Capítulo 26 "Luz de esperanza"

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Oscuridad.

Oscuridad es todo lo que me rodea. Solo puedo verme a mí misma, una tenue luz en la negrura que poco a poco se ha ido apagando. Mi luz se ha hecho opaca y temo que cuando deje de brillar, deje de existir.

He intentado buscar una salida, pero esta oscuridad es infinita; he vagado durante horas y horas hacia la nada, ni un solo ruido, ni el del palpitar de mi corazón. Me tiro en el suelo y me hago un ovillo. ¿Qué estarán haciendo los demás ahorita? Mi familia, ¿Me buscará? ¿Me encontrara? Tengo…tengo que seguir viva lo más que pueda. Pero esta soledad y oscuridad me están matando mentalmente y siento que me gana la lucha.

¿Qué ha hecho Ella conmigo?

Escucho pasos, pasos que se van acercando poco a poco donde yo estoy acurrucada en el suelo. Mi voluntad está tan aplastada que ni siquiera quiero levantarme. Logro ver un par de zapatos muy bien lustrados y con agujetas rosadas brillantes.

-Te he encontrado. – Dijo una voz masculina.

Giré levemente la cabeza y ahí estaba él, reluciente como siempre y brillando por todos lados. Me sonreía tristemente.

-¿Magnus? –Exclamé con lágrimas en los ojos.

Estiré la mano para poder tocarlo, para comprobar si él era real o era una alucinación. Él se agachó y me agarró la mano. Luego cuando me ayudó a sentarme, me lancé sobre él y lo abracé llorando. Él no me apartó de si, en cambio me sostuvo con fuerza y me acarició el cabello.

-Tuve suerte de haberte encontrado. –exclamo Magnus. –Si no hubiera sido por el leve brillo que vi en la oscuridad, no te hubiera encontrado. Ahora brillas más que hace unos instantes.

Me alejé un poco de él y vi mi cuerpo, brillaba más que hace un rato. Pude notar también que Magnus no despedía este mismo brillo que yo, sino que yo lo lograba ver gracias a la luz de mi cuerpo que se reflejaba en él.

-¿Qué significa este brillo?

-Este brillo es tu voluntad, o tu esperanza. Poco a poco te ha ido comiendo la oscuridad, o más bien, los demonios que se encuentran en esta oscuridad.

-¿Quieres decir que no estamos solos? –Le pregunté un poco asustada.

-Exacto, no lo estamos. No logras ver a los demonios por la oscuridad, pero ellos están justo encima de nosotros, delante de nosotros, atrás de nosotros; están en todos lados.

-¿Y por qué tu brillas de la misma manera? ¿Has perdido la esperanza?

-No, es solamente que yo soy diferente. Mi misma procedencia tiene que ver en esta situación.

-¿Te refieres a tu padre? –Le pregunté.

Magnus suspiró y movió la cabeza de lado a lado.

-Son cosas que no te puedo decir en estos momentos, hay otras cosas que importan más que eso.

-¿En qué lugar me encuentro exactamente?

-Estamos en tu subconsciente más profundo; ahí donde se oculta tu miedo y odio.

-Ella… la que me tiene controlada, dice que es mi otra cara, es mi demonio interno.

-Es un demonio que se encuentra dentro de ti, sí. Pero no eres tú. Te ha engañado.

-¿A qué te refieres?

-En esta parte de tu subconsciente ocultas tus miedos, odio y todo tipo de sentimientos negativos. Lo que ocurrió en tu caso es que un demonio de alojó justo aquí y se alimentó de todos esos sentimientos. Y la razón por la cual se alojó en tu cuerpo, es porque bebiste de la Copa Mortal.

Cazadores de Sombras, más allá de los libros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora