Me lavé el rostro y arreglé mi cabello, luego me miré al espejo por largo tiempo, respiré profundo y salí del baño.
Jamie estaba recostado en un asiento con una cerveza en la mano y a la par suya estaba una muchacha, quizá como de 20 años aproximadamente, con la cual platicaba muy amenamente. Más bien parecía como si la conociera desde hace bastante tiempo. Caminé hasta donde se encontraban y tomé asiento frente a la muchacha y le sonreí amablemente. Ella me devolvió la sonrisa.
-Me parece que ustedes dos se llevaran muy bien. –dijo Jamie -Celeste, te presento a Abelle Light, copiloto del avión y enfermera. Abelle, ella es Celeste, de quien te conté.
-Es un placer conocerte Celeste.
-Igualmente, pero…eres copiloto y enfermera? ¡Te vez tan joven! Y al parecer sabes mucho, estoy impresionada. ¿Cuántos años tienes?
Abelle medio sonrió y dijo – Bueno, verás…yo teng…
El avión se tambaleo repentinamente y las luces parpadearon; pero segundos después todo volvió a la normalidad. Abelle se levantó y fue a la parte delantera del avión. Tal vez nos acercábamos a una tormenta.
-Bueno, quedamos solos –dijo Jamie con una media sonrisa.
-amm…si… - Balbucié.
Me sentía más cómoda con la presencia de Abelle. Estaba un poco disgustada con Jamie, pero también estaba agradecida por llevarme junto a él. La verdad, a veces no sabía ni que pensar de la situación en la que me encontraba.
-Hey, te veo demasiado seria, ¿te ocurre algo? ¿Quizá todavía te sientas mal?
-No, no, para nada. Solo me sumergía en mis propios pensamientos. –Jamie suspiro y se volteo para ver por la ventana, voltee a ver también y se veía oscuro. – Oye Jamie…¿te puedo preguntar algo?
Él me vio de reojo y después volvió la mirada hacia la ventana. –Por supuesto.
-¿Por qué me diste esta cadena? Saque la cadena que estaba en mi bolsillo y se la mostré. Jamie sonrió y se volteo hacia mí.
-Por qué quiero que tú la tengas –me respondió Jamie -Y necesito que la protejas y la cuides por mí. Sé que lo harás.
-¡Espera, espera! si esto significa un objeto valioso para ti…yo no debería tenerlo, ¿y qué tal si lo pierdo? Jamás me perdonarías.
-Bueno lo perderás si lo andas en la bolsa de tus jeans, los collares son para colgárselos en el cuello, ¿sabías eso?
Jamie se había levantado de su asiento, tomo el collar y se puso delante de mí. Se hincó y paso sus manos alrededor de mi cuello, para colocarme el collar. Sentí cosquillas cuando el rozó sus dedos sobre mí y me empecé a sonrojar; así que voltee para que el no pudiera notarlo, o eso desee que pasara, pero se dio cuenta…
Cuando terminó de colocármelo me tomo del mentón y me giró hacia él hasta que nos miramos frente a frente, a solo unos pocos centímetros de separación. Pude ver el hermoso color del iris de sus ojos, era como una azul platinado que se oscurecía al llegar al borde del iris; pude notar que usaba lentes de contacto, desconocía que él usara lentes, pero no le di mayor importancia.
-Me gusta cómo te vez cuando te sonrojas –dijo Jamie.
-Jamie…yo… - No sabía que contestar a lo que el acababa de decirme, sentí tan caliente mi cara, pero aún así le sostuve la mirada por un tiempo que me pareció nunca acabar.
-¡Muy bien, perdón por interrumpir el momento! –Exclamo Abelle -Pero esta noticia es importante. Tendremos que aterrizar en Dublín, ya que se acerca una gran tormenta que casi parece huracán. Así que por el bien de todos tendremos que acortar el vuelo, en un par de horas aterrizaremos.
Abelle regresó a la cabina, para ese momento Jamie se había levantado y ya había tomado asiento.
Después de lo ocurrido esperamos un par de minutos a que Abelle acabara de ayudarle al piloto del avión, para después poder almorzar juntos.
Abelle y Jamie se levantaron para preparar la comida; nunca pensé que Jamie Campbell Bower me preparara el almuerzo. Me ofrecí a ayudar, pero ninguno de los dos me dejaron y yo muy apenada tuve que conformarme después de muchas suplicas a quedarme sentada esperando.
Transcurridos unos 20 minutos ya olía a comida, era un aroma delicioso y moría del hambre en ese instante. Después, vi cuando Abelle y Jamie regresaban de la pequeña cocina que estaba en la parte trasera del avión. Abelle camino rápidamente hacia mí y me tapo los ojos.
-Espero no incomodarte, pero es una sorpresa la comida que serviremos, Solo te puedo decir que realmente el que cocino fue Jamie, no yo, no soy muy buena cocinando… eso me han dicho.
-Nunca querrás probar la comida de Abelle, es realmente espantosa, casi muero envenenado cuando probé una de sus sopas –dijo Jamie.
Me pareció algo gracioso como se llevaban Jamie y Abelle, es como si fueran hermanos.
Abelle me descubrió los ojos y pude ver frente a mí la comida servida delicadamente, todo se veía perfecto, colocado con normas de etiqueta, lo sabía porque estudiaba turismo y sabía cómo debía ser colocada una mesa.
-Ensalada de verduras salteadas en mantequilla y omelette de champiñones acompañados con salsa de champiñones gourmet, una tortilla dorada y café de cardamomo con canela recién preparado. Jugo de naranja natural y Baguetes, mignons. –explico Jamie muy complacido.
Deja vu…
Por un momento me maree, todo es como mi sueño, el lugar elegante y bien iluminado, comida vegetariana gourmet deliciosa y un hombre frente a mi hablándome, solo que ahora si le entendía lo que estaba diciendo.
-¿Celeste, te encuentras bien?-dijo Abelle.
-Perdón…si, me encuentro de maravilla, es que estoy impresionada por la comida; soy vegetariana y es una coincidencia que la comida que me sirvieron sea vegana.
-Te juro por el…te juro que no he vuelto a revisar tu cartera. Solo fue intuición –dijo Jamie.
¿“Te juro por el”? ¿Que habrá querido decir? Pensé. Pero le di poca importancia y les agradecí y nos sentamos juntos a comer; disfrutamos todo, reímos y nos divertimos los tres juntos.
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Cazadores de Sombras, más allá de los libros.
Fanfic¿Qué pasaría si lo que dicen los libros es verdad? Celeste una joven aficionada a la lectura, emprende un viaje inesperado a Suecia; pero cuando creía que sería un viaje tranquilo, comenzarán a ocurrir sucesos inexplicables a su alrededor. Una trav...