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                                    Anne:



Mis comisuras se curvan y tengo que reprimir las ganas que tengo de reírme de él en este momento, sus ojos no se apartan de mí y puedo ver los engranajes de su cerebro trabajar a una velocidad luz, está procesando lo que le acabo de decir y por como luce no puedo asegurar cual sea su reacción.

— ¿Son hermanos? — su mirada es desconfiada y yo solo puedo rodar los ojos juntando mis manos dejándolas sobre la mesa.

— Sí.

— ¿Cómo es posibles eso?

— Bueno, ya sabes el proceso, dos personas teniendo sexo sin cuidarse nueve meses después ¡bum! él bebé nace y todo eso.

— No me refiero a eso, sé muy bien cuál es el proceso.

Los dos nos miramos sin decir absolutamente nada, el color de sus ojos está mucho más claro y sus labios brillan cuando este pasa la lengua sobre ellos remojándolos y no puedo evitar morderme el labio, este chico es completamente hermoso, los lunares estratégicamente repartidos por su rostro solo hacen que quiera agarrar y besar cada uno de ellos y lo peor es que me da miedo esto nunca antes alguien me llego a gustar de la manera de que él lo hace porque jodidamente me gusta aunque sea un completo imbécil, aunque probablemente él se revuelque con veinte mil mujeres, no deja de gustarme y eso no me gusta porque antes de que el apareciera yo tenía el control sobre mis extraños sentimientos.

—No lo dudo. —suspiro pesadamente dándome cuenta de que probablemente él se haya acostado con demasiadas personas y antes de que hable yo lo hago. —Declan y la madre de Hunter se conocieron mucho años antes de que él y mi madre tuvieran algo y de eso nació Hunter no puedo contarte nada más, no me corresponde y no creo que a él le guste.

— Solo no lo sé. — él se encoge de hombros dejando caer estos contra el respaldo de su asiento y se relaja llevando sus manos sobre su rostro para mirarme fijamente. —estaba a punto de sacarle la mierda. —confiesa. —no podía soportar un minuto más viéndolo cerca de ti, jodidamente me iba a volver loco.

—Mi respiración se atasca y mi corazón bombea con más frecuencia y aunque todos mis sistemas estén saltando de adrenalina y emoción mi rostro permanece sin ningún rastro de esto y lo único que puedo soltar es un desinteresado. —¿Qué?

— Jodida mierda, lo estaba por golpear, estaba por perder todo mi auto control y golpearlo, Anne. —gruñe molesto, sus pupilas se han dilatado y el color claro de sus ojos ha desaparecido por completo tomando un color oscuro. — me gusta, maldición que lo haces y me estas por hacer perder la cordura.

—Perdón por eso. —suelto con ironía, mi sangre hierbe y algo amargo sube por mi bilis, me estoy comenzando a volver loca. —

Él se levanta de su lugar, con su andar de macho alfa y aunque esto me parezca de lo más enloquecedor estoy molesta porque a él le molesta que yo le guste, me muevo rápidamente para levantarme y salir del lugar, pero él es mucho más rápido y hace que me vuelva a sentar agachándose para quedar entre mis piernas y al nivel de mi cara, es demasiado alto.

— ¿A dónde piensas que vas? —su aliento choca contra mi rostro haciendo que me estremezca.

— Déjame ir. —ordeno llevando mi mano a su pecho empujándolo, pero no logro moverlo es una roca gigante.

— Eso no va a suceder. —sus labios rozan los míos en una leve caricia y no aparto la mirada de él. —jodidamente no te dejaré ir, —lleva sus manos a mi cintura. —me gusta demasiado para que te deje ir, Leigh Anne. —sé que no está mintiendo por la forma que lo dice, sus labios se mueven más y acerca su rostro al mío para besarme y antes de que lo haga me muevo dejando que sus labios besen mi mejilla.

— Probablemente tengas mononucleosis, luego que la rubia por poco no te haya hecho un oral el sábado en frente de todo el club. —escupo celoso y lo siento sonreír bajando sus besos sobre mi mandíbula hasta llegar a mi cuello, sus manos se tensan y sé que es por las marcas que aún no han desaparecido.

— ¿Celosa?

Sus labios roza mi piel con cuidado y no puedo evitar cerrar los ojos y olvidarme de lo que iba a decir, ladeando la cabeza dándole más espacio, todo mi interior se sacude como fuegos pirotécnicos en un 4 de julio, arrastrando mis manos por sus grandes y fuertes hombros acariciándolo y podría jurar que él está sintiendo lo mismo en este instante, mis dedos acaricia su nuca y subo hasta enterrarlos en su cabello, siento sus dientes ser arrastrados sobre mi piel y rasgarlos, hasta que la campanilla del lugar me hace entrar en razón y empujar el momento de lujuria, apartándolo de mi viendo la figura de quien acaba de entrar al bar pararse frente a nosotros, mi rostro se vuelve blanco y escucho a Mason gruñir y girar su cabeza hacia donde yo estoy mirando, él se tensa completamente y levantándose de una, nada bueno puede salir de esto.

On two wheelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora