-Catch Me- Taegi

Estrés.

Yoongi llevó ambas manos a su cabello y lo desordenó con frustración, no importaba cuántas veces lo intentara, las cosas no estaban saliendo como él quería que salieran. Estaba experimentando algo que muchas personas cercanas le nombraron desde hace mucho tiempo, un bloqueo.

Enojado consigo mismo, arrugó con fuerza la hoja amarillenta que tenía entre sus manos, aquella que tenía en tinta palabras perdidas. Luego, la tiró al piso y sin importar el escándalo que estuviese haciendo, se dejó llevar, y la pisó hasta que se rompió en pedazos.

En pedazos, así se sentía su cabeza. El bloqueo no sólo le estaba impidiendo escribir y por ende producir, sino que estaba arrastrando consigo un fuerte dolor de cabeza y cansancio en general.

El cuerpo le pesaba y no estaba mintiendo, sentía hasta los parpados pesarle, tal vez porque ya había olvidado la última vez que durmió o la última vez que comió. Lo único que recordaba bien de la semana, era aquel momento en el que Taehyung entró todos los días por la puerta de su habitación, con una sonrisa y un café caliente.

Sin decir palabra alguna, Taehyung parecía entenderle o al menos eso pensaba Yoongi al ver la mirada cariñosa y llena de comprensión que el menor llevaba consigo. De igual manera, Yoongi notó como esa mirada durante el transcurso de los días fue cambiando a una de preocupación.

¡Y maldición! Se sentía tan mal por eso, además de tener un estúpido bloqueo, preocupaba a su bebé. En definitiva, le estaba saliendo todo mal y no sabía por dónde empezar para arreglar las cosas.

¿Cómo superar el bloqueo? ¿Por qué de repente lo tuvo? ¿Qué hacer con el estrés? ¿Cómo dejar de sentirse tan mierda por no pasar más tiempo con Taehyung? Si le pagaran por pensar y no saber qué hacer, sería multimillonario, pensó.

Miró los pedazos de papel resaltar contra el marrón profundo de la madera del suelo y soltó un gran suspiro. Primero tendría que tranquilizarse así que decidió sentarse nuevamente en la silla y recostar levemente su cuello hacía atrás, haciendo que su mirada se detuviera en el techo de la habitación.

Yoongi pensó que el estrés se debía a esa atracción del ser humano, esa atracción a lo que llamamos perfección; como si fuera una necesidad a que todo nos salga como queremos, de complacer a los demás con cada acción. Tratar de alcanzar esa perfección que realmente no existe.

El humano trata de alcanzar la perfección porque el ser humano es sinónimo de ser imperfecto.

Sus parpados pesaron más que sus pensamientos, y el sueño lo invadió por completo.

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—Hyung...

Yoongi se removió ante las delicadas caricias sobre su cabello, y gruñó con desgano, no quería despertar.

—Te dolerá todo si sigues durmiendo en la silla...

Las caricias se detuvieron, y esas cálidas manos pasaron a sus hombros en donde comenzaron un leve masaje, haciendo que de los labios de Yoongi se escapara un jadeo de satisfacción.

—Tae...

—¿Hm?

—Lo siento.

Taehyung frunció el ceño por unos segundos al no entender a qué se refería su hyung, pero a pesar de eso, siguió con los masajes ya que Yoongi parecía disfrutarlos hasta el punto de entreabrir los labios por lo relajado que estaba.

—No entiendo por qué te disculpas hyung —Taehyung observó la sonrisa plasmada en el rostro de su hyung, y sonrió también sin comprender aún.