Me siento mentalmente cansada y completamente estúpida, Mason no apareció ninguno de los días que fueron transcurriendo y creo que eso ha sido todo por lo cual mi humor se iba cada vez más a lo sombrío y amargo, odiaba eso aunque lo que más estaba odiando era una maldita cosa y era nada menos que el compañero de piso de Jeremy no había persona a quién yo más odiara que no fuera al repulsivo y acosador de Sam, lo que él tenía de lindo se iba al drenaje cuando abría la boca, probablemente esa era la única razón por la cuál yo no quería estar aquí.
Miré a mi alrededor para bajar a la cocina en busca de algo para comer, el departamento en el que vivía mi hermano constaba de tres habitaciones, un baño, una sala de estar y una cocina nada fuera de otro mundo pero sí bastante acogedor lo único malo en este lugar tenía nombre y justo en estos momentos se encontraba tendido en el sofá mirando cada movimiento que estaba haciendo.—Puedes irte a la miérda, Morgan.
Escupí antes de que el diga algo y entre en la cocina escuchando lo que él me estaba diciéndome sin ganas de volver a responderle.
El refrigerador se encontraba vacío completamente vacío y yo estaba muriendo de hambre tal vez no debí ser tan idiota cuándo llegue y debí aceptar la apetitosa hamburguesa que Jeremy me ofreció pero como toda persona subnormal me encerré en la que sería mi habitación por el resto del mes sin comer nada y con una persona en mi mente ¡Dios! En estos momentos me siento tan jodidamente ridícula.—¿Dónde vas a ir?—Sam pregunta cuando ve que estoy por salir del departamento a lo que yo ignoro y salgo como si no me hubiera preguntado nada con una sonrisa triunfadora la cual desaparece cuando mis ojos caen sobre unas botas de cuero y unas piernas enfundadas en unos jeans negros.
Mi respiración se detiene y mi estómago se estremece y salta de emoción intentando no lucir demasiado delatadora, me siento ridícula por sentirme así por alguien que probablemente solo quiera follarme aunque tampoco estaría en contra de eso bueno es que él jodidamente es una maldita tentación y como toda buena pecadora no me importaría caer rendida a él.
—¿Disfrutando de lo que ves?—sus brazos están cruzados sobre su pecho y por la posición de sus piernas una cruzada sobre la otra puedo asegurar que está recostado sobre la pared.— ¿No dirás nada?
Mis ojos llegan hasta su lindo y perfecto rostro y estoy a punto de tirarme sobre él pero soy detenida cuando la puerta se abre y puedo sentir a Sam detrás mío.
—¿Dónde carajo vas, cielito?—él no se da cuenta de que Mason esta conmigo.
—Te dejé muy claro que no me llamarás así y no te diré donde mierda voy a ir.—bufo indignada dando un paso hacía Mason mirándolo.—¿Podemos irnos de aquí?
—¿Quién es éste bastardo, Anne?—entrelaza nuestras manos en una forma primitiva para acercarme a él tomando posesión de mí. Hombres machistas.
—No es nadie.—suspiro apartándome de él para caminar ignorando a Sam que me advierte que Jeremy se enterará de esto.
Bajo las escaleras hasta el portal del edificio con un Mason molesto ¿Como lo puedo saber? Pues bueno... puede que este gruñendo como un castor molesto y que la rabia de su cuerpo pueda sentirse hasta Tokio.
—¿Por qué te apartaste?—su mano alcanza mi antebrazo haciéndome girar con brusquedad.
—Suéltame.—aprieto mis dientes furiosa.
—Nunca.—sus ojos no se apartan de los míos y sé que esas palabras están cargadas de un doble sentido su mano me libera para dirigirla hasta mi espalda baja acercándome a su pecho duro y tomar mi boca con demanda y ansiedad como queriendo absorber todo de mí y aunque hace tres minutos atrás estaba furiosa con él ahora lo único que me interesa es qué esas palabras sean sinceras y corresponderle el jodido beso.
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On two wheels
RomanceDeclan Jones tiene varios problemas mentales y entre ellos estaba qué detestaba que trataramos a las mujeres como objetos sexuales y su maldito caracter sobreprotector y créanme no era nada bueno mezclar esas dos cosas juntas, pero yo había puesto m...