentro de una semana por razones de trabajo, se convirtiera en un gran centro de ayuda para pescar cáncer de pulmón y una que otra enfermedad sexual, y no, no exagero.
Me encontraba en medio de dos tíos, hundida en un sofá que hace unas horas no apestaba a hierba, tratando de ser amable al rechazar sus propuestas que ciertamente eran las mas indecentes que jamas alguien tuvo el descaro de decirme.

Me levante de aquel lugar, necesitaba aire "fresco", así que salí al jardín trasero en donde un montón de mujeres bailaban alrededor de un "dios del sexo" según todas las de 2o semestre de la universidad a donde Carrie y yo asistíamos. Mire en su dirección con decepción, aunque, a decir verdad, su falta de decencia y pudor no me sorprendía para nada.
Tome mi cigarrillo de reserva que tenia guardado en el bolsillo derecho, dios! esta chaqueta estaba empezando a desgastarse, rayos!, necesitare un trabajo en el verano...me hundía en pensamientos banales mientras le daba la primera calada al cigarrillo,...mirando las rosas que con tanto cariño la madre de Carrie planto frente a su gran ventanal.....segunda calada, y de repente ....mi mirada se dirigió hacia la izquierda, una voz provenía de esa dirección y al fin, no había dicho algo como "hey nena, quieres subir a una de las habitaciones? o, "hey te han dicho que eres increíblemente sensual?" sin contar el estúpido tono en el que lo dicen, no, en lugar de eso comenzó con un: "Prefiero los jazmines chinos, son parecidos a mi, solo florecen en el invierno."

Su sonrisa al terminar la frase...la manera en que sostenía su cigarrillo y esa peculiaridad al darle la calada al mismo, la profundidad de su voz y sobretodo.. las cosas tan poco comunes de las cuales hablaba, y ahí estaba yo, admirando cada detalle de el.
Horas y horas pasaron pero en mi mundo había dejado de existir eso del pretencioso tiempo.
El se presento, Kurt...Su nombre era la mejor poesía que jamas escuche....Hasta que la realidad me golpeo como un balón de futbol a 50 km por hora, debía de haberme ido a casa ya hace un rato, pero estaba perdida en los ojos de Kurt, eran de un azul intenso que me hacia tener los vellos de punta, espero no haber sido tan estúpida como para pensar eso en voz alta aquellos revoloteos mentales acerca de él, me despedí casualmente, Kurt insistió en caminar conmigo hacía mi casa con una sonrisa complice, así que no podía haberme negado.

Una hora después me encontraba afuera de mi casa tratando de colarme por la ventana de mi habitación, todo había sido idea de Kurt, debo admitir que esta sensación de adrenalina por ser la primera vez que miento a mis padres es una de las mejores sensaciones, y mas con el como complice, me ayudo levantándome hasta alcanzar el marco de mi ventana, una vez dentro asome mi cabeza para encontrarlo abajo sonriendo y diciendo en voz baja "ahora se donde vives pequeña Sky, volveré mañana, prepárate a las 9" y así, sin mas, se dio la vuelta, trepo la cerca y se alejo caminando por la calle trasera...si esto es a lo que llaman paraíso quisiera mudarme permanentemente.- sonreí por ultima vez antes de poner el seguro en mi ventana y echarme a dormir.

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❀ -cartas a sky- ❀ (finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora