•3•

3.5K 230 4
                                    

Declan Jones no era precisamente la persona más calmada del mundo, su carácter serio y misterioso hacía verlo espeluznante, la primera impresión que daba era psicótico bueno en realidad la mayoría de los integrantes del club la daban, pero volvien...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Declan Jones no era precisamente la persona más calmada del mundo, su carácter serio y misterioso hacía verlo espeluznante, la primera impresión que daba era psicótico bueno en realidad la mayoría de los integrantes del club la daban, pero volviendo al tema donde empezamos Declan era la cosa que ponías de mal humor o lo cabreabas y tenías una paliza asegurada y en estos momentos era lo que eso estaba ocurriendo y de una manera muy mala.

Regla 3 del reglamento: Si un hermano miembro es mal encaminado con el club, él tendrá que pagar con dolor y sangre y el consejo decidirá si seguirá siendo miembro.

Los gritos de Declan inundaba todo el sótano donde todos los hermanos del consejo estábamos reunidos y aunque Leonard se merecía la mierda por habernos visto la cara de imbéciles esto se estaba pasando de lo que habitualmente Declan solía hacer. Su puño impactaba una y otra vez sobre el rostro demacrado de Leonard, la sangre salpicaba su camisa y su nudillos estaban destrozados, Hill el vicepresidente no aguantando más la masacre que estábamos expectando sujeto los brazos de Declan haciendo que otros miembros más lo ayudarán a sostenerlo.

—¡Matarás al pobre hombre! —Hill gritaba dejando que los demás hermanos lo sujetaran para caminar hacía el cuerpo de Leonard tomándole el pulso.

—Es lo que el jodido imbécil se merece.—escupió con rabia intentando soltarse lo cuando casi lograba por su contextura física.

—No lo harás hasta que Liam llegué y diga que es lo que está mal.

—No hace falta que llegué yo se bien lo que sucede, soy su jodido presidente y lo que digo es la ley.

—Cierra la boca.—Hill lo señaló.— es mejor que te tranquilices antes de que cometas algo de lo que te puedes arrepentir.— el lugar estaba en silencio.— Sáquenlo de aquí y llamen a un doctor.—señaló el cuerpo de Leonard.— subanlo a una de las habitaciones y hagan que lo revisé  algún profesional yo me encargo de perz.— Ordenó a los que estábamos dentro, haciendo que todos los miembros entraran para acatar sus órdenes.— Y cuando llegué Liam que pasé junto a nosotros.

Ayude a levantar el cuerpo del viejo Leonard, él cual gemía de dolor tratamos de llevarlo si lastimar lo más de lo que ya estaba hasta una de las habitaciones.
Cuando me encontraba bajando el Doctor del club se encontraba subiendo saludándome.

—¿Qué mierda ocurrió ahí? —Jack se encontraba llegando con un grupo de los nuevos prospectos.—¿De que me perdí?

—De lo típico.—contesto uno de los hermanos que me había ayudado a subir a Leonard.— El presi perdió los estribos una vez más, descubrió algo y Leonard acabo como mierda.

  —Prácticamente ya lo era. —bufe tomando un sorbo de la cerveza que había cogido del refrigerador de la cocina.

El club se encontraba en bullicio y siempre era así cuando Declan sacaba la mierda de alguien eramos una comunidad bastante extensa y grande y nos encargábamos de toda la cuidad, no había otros solo nosotros este era nuestro territorio ¿Con quien demonios trabajaba Leonard? Él muy idiota acababa de cavar su propia tumba al traicionar la confianza del demente de Declan.

Me senté en uno de los desgastados sofás que tenia la casa donde acostumbrábamos a pasar cuando no nos encontrábamos por ruta, bebí mi cerveza amarga mirando a los hermanos moverse de aquí a allá como si fuera que hace medio minuto atrás nuestro tesorero y administrador de toda nuestra mierda no fue masacrado a golpes por el jodido y loco presidente, unos gritos se escuchaban de la parte delantera de la gran casa, este lugar no podía estar en silencio media hora o tal vez hoy no era mi jodido día de buen humor, me levante tirando el embace vacío sobre la mesa principal caminando hacia la entrada. Mi ritmo cardíaco debió subir de los valores normales a una oscilaciones  fuera de lo común mi polla tuvo vida propia y si seguía pensando de esa manera me dejaría en evidencia ante todo el mundo. No puede hacer nada mas que recrear aquel jodido beso que me había puesto duro como una roca y casi me convierto en un  eyaculador precoz cuando solamente había rozado sus deliciosos y diabólicos labios, podía describir cada parte de aquel  fuerte, excitante controlador beso tomando con fuerza el pomo de la puerta para evitar lanzarme sobre ella.Su ceño se encontraba fruncido y miraba amenazadora mente a Hunter que estaba sonriendo ¿Qué mierda? Ella no lucia como aquella noche, este día solo tenia unos jeans desgastados y una sudadera con un logo de alguna universidad y unos desgastados vans.

 Cuando había visto el parche en su chaqueta me había puesto a divagar miles de cosas había dos opciones o era hija de algún miembro (que dudaba que lo fuera porque conocía a todas las chicas y miembros de este lugar) o era la vieja dama de alguien pero ¿Quién? 

  — Puedes irte a la mierda, Hunter.— escupió con asco rodando los ojos sin percatarse de mi presencia.— o lo olvide ¡Vienes de ahí!—bufo girando su cuerpo para entrar a la casa chocando conmigo.

Aproveche aquella despistada acción para tomarla de la cintura con una sonrisa seductora, su cuerpo se había tensado apenas pudo sentir mi tacto y por toda la mierda del mundo lucia mucho mejor sin ningún rastro de maquillaje, mis ojos se desviaron hasta sus labios  y tenia unas ganas inmensas de poseer sus labios nuevamente hasta que la voz ronca de Hunter me  interrumpió.

  —Como un demonio, Mason deja a la jodida hija del perz o terminaras en el mismo infierno si el te viera así.

Sus ojos y los míos no se separaban y como un balde de agua congelada con sal cayera sobre mí me di cuenta que aquella chica era el retrato en vida y femenino de Declan Jones y me dí cuenta que estaba jodido más de lo que ya estaba cuando sabiendo eso ni siquiera me separe de ella, ni cuando la voz demandante de Hill se escucho hasta nosotros.

  —¡Leigh Anne,  como no te apures voy a golpear a tu padre!  



On two wheelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora