[Romione] Cuando me miras a los ojos

Capítulo XII: No tengo intención de abandonarte nunca

La sala común se encontraba alborotada de gente. Apenas habían vuelto del banquete, pero nadie parecía dispuesto a dormir. La adrenalina se los impedía. Para muchos, su primer año en Hogwarts; para otros, el último.

Thomas se encontraba jugando al ajedrez con Harry. Meli, por su parte, se encontraba sentada sobre su regazo, completamente recargada en su novio, con la cabeza en su pecho. El castaño estaba contento de que el juego de mesa que jugaban era la versión "mágica", por lo que podía ordenarle a las piezas el siguiente movimiento mediante su voz. Caso contrario, ella tendría que encontrar otra posición lo suficientemente cómoda junto a su novio.

- Peón, D5 - esbozó Harry mientras analizaba el juego en su totalidad - Están tardando demasiado, ¿no crees? Digo... ya deberían haber vuelto.

- Ya conoces a Hermione... seguro le está preguntando todo lo que se le viene a la mente para no cometer ningún error - respondió el castaño - D5, Torre - agregó mientras observaba cómo su pieza destruía al soldado de Harry

- Al menos este año podremos estar tranquilos... y juntos - dijo Meli mientras le daba un tierno beso en los labios a Thomas - Me alegra que hayan unido nuestros cursos.

- Si, créeme que es un alivio que ahora me pueda sentar contigo en lugar de con Hermione - esbozó casi riéndose - Ni te imaginas las miradas que me da cuando no anoto algo importante.

Harry intentó reír con él, pero algo se lo impidió. El hecho de que realmente no pensaba que sería un año tranquilo. "Es una sensación muy extraña... como si algo se estuviera fermentando desde la oscuridad", pensó en su cabeza. Aquél acercamiento al séptimo piso le había jugado una mala pasada. "Espero que sean imaginaciones mías", agregó en su mente.

- Pensaba que eras igual de inteligente que Hermione... digo te va bien en todo.

- Pero así es - respondió él ante lo que decía su novia - Saqué "S" en todo, menos en Defensa Contra las Artes Oscuras. Con Harry fuimos los únicos que conseguimos un "Extraordinario".

- ¿Y aún así se enojaba? - rió ella

- El tema es que Hermione es muy... perfeccionista - "Sí, esa es la palabra", pensó él - ... a la hora del estudio. Por eso siempre nos regaña a nosotros tres. Sacando que Harry y Ron son un caso aparte...

- Oh, gracias amigo - replicó Harry mientras esbozaba, por primera vez en la noche, una sonrisa

- Digamos que soy el único que más o menos le sigue el juego con esto del estudio... y cuando no anoto algo, se pone loca - comentó, ignorando la intromisión de su amigo.

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- Creo que voy a empezar a amar nuestras rondas de prefectos - murmuró Ron mientras regresaban a la sala común

- ¿Por qué lo dices? Nos dieron las mismas instrucciones que en los años pasados - contestó ella con una sonrisa

- Porque ahora somos novios - respondió él como si fuera la cosa más obvia del mundo

- ¿Y?