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Mi garganta se siente  reseca y mi cabeza esta por estallar, tengo el sabor amargo y asqueroso de todo el alcohol que he bebí anoche, tiro las mantas lejos de mi y estás caen al suelo

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Mi garganta se siente  reseca y mi cabeza esta por estallar, tengo el sabor amargo y asqueroso de todo el alcohol que he bebí anoche, tiro las mantas lejos de mi y estás caen al suelo. Probablemente los gritos que viene de la planta baja sean de Declan, tomo una camiseta y me subo los pantalones negros arrastrando mis pies descalzos hasta salir fuera e ir al baño, necesitaba urgentemente una ducha y lavarme los dientes la puerta del baño se abre de golpe y una castaña con los ojos ocultos tras unas gafas negras y el pelo mal atado sale demasiado apurada sujetando su celular hablando con quien diablos sea que lo hace, sus ojos viajan hasta mi y hace una mueca. 

  — Te ves deplorable. — murmura mirándome de pies a cabeza acercándose a mi. — y hueles de la misma forma.

  — Lo siento, princesita  — resopla guardando su celular en el bolsillo de su pantalon.— se llama resaca y no esperes que amanezca con un traje pijo, como acostumbras a ver a los niños que te rodean. — hablo tosco recordándome la manera que Hunter y ella tenían de tratarse. 

  —Eres un idiota.  — bufa pasando de mi, sonrió girando para mirarle el trasero.

  — No decías eso ayer cuando me estabas metiendo la lengua en la garganta.— me encojo de hombros sonriendo engreídamente. 

  — Créeme que a veces hago cosas realmente estúpidas y esa fue una de la mas grande estupidez que cometí en mi vida.  — su voz suena amarga y fría.— púdrete, idiota.  


La veo bajar las escaleras, volviendo a tomar su celular y yo me quedo parado en el mismo lugar procesando todo lo que hice y dije, era un idiota, ella no era una de las chicas a la que acostumbraba tratar, ella ni siquiera era una de las chicas de aquí ¿Por qué mierda hacía eso? Ahora ella no volvería  a mirarme y Hunter la tendría completamente para él, golpee con fuerza la puerta del baño cerrándola para intentar dejar de pensar en aquella mujer demoníaca. 


Una hora mas tarde me encontraba dirigiéndome al bar del club, ademas de tener una resaca moría de hambre, cuando entre al lugar había un par de chicas las cuales podría decir que pasaron la noche con alguno de los hermanos luciendo como todas las chicas de aquí, unas risas llamaron mi atención mirando hacía una de las mesas en donde tres personas se encontraban carcajeándose, Jack, Hunter (cosa que no solía ocurrir) y Anne ella se veía jodidamente bien, limpiando una lagrima de haber reído tanto, las gafas se encontraban sobre la mesa y sus lindos ojos estaban descubiertos con unas notables ojeras bajo estas. Jack levanta la mano indicando que me acercara a ellos, los ojos de ella miraron hacía mi dirección y rápidamente una cara de desagrado se instalo en ella para que vuela a hablar con Hunter tome provecho que Hunter y Jack se encontraban frente a ella y me senté justo a su lado, la vi rodar los ojos

  — Pensé que con todo el alcohol que te metiste no saldrías hasta mañana. — Jack bramo apenas estuve sentado, roce mi mis muslos con los de ella sonriendo para mi mismo. 

 — Estoy bien ademas los gritos de perz no dejan dormir a nadie.— moví mis manos bajo la mesa para dejarla intencionalmente sobre su muslo y darle un apretón. 

  — Hoy esta mas demente de lo normal. — Hunter hablo mirando hacía la barra. — ¿Qué jodida hora va a venir la comida?— gruño molesto y pude ver de reojo la cara de perplejidad que tenia la castaña, moví mi mano un poco mas hacía arriba quería jugar con  ella.

  — Él siempre es demente. —concordó Jack mientras que yo disfrutaba de hacer tensar a la castaña que giro la cabeza hacía mi y solo le sonreí de lado.

  — Saca tu mano de mi. — susurro a lo bajo solo para que yo la oyera, negué con la cabeza mirando hacia los dos idiotas que se encontraban discutiendo por algo que no entendía, ella cerro los ojos y suspiro intentando calmarse cuando mi mano subía mas y mas. — Iré a ver por qué nuestro desayuno no llega. — hizo una mueca levantándose lentamente para luego sonreír maliciosamente colocando una de sus manos sobre mi miembro haciendo que todo mi cuerpo se tensara  y sin pensarlo volvió a levantar la mano para golpearme con demasiada fuerza haciendo que  todo el aire de mis pulmones saliera, gimiendo fuertemente  de dolor ¡Maldita demoníaca mujer!— ¡Lo siento, Mason!—  su fingida disculpas hacía que la quisiera estrangularla y con toda la calma que no tenia quite su mano de sobre mi polla, ella sonreía como diciéndome toma esto, idiota. Jack y Hunter nos miraban y sin mas estallaron en risas y no sabía por qué.

La vi alejarse hasta la barra, viendo su trasero contonearse y con todo el dolor de mis bolas ella iba a pagar por esto. Lo iba  a hacer. 








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