Capitulo 5 "Mía".

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Siento mucho frio. Intento moverme, pero no puedo, mis pies no responden. Miro a mí alrededor, todo está oscuro. Esfuerzo mis ojos para ver entre la oscuridad, a lo lejos puedo distinguir algo en el suelo…son… ¿huesos? ¡Son huesos humanos! ¡Todo el lugar está atestado de ellos! Luego, frente a mí, aparecen 6 cuerpos que yacían inmóviles en el suelo, pero no se veían con vida, estaban pálidos. Y frente a ellos una figura de pie, una joven…con grandes alas a sus espaldas.

Lo extraño era que un lado de ellas era negro, y el otro blanco; todo el cuerpo de la joven estaba marcado con figuras rojas que parecían que quemaban su piel; no podía verle el rostro, lo tenía cubierto por sus largos cabellos. Pude ver que ella llevaba un colgante y el dije de este, era un pequeño pero hermoso espejo. Una sensación de escalofríos recorrió todo mi cuerpo, intenté hablar, pero no pude, luché para moverme, pero cada vez que trataba de moverme más, sentía una presión cada vez mayor sobre todo mi cuerpo, sofocándome. En ese instante oí un grito aterrador, voltee a ver y vi que provenía de la joven. En un abrir y cerrar de ojos extendió sus grandes alas, era impresionante, todo su cuerpo destellaba; y después se escuchó como algo se comenzaba a fragmentar, vi el espejo que ella traía, podía verme en el reflejo de él, pero poco a poco el espejo se iba fragmentando más y más, hasta que ya no pude ver nada y se rompió bruscamente. Cerré mis ojos. Es como ese sonido que escuchas cuando se rompe algo de vidrio en tu casa, pero aumentado 100 veces más. El estruendo lastimó mis oídos, me sentí mareada, abrí los ojos y volví a ver a la joven, ella tenía las dos alas negras y algo espeso goteaba de ellas, ¿sangre? La joven, o mejor dicho, esa cosa levanto un brazo en dirección a donde se encontraban los cuerpos en el suelo y los cuerpos comenzaron a arder.

Lágrimas comenzaron a bajar por mis mejillas ¿Qué diablos estaba sucediendo? ¡Esto es horroroso! Aparte la vista de los cuerpos en llamas y volví a ver a la cosa que estaba frente a mí, seguía con el brazo alzado, pero estaba llorando, no veía sus ojos, pero por sus mejillas caían lágrimas. La cosa empezó a caminar en dirección a las llamas y se agachó, tomo uno de los cuerpos casi calcinados y lo trajo casi frente a mí. Ella seguía llorando, en silencio. Cayó de rodillas con el cuerpo en sus brazos. Hubo un momento de silencio espeluznante. Yo ya no soportaba más estar ahí, ¡ya no lo soportaba! ¡Me quiero ir! ¡Me quiero ir!

En ese instante siento alguien acercarse atrás de mí. Y oí a una voz masculina decir:

-Eres mía.

La tierra me comenzó a tragar. Bajé la vista y vi como un montón de brazos con garras me jalaban dentro de la tierra. Ya no podía hacer nada, quede totalmente paralizada por el horror y fui cubierta totalmente por la tierra.

***

-¿Celeste?... ¡Celeste!

Abro los ojos lentamente y veo frente a mí una silueta de un hombre. Al principio veo borroso, pero poco a poco comienzo a distinguir mejor el lugar donde me encuentro. Era un espacio muy agradable y acogedor, tenía un toque de elegancia muy hermoso. Vuelvo a ver frente de mí y la persona que está enfrente es un joven, es Jamie.

-Gracias a Dios, por un momento pensé que nunca despertarías – dijo suavemente Jamie limpiando con un trapo húmedo mi cara.

-¿Qué ha sucedido? –Conteste débilmente -¿Cómo llegue hasta aquí? ¿Qué hora es?

-Tranquila, tranquila, una pregunta a la vez. Te has desmayado antes de entrar al avión, te tuve que cargar hasta adentro. Mi medico te atendió, dijo que solo era un leve desmayo porque se te bajo el nivel de azúcar en la sangre. La verdad me preocupaste mucho. Por cierto, llevamos aproximadamente cuatro horas de vuelo.

¿¡Qué!? ¿Tanto tiempo había pasado? ¡Qué pena! Jamie seguramente se había preocupado por gusto por mí, y él que quería divertirse con mi compañía ¿y yo me desmayo? ¡Qué barbaridad!

-Tuve una pesadilla horrorosa…muerte por todas partes…

Jamie suspiro profundamente y dijo:

-Tienes que dejar de ver películas o series con ese tipo de cosas. Eso enferma a la gente.

Ignorando el comentario que Jamie acababa de hacer, busqué mi cartera y cuando vi que estaba a la par de mi asiento la agarré y saqué mi libro.

-No, ¿sabes qué? Debo de dejar de leer estas cosas –le dije enseñándole el libro a Jamie –Creo que todavía sigo traumatizada con los libros anteriores. La verdad es que Cassandra Clare tiene demasiada imaginación y yo por mi parte, me he obsesionado demasiado con sus libros.

Dicho esto Jamie se puso serio, y se quedó viendo al suelo por unos momentos.

-Será mejor que bebas algo, ¿té o café? ¿Quizá un poco de vino o cerveza?

-Té está bien. Gracias.

Cazadores de Sombras, más allá de los libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora