Capítulo 17.

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Capítulo 17

–Ryder, Jeff, Erika. –Comencé. –Ustedes saquen a todos los magos de aquí, ¿Sí?

Erika sacudió la cabeza. –Clea, Belial...–La silencié con la mano.

–Erika. –La miré, suplicando. –Que todos estén a salvo, ¿Sí?

Erika asintió. –Bien. –Ella, Jeff y Ryder comenzaron a sacar a los magos del salón. La esfera rápidamente, sin los poderes de los magos, comenzó a disminuir un poco. Así que solo era un escudo.

–Eres una loca, –Dijo Alex, con una mirada divertida. –¿Enserio quieres que siga cualquier plan tuyo? –Le di una sonrisa falsa.

–Harías bien en hacerlo. –Miré hacia atrás; la esfera estaba desapareciendo.

Me volví hacia Rocío. –Rocío, necesito que hagas un hechizo para detenerlo. –Rocío parpadeó varias veces.

–¿Un hechizo de aprensión? –Puse los ojos en blanco.

–Mi conocimiento de hechicería se basa en los cuatro elementos.

–Y eres prácticamente la maga más poderosa de este lugar. –Alex comenzó a reírse. Le di un puñetazo en el hombro. Él se hizo el dolido.

–¿Ya dejaron de jugar esos estúpidos magos? –La voz rasposa y doblada de Belial me taladró los oídos. Se escuchaba amplificada, como si estuviese hablando por un megáfono.

–Rocío...

Ella comenzó a frotarse las manos. –Si mis cálculos no fallan, lo detendrá solo por 20 segundos.

–Es suficiente. –Le dije. Me coloqué al lado de Alex mientras Rocío nos daba la espalda. Levanté mi vista para mirarlo; le llegaba casi por debajo del hombro.

–Espero que no tengamos que hacer lo que estoy pensando. –Murmuró, serio. Yo lancé una carcajada.

–Eres el único mago que controla el aire lo suficientemente loco como para hacerlo.

–¿Por dónde saldremos?

Señalé uno de los balcones. –Por el balcón en donde estabas besando a Rocío. –Alex lanzó una risa ahogada.

–Sabía que alguien nos observaba. –Me miró por encima de su hombro. –¿Ese es uno de tus fetiches? ¿Eres voyeur?

Sacudí la cabeza. –¿Que pretendes hacer con ella? –Se quedó en silencio. De las manos de Rocío comenzaron a brotar unas cadenas caricaturescas que dieron a enrollarse en Matt–Belial.

–¿Creen que esto me detendrá? –Comenzó a reírse como el loco que es.

Alex y yo invocamos los vientos para que nos rodearan.

–Pretendo hacer con ella lo que no he hecho con ninguna. –Dijo. Clavé mi mirada en su perfil.

–Tendremos que hablar de eso luego. –Hizo una mueca.

–Eso si salimos vivos de esta. –Me miró. –Aunque harás todo lo posible, ya que tienes que regresar a ver a tu novio.

Eso suena genial.

–Por supuesto que sí.

En ese momento, Rocío cerró sus manos. –¡Ahora!

–Yo izquierda –Dijo Alex –, tu derecha. –Ambos ordenamos a los vientos que nos impulsaran hacía Matt–Belial. Yo lo tomé del brazo derecho y Alex del izquierdo, y nos elevamos hacia el balcón. Al hechizo de Rocío debían quedarle como 10 segundos. Matt–Belial comenzó a chillar en un idioma muy extraño; el idioma del infierno, quizás. Se revolvía como loco mientras chillaba.

Magos de Mina: Belial, príncipe del infierno. (Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora