Declan Jones tiene varios problemas mentales y entre ellos estaba qué detestaba que trataramos a las mujeres como objetos sexuales y su maldito caracter sobreprotector y créanme no era nada bueno mezclar esas dos cosas juntas, pero yo había puesto m...
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— ¡No puedes hacer eso! — toma cada fibra de mi ser no gritarle mis puños están entrecerrados con demasiada fuerza y estoy a punto de explotar.
— Por favor, Mason, solo olvídalo. — suspira ella mirándome fijamente. — lo sé, sé que soy una idiota por decirle que hablaría con él, pero es algo que voy a hacer te guste o no.
— ¿Por qué carajos no puedes escucharme? — estoy frustrado y verla en estos momentos no me ayuda en nada. — no voy a dejar que lo veas es simple y claro, Anne.
— No eres mi padre para prohibirme cosas es más ¡Ni Declan me prohíbe las cosas! — rueda los ojos bufando exasperada.
— No lo veras, ya te lo he dicho. — murmuro lento y claro haciéndole notar cuan serias son mis palabras.
— Capullo infeliz. — susurra a lo bajo mirándome de mala manera.
— ¿Qué? ¡Agradece que no le volví a joder su puta cara!
— ¡No lo hiciste porque yo me puse sobre ti! — exclama abriendo los ojos. —
— Anne lo volvería a hacer unas mil veces, él idiota ese intento joderte, solo no me pidas que actué como si nada y debes agradecer que Hunter ni yo le hemos dicho nada a Declan.
— Lo sé, lo siento. — mueve los ojos y la veo morderse el labio reprimiendo una sonrisa. — ahora me puedes decir ¿Dónde mierda estamos?
Mis hombros se relajan sin que en verdad yo quiera hacerlo, aspiro el aire llenando mis pulmones para soltarlo, la ráfaga hace que su cabello vuele de un lado a otro haciendo la ver como un jodido ángel, ella se acerca a mí y rodea mi torso tomándome de sorpresa y una sensación de paz se instala en mí, inhalo su aroma rodeándola con los brazos sintiendo su calor colarse sobre toda mi piel, esconde su cabeza en el hueco de mi cuello y soy demasiado cociente de cómo me olfatea y deja una pequeño beso sobre mi piel, haciendo que todo mi cuerpo se estremezca como nunca ante en mi vida lo había hecho ¿Qué estaba sintiendo por ella? Porque soy bastante cociente que esto no era por una simple calentura.
—Siento que cada vez que estamos juntos, — murmura sobre mi piel causando un sin fin de sensaciones nuevas sin percatarse de eso. — alguien tiene que interrumpirnos.
Sonrió pasando mi lengua sobre mis labios, cuando siento nuevamente sus labios depositar un pequeño e inocente beso, sus brazos no se separan de mí y los míos tampoco nos quedamos así por un buen tiempo, sintiendo que lo pesado de mis hombros habían desaparecido con solo tenerla a ella en mis brazos y realmente no me imagino en otro lugar en este momento. Solo somos ella y yo hasta que el sonido de una canción hace a ella moverse sacando su celular con dificultad porque no muevo un gramo de mis músculos y ella se queja divertida. desbloqueando el celular haciendo aparecer en la pantalla una conversación.
" Sé que estas con él idiota de Mason, así que dile que venga al jodido club y que traiga tú culo a salvo aquí a-h-o-r-a, hay problemas y de los jodidos." H.
— ¡Jodida vida! — exclamo con pesar y aunque no quiero soltarla por ningún minuto lo tengo que hacer.
Esto solo me huele a problemas y espero por todo lo jodido que estos problemas no tengan nada que ver con la chica que tengo en mis brazos, por el bien de mi salud mental, por el bien de todos.
