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-¿Qué es lo que Mason y tú tienen? - en ese preciso momento todos mis sentidos han entrado en cortocircuito y he muerto. No me siento, ni siquiera sé si sigo en este mundo pero puedo ver a Declan con su pesada vista en mí esperando una respuesta.
Declan Jones por lo general se ve intimidante, cuando esta cabreado es el doble de jodido, el doble de aterrador, de psicótico, el doble de todo. Las aletas de su nariz están abiertas y no ha pestañeado desde que entre a su oficina y sacó a todos fuera con un rugido, él podría ser mi padre pero eso no evitaba que en ciertas ocaciones como cuando yo metía la pata hasta el fondo él no se pusiera como un desquiciado que daba miedo.

-¡Te estoy hablando!- gruño levantándose tirando la silla hacía atrás en el proceso.-¡Respóndeme!

Medite una y mil veces las palabras que tendría que decir y aunque quería darle una respuesta contundente no podía hacerlo lo que Mason y yo teníamos no se podía denominar a una relación, él se sentía atraído hacía mí sexualmente, compartimos desde la primera vez que nos vimos un par de besos (los mejores que me han dado) pero eso no decía absolutamente nada, él era un jugador y lo sabía, sabía eso muy bien, él había estado jugando con mi cabeza desde esa noche en la fiesta donde terminé más ebria de lo que había planeado Mason Gallagher me afectaba demasiado con su sexy andar y sus asquerosa personalidad, me encantaba ¡Dios lo hacía! Como sus brazos me rodeaban y me fundian en su duro torso, me encanta olerlo y darme cuenta que probablemente él era uno de los pocos hombres que me había llegado a afectar de esa manera, pero no podía decirle eso a mi padre por el bién de él, por mi salud mental y aunque la realidad era está Mason Gallagher y yo no teníamos nada. Absolutamente nada.
Mis ojos se encontraron con los de Declan, parpadeando una sola vez y con la bilis molestándome dije algo que me supo amargo, excesivamente amargo tratando de creerme eso yo misma.

- Nada, papá, no tenemos nada.


Una hora y treinta minutos después me encontraba recostada contra la mesa de granito que por sierto necesitaba un buena mano de limpieza, el café que me había preparado seguía caliente entre mis manos tomando una inhalación intentando calamarme de esta forma, mi maleta seguía en puerta de la cocina y mi mirada no se apartaba de ella. Jeremy vendría por mí, luego de una intensa discusión que fueron más gritos que otra cosa acepte a irme con él solo porque las cosas me estaba asustando no era una idiota y una vez que sabía las cosas como eran y el relato sin una pizca de prudencia de lo que me pasaría si aquel hombre, que no recordaba el nombre me contrara estaría frita.
Jack entró en la cocina dirigiéndose al refrigerador tomando una botella de cerveza del cuello roscando su tapa, siempre quise hacer eso pero tenía que admitirlo era una enclenque con eso, yo podía destapar con cualquier otra cosa en serio cualquier cosa pero nunca una abre fácil.

—¿Sigues viva? —bromeó mirándome de pies a cabeza llevando la botella a sus labios. Él era  bastante atractivo pero nada comparado a Mason ¡Deja de pensar en él!

—Soy un reflejo de tu mente, en este momento me encuentro atravesando el intramundo.— rode los ojos mirándolo sobre mi taza de café.

—¿Eso es un chiste? —preguntó él luego de beber un largo trago.— porque creerme que me estoy conteniendo para no partirme de la risa.

Intente mantenerme tan perra como siempre pero como mi humor era tan estúpido me reí de eso, negando. Él me miró por un rato y luego suspiro.— Sé que no tengo que hacer esto por varias razones, pero lo hago porqué conozco a Mason desde hace un buen tiempo y aunque nadie pueda notarlo yo puedo hacerlo y veo que él está jodido por ti, Anne y aunque es un idiota por figarse en la hija del Pers la única mujer de la vida de Hunter él siente esa mierda que la gente siente.—me miro fijo y yo no sabía que decir por segunda vez en el día estaba en blanco.— deberías buscarlo y hablar con él antes de que termine pariendole el rostro a alguién en el bar o que Hunter lo haga. Y antes que te vayas obviamente.

On two wheelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora