"La policía fue alertada por unos vecinos a causa de ruidos molestos. También notificaron que oyeron gritos. Los agentes asistieron al lugar estando preparados para todo.
La casa era una pequeña, en los suburbios del pueblo más cercano a la ciudad, de cinco habitaciones, la sala, una cocina-comedor, dos habitaciones y un baño. Los oficiales notificaron al llegar que habían dos individuos de sexo masculino, los hermanos Widmer de 8 años y 19 años.Ambos estaban ocultos en la pequeña habitación que compartían, su dormitorio, estaban asustados, más aún el niño. Los oficiales les preguntaban lo que había pasado, pero ninguno respondía las preguntas al estar en estado de shock.
Dejaron a ambos bajo el cuidado de una mujer policía la cual intentaba calmar al más pequeño que no paraba de llorar y balbucea cosas sin sentido.Los oficiales siguieron investigando esa noche de Agosto, revisaron la casa por completo y fue ahí que encontraron en la sala algo espantoso, los cuerpos de los dueños de la casa estaban enredados con alambres de púas, en una especie de abrazo enfermizo y con el cuello desgarrado. Después de ver eso entendieron el estado de los pobres hermanos. El tiempo pasó y el asesinato del señor Widmer y su esposa era todo un misterio hasta que los mismos oficiales de policía encontraron otro cuerpo 6 meses después y en la misma casa. El de un hombre de 40 años, había dejado una carta diciendo que él había matado a los esposos porque hace un tiempo llevaba una relación a escondidas con la señora Widmer, ella prometió dejar a su esposo pero en la carta explica que no fue así y el hombre no soportó la desesperación, y en un ataque de locura mató a ambos.
Los investigadores probaron que la carta era verdadera y el caso se caratuló de asesinato seguido de suicidio por parte del victimario. El caso se cerró pero poco tiempo después los hermanos Widmer desaparecieron sin dejar rastros hasta el día de la fecha"
Noche 15, parte dos [Los Engaños]~~~
Estoy muy cansado, apenas puedo moverme. Mis piernas duelen mucho al igual que mi cabeza.–Vamos chico, sólo un poco más. –el hombre policía sigue a mi lado, puede dejarme aquí y salvarse pero decidió ayudarme. Él me sostiene como puede y caminamos lo más rápido posible hacia la ciudad.
–Puede dejarme aquí. –murmuro sintiendo el sabor de mi propia sangre en mi boca. Fue estúpido acelerar el auto y luego chocar unos kilómetros más adelante.
–N-nadie se queda atrás en mi guardia. –contesta seguro. Tiene una profunda herida en su estómago pero sigue de pie, realmente es muy fuerte.
Walter quedó atrás al igual que esos feroces lobos, son sus mascotas y no tardará en encontrarnos.Continuamos un poco más adelante, yo miro de vez en cuando hacia atrás en busca de algún rastro de Walter, tal vez debería hablar con él y convencerlo de que deje a Lian en paz. Creo que juntos podremos encontrar una solución, yo tendría un castigo por desobedecer pero no es nada nuevo.
Estoy tan perdido en mis pensamientos que no me había dado cuenta que entramos en una casa, pero no cualquier casa, sino que es la casa de Lian.–Necesito ayuda. –el agente alza la voz haciendo que tanto ella como Dante vengan a la sala.
–¡¿Qué fue lo que pasó?! –Lian viene hacia nosotros y pasa uno de mis brazos por encima de sus hombros para ayudarme a ir al sillón.
–Re-Recuerda que-que no... debes estresarte. –murmuro dándole una sonrisa. Cosa que la hace llorar, no entiendo –¿Dije a-algo malo? –sólo no quiero que se sienta mal por mi culpa y parece que ya lo eché a perder.
–No. –contesta limpiando sus lágrimas. Sigo sin entender.
–¿Por qué es-estás llorando?
ESTÁS LEYENDO
El Dueño De Lobos
VampirosTodavía no creo lo que ví, todos dicen que fue una alucinación por beber tanto, quiero aferrarme a esa idea pero él sabe que lo ví y vendrá por mí, me matará al igual que a esa chica en la fiesta.