Sentí un alivio al saber que vería a Isabelle. Ya me había rendido ante la búsqueda de cazadores de sombras. Cuando Jace me dijo “Adiós” pensé jamás volver a saber de él, pero ahora tenía esperanzas.
El siguiente día estuve de muy buen humor, así que decidí ir a la pista de hielo a practicar, ya que yo jamás había estado sobre hielo. Pero al final no me fue difícil, en una hora logre mantener el equilibrio y desplazarme suavemente por el hielo.
No me había dado cuenta que pasaron casi tres horas desde que empecé a patinar hasta que vi que estaba oscureciendo. Rápidamente salí de la pista y me dirigí a la casa de mi tía Miriam ya que ella dijo que me prepararía una cena especial para mí. “Cena vegetariana” había dicho por la mañana, así que me alegre mucho y no pude rechazar su invitación.
La cena transcurrió tranquilamente, nos divertimos mucho. Pusieron karaoke y cante una canción junto a mi prima Fátima, las dos nos reímos mucho; además mi primo Fred se puso muy borracho y nos reímos a carcajadas de él.
***
“Mañana será el día”. Me decía a mi misma recostada en mi cama, no podía conciliar el sueño, aunque la cena terminó a las tres de la mañana no me sentía cansada; quizá porque estaba demasiado ansiosa. Isabelle deberá responderme muchas preguntas ¿Veré a alguien más? ¿Llegará Jace? ¡Oh ya quiero que sea mañana!
¡Es tan tarde! ¿Cómo me quede dormida tanto tiempo? Mire mi reloj que marcaba las 11:30am dentro de media hora tendría que ver a Isabelle y no me había no bañado. No sé como lo hice, pero en 15 minutos ya estaba lista. Me fui corriendo lo más rápido que pude a la pista de hielo y no paré para descansar.
Llegue casi sin aire, mis pulmones ardían y no sentía mis piernas. Miré toda la pista y alrededor de 15 personas aproximadamente estaban patinando, pero no había rastro de Isabelle. Me quede parada ahí esperando un poco más de media hora he Isabelle no llegaba. Comencé a preocuparme ¿Llegue demasiado tarde? ¿Ya no vendrá? ¿Le habrá pasado algo?
Camine a la colina que estaba frente a la pista. Desde ahí tenía una vista panorámica de toda el área. Me senté en una banca y esperé. Mientras transcurría el tiempo las personas se comenzaban a ir. Entonces me di cuenta que empezó a nevar. Yo no había traído nada para cubrirme, pero la verdad no quería ir a buscar refugio, me quedaría sentada hasta que Isabelle apareciera, tengo que confiar en que vendrá.
Comenzó a nevar más de lo esperado y me estaba quedando dormida del aburrimiento. Suspire fuertemente dándome por vencida, recargue mi cuello en el respaldo de la banca hasta poder ver al cielo, ya estaba nevando demasiado, tenía que irme.
Una sombrilla roja me tapo de la nieve que caía en mi rostro. Pude ver a una joven inclinada hacia mi viéndome con una gran sonrisa.
-Abelle Light…Is-abelle Light-wood. ¿Cómo no me pude dar cuenta ante algo tan obvio?
-Bueno, en ese momento no podrías suponer que la cazadora de sombras Isabelle Lightwood existía. –Me dijo Isabelle sonriente y a la vez tomando asiento junto a mí. -¿Por qué te encuentras aquí? ¿Por qué no buscaste un refugio o un lugar techado?
-Te estaba esperando Isabelle, ¿Creías que me iría? Tú me dijiste algo y sé que cumplirías tu promesa tarde o temprano.
-¡Vaya! Prácticamente somos desconocidas pero aún así confías en mí. Gracias.
-Entonces…-Comencé. -¿Qué es lo que querías decirme?
-Bueno, pensé que necesitarías respuestas ante lo que te pasó y mi conciencia no me deja tranquila. Fue como si te hubiéramos botado o algo por el estilo y no me parece que eso que propuso Jace estuviera bien. Celeste, cuando te escuché cantar hace dos días, te vi tan triste y lastimada, y me preocupa que sea por culpa de nosotros.
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Cazadores de Sombras, más allá de los libros.
Fanfic¿Qué pasaría si lo que dicen los libros es verdad? Celeste una joven aficionada a la lectura, emprende un viaje inesperado a Suecia; pero cuando creía que sería un viaje tranquilo, comenzarán a ocurrir sucesos inexplicables a su alrededor. Una trav...