Capítulo I: Emociones

916 22 1
                                    

Los días pasaban. Mañanas se convertían tardes, estas en noches, y las mismas en mañanas; el círculo volvía a empezar. Los restos de la guerra eran inmensos, apenas se podían contabilizar. Memorables héroes se habían alzado aquella noche, en aquella batalla. El mago más peligroso de todos los tiempos había sido derrotado. Harry Potter, el niño que vivió, había logrado lo que muchos consideraban imposible. Contando con la ayuda de sus inseparables amigos, Ron Weasley, Thomas García y Hermione Granger, había consumado la venganza por sus padres. Claro que él no lo consideraba tan así. Era más bien un acto no sólo en defensa propia, sino también en pos de todos los inocentes a quienes Voldemort consideraba inferiores y pretendía dominar.

El silencio en La Madriguera era sepulcral. Sollozos eran el pan de cada día. Vistas perdidas, rostros deteriorados. Parecía que el funeral de Fred Weasley se revivía diariamente. Molly se la pasaba llorando todas las noches. Era inevitable. Ese dolor que una madre siente al perder a un hijo, por muchos que tenga, es insufrible. No hay forma de extirparlo, sólo se aprende a vivir con él.

Hermione había estado viviendo en la casa de los Weasley. Se sentía una intrusa, pero la verdad era que su presencia era más que bienvenida. Por su cabeza, todo el tiempo rondaba ese momento en que se lanzó a los brazos del hombre que la tenía enamorada desde que ella tenía memoria, ¿tercer curso? Ni ella lo sabía, hasta era posible de que haya sido amor a primera vista sin que ella se percatase. Era demasiado fuerte. Ni siquiera estaba enamorada de Thomas en primer año, cuando él comenzó a acercarse a ella y eventualmente, al año siguiente, se le declaró. ¿Por qué había aceptado ser su novia? Suponía que quería estar con alguien que la mimase, que le demostrara que la amaba y que la quería. Pero no era la persona de quien lo esperaba. Ron nunca había sido conocido por mostrar tan libremente sus sentimientos. Añoraba cambiar ese defecto en él. Ella sabía que lo que Thomas, uno de sus mejores amigos, sentía en su momento, era real. Él mismo se lo había dicho. Que era hermosa, que la veía y sólo podía sentir amor. Entonces, ¿por qué cortaron? La respuesta es simple, este dejó de ser correspondido... ¿en algún momento lo fue? Hermione amaba a su amigo, pero no de la misma forma que él. Ella lo consideraba un hermano, al igual que a Harry.

Por su lado, Thomas estaba confuso. Su desempeño en la batalla había sido excelente. Había dirigido sin problemas la estrategia de defensa del castillo. Había tenido tiempo de ayudar a sus amigos en la sala de los requerimientos, presenciando luego el beso de su ex novia con uno de sus mejores amigos. Él mismo sabía que tenían muchas emociones reprimidas, y que ya era hora. Pero no se esperaba no sentir celos, enojo o algo similar. Al contrario, estaba feliz, y eso le desconcertaba. A ninguna persona normal le parecería lindo ver a otra que en su momento fue "suya", besando a alguien que considera un hermano. Suponía, entonces, que él sólo quería que sea feliz. Thomas comprendía que amaba a Hermione como su mejor amiga, y que lo suyo había sido por las circunstancias. Ninguno de los dos estaba seguro de lo que sentían y se dejaron llevar. Ella amaba a Ron, y él amaba a Meli. Su novia, la mujer de sus sueños, la que verdaderamente lo enamoró. Recordaba lo mal que estaba cuando cortó con Hermione, al principio del cuarto año en Hogwarts. Cómo ella lo había invitado al baile de Navidad, cuando comúnmente era el hombre el que invitaba. Cómo, de forma paulatina, había encontrado en Meli un ser hermoso capaz de hacerlo mandar todo al diablo y convencerlo de escapar con ella. Recordaba, en términos generales, por qué luchaba.

Ron Weasley estaba devastado. La pérdida de su hermano mayor había significado demasiado. No articulaba palabra alguna. Apenas salía de su habitación. Sin embargo, sabía que en aquella espantosa noche, en la que mucha gente que le importaba perdió la vida, también había ocurrido un hecho que estaba esperando hace años. ¿Había significado lo mismo para ella? ¿Por qué lo había besado? ¿Acaso pensaba que podía ser la última noche juntos, vivos, y no quería irse sin antes mostrarle lo mucho que lo apreciaba? ¿Era tensión sexual lo que ella contenía? El pelirrojo no quería ni pensarlo. Él la amaba, era lo único que sabía. ¿Se lo diría? De cualquier forma, ella estaba pasando tiempo a solas, ordenando sus ideas. Además, la cabeza de Ron estaba muy congestionada. Hermione era la dueña de sus pensamientos más fuertes, más emocionales, eso es verdad; aún así, su familia estaba atravesando un momento muy difícil.

Muchos querrían estar en el lugar de Harry Potter, El Elegido, el que destruyó al Señor Tenebroso, con una fortuna que seguramente aumentaría por todos los daños y perjuicios que había recibido, sumado a todos los juicios que claramente ganaría. Él no lo sentía así. No quería ser más conocido por su cicatriz, había tenido una vida en la que su popularidad aumentaba con regularidad. Sabía que ya no podría pasar desapercibido, por mucho que lo deseara.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Ella había aceptado. La invitación de Krum no parecía significar nada malo. Quedaron en encontrarse en una heladería cercana al Caldero Chorreante, para dialogar como amigos. Hermione tenía la esperanza de que el búlgaro sólo quisiera eso, una relación amistosa. Y de ser necesario, se lo iba a dejar claro.

- Hola, prrincesa - dijo Krum con su tono de siempre

- Hola, Viktor - ella dejó que él besara su mano, pero no estaba dispuesta a dejar que la cosa avanzara sin más - antes que nada... quisiera hablar contigo...

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¿Crees que hicimos bien en decirle todo eso?... Ya sabes, que debía hacer algo o el odioso pelón se la terminaría quitando. Ron está enojado - Le decía Thomas a George mientras observaban a Hermione y al búlgaro desde un escondite

- Al menos así se dejará de estupideces y empezará a pelear por lo que le importa - respondió el pelirrojo. Ambos le habían informado de la cita de la castaña y el humor de Ron había empeorado drásticamente. George le había dicho que iría a detener a Hermione, con la intención de que él le siguiera

Justamente, su hermano estaba en el medio del Callejón Diagon, mirando para todos lados en búsqueda de George. Thomas vio como Krum daba un golpe seco en la mesa, y a continuación se levantaba y se iba, dejando a la castaña plantada en su lugar. El búlgaro se fijó en Ron, y le dio una sádica sonrisa. El pelirrojo se acercó a Hermione.

- ¿Qué hacías con él?! - gritaba un Ron furioso

 - Yo... Ron... ¿Tú qué estás haciendo aquí? ¿Cómo...? - Pero la castaña era muy inteligente, y en cuestión de segundos hizo todas las cuentas que debía hacer - Thomas...

 - No importa cómo me enteré! ¿Qué diablos hacías con él?! ¿Acaso no te das cuenta que quiere usarte, Hermione? Krum no te ama! - A Ron se le caían unas lágrimas de la furia que tenía

 - ¿Por qué es que te importa tanto? - Hermione rompió en llanto también

Luego de una prolongada pausa, Ron se animó a decir algo que tiempo después se arrepentiría.

- Veo que ese beso, que lo fue todo para mi... No significó nada para ti...

Fue la gota que rebalsó el vaso. Hermione se dio media vuelta, recogió sus cosas y se fue, tal cual un mar de lágrimas. El pelirrojo se dio cuenta al instante de lo que había dicho, por lo que salió en su búsqueda.

- Hermione, espera! - Sus ojos se abrieron como platos al ver a Krum sujetando a la castaña con una llave de ahorque. Rápidamente, sintió cómo dos brazos se aferraban a él impidiéndole ir en su rescate

- Tranquilo, Ron. No podemos hacer nada por ella ahora. Debemos pensar un plan - George le susurraba mientras intentaba calmarlo

Thomas miraba directamente a Hermione, pero al segundo, ya no la podía distinguir. La castaña había tomado el traslador, se había desaparecido. Krum estaba en el medio del callejón, desorientado, moribundo. El castaño se dio vuelta y se encontró con el puño de Ron en su nariz. Con sus fosas nasales chorreando sangre, deslizó su varita y le apuntó.

- Lo siento... Desmaius! - el pelirrojo cayó inconsciente - Esto es muy malo

- Lo sé, debemos avisar a la Orden. Hermione puede estar muriendo ahora mismo

- Me refería a que no va a estar nada contento cuando se despierte...

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

[Romione] Cuando me miras a los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora