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Dejo escapar todo el aire que tengo y me vuelvo a sentar en el borde de la cama, estoy a punto de colapsar frente de Mason y eso no va a ser bueno, no necesito que alguien más vea esa parte vulnerable de mí, alguien que probablemente se vaya cuando tenga lo que quiera y sí estoy hablando de sexo.
Mis ojos arden y la bilis sube por mi garganta, si me pongo a llorar no sería por ser débil sino por rabia por todo lo contenido durante todo este tiempo, no quiero estar huyendo siempre porque un bastardo infeliz quiera hacerme daño y sé que son cosas por la cual tendré que pasar solo por ser la hija del bastardo de Declan y por mi maldita habilidad de querer contradecir a mi madre. Sí no me hubiera peleado con ella no estaría aquí corriendo de un lunático motero y su grupo de desquiciados, aunque eso también significaba que no conocería a Mason.

—Salgan los dos sé que están juntos. — la voz de Hunter inunda la habitación y Mason sonríe de medio lado.

—No empacaste tus cosas. —me dice y yo suspiro. — todo va a estar bien, Anne sabes que no vo... vamos a dejar que te ocurra algo.

—Lo sé, pero igual tengo un mal presentimiento de todo esto. —me a sincero viéndolo, él se acerca a mi agachándose para estar a mi altura y yo no puedo desapartar la vista de él. — ya tengo mi maleta, no la deshice desde que llegué, en realidad según Hill Jeremy ya me la trajo.

— No voy a dejar que nada te ocurra. —murmuro sus rasposos dedos acarician la piel de mi mejilla y mi corazón se derrite y probablemente estoy sonriendo como una boba por este chico.

Los centímetros que nos separaban se van haciendo menos, nuestras respiraciones se funden y yo me siento en el mejor lugar del mundo, sus labios rozan los míos y lo tomo de la nuca acariciando su cabello besándolo como tanto quería hacerlo, nuestros labios van en compás con el otro y siento lo dulce de sus labios mientras sus manos van a mi cintura y me pega más a él un jadeo se escapa de mis labios cuando siento la presión de su miembro clavándose en mi bajo vientre. La temperatura va subiendo y yo necesito un poco más de él como si eso fuera posible.

— ¡Vamos salgan que Declan vendrá a patear la jodida puerta! —los golpes provenientes de la puerta me hacen saltar me había desconectado de todo cuando sus labios estaban sobre los míos.
Mason se levanta tendiéndome la mano y yo lo aceptó sonriéndole como disculpa, buscando mi mediana maleta con rueditas para abrir la puerta de mal humor mirando de mala manera a Hunter.

— Ya estoy aquí, mal humorado, vámonos. — ordenó con las mejillas encendidas y no espero a que Hunter empiece a molestarme y hago rodar mi maleta bajando con fuerza las escaleras.

Tenía muchas cosas que ordenar en mi vida antes de salir lastimada en todos los sentidos de esto. 

On two wheelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora