Capítulo IV: Te protegeré

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- Pero no funciona así - Kingsley parecía desconcertado, al igual que todos

- ¿Disculpe? - Hermione no sonaba enfadada. Al contrario, ni siquiera tenía fuerzas para hacerlo. Al parecer, no comprendí lo que el nuevo ministro había insinuado

- Lo que pasa es que no es así como funciona la aparición, Hermione. Uno usualmente se concentra en un lugar en específico. Como bien pudo ser el cuarto de Ron... Pero eso de aparecerte pensando en él... es raro, pero no te estoy desacreditando - Thomas no quería sonar desalentador, pero la teoría era muy difícil de creer

- ¿Pudo influir esto? - Ron mismo conocía la respuesta; sostenía el Desiluminador frente a todos

- Los objetos no... pero tal vez... - Kingsley parecía comprenderlo

- Tú influiste, Ron. Tu influencia en Hermione fue lo que la ayudó. El Desiluminador pudo haberle dado lo último que necesitaba, tu voz - a diferencia del resto, Thomas sí sabía de los incidentes del pelirrojo durante la búsqueda de los Horrocruxes - pero el amor que se tienen... es lo que la salvó

Ambos protagonistas estaban rojos de la vergüenza. El castaño había insinuado, adelante de todos, que se amaban. Y así era, pero quedaba a la libre interpretación.

- Ron... ¿por qué no llevas a Hermione arriba mientras le preparamos un baño caliente? - la señora Weasley siempre estaba un paso adelante cuando se trataba de medidas extremas que involucraran a los más jóvenes

El pelirrojo ni siquiera respondió. Alzó a la castaña de la misma forma en que Thomas lo había hecho minutos atrás, y se la llevó escaleras arriba. Meli y Ginny le seguían el paso.

- Creía que el departamento de Aurores seguía cuidando de ellos en estos momentos - el castaño sonaba irritado. Harry lo miraba con los ojos como platos

- ¿Qué?...

- Thomas, con todo lo que tenemos que hacer... la reconstrucción de Hogwarts, la caza de los fugitivos. Prácticamente tenemos que reorganizar todo el ministerio - Kingsley estaba siendo condescendiente

- Te dije que si necesitabas ayuda, podías contar conmigo. No recibí ni un llamado, Kingsley. Ni uno. Pero por ninguna razón tenías que dejarlos desprotegidos!

- ¿Alguien puede explicarme qué sucede? - Harry no comprendía nada

- Aún hay mortífagos ocultos, fugitivos. Uno nunca sabe, podrían buscar venganza. Y ya ves que así es, así que pedí a todo el departamento que los mantengan vigilados, porque ustedes tres son los blancos principales

Harry estaba molesto. No lo sabía, pero esperaba que su mejor amigo se lo hiciera saber. ¿Por qué lo había mantenido en secreto?

- Como amigo te digo esto, Harry, pero me tiene sin cuidado que te enojes. Lo hice para protegerte.

- ¿Por qué no me dijiste?

- ¿Para que dijeras que no necesitabas guardaespaldas? 

Harry se quedó callado. Tenía que reconocer que los argumentos de Thomy eran muy buenos. Era igual de eficaz que Hermione a la hora de discutir, y no le sorprendería que ella misma le haya enseñado en sus tiempos de novios.

- Llegaron estas cartas - Shacklebolt sacó un puñado de estas y se las entregó al castaño - Para los señores García, Potter, Weasley, y las señoritas Granger, Ritt y Weasley. El colegio abrirá en un mes y, al ser el año de los TIMO'S, es necesario su regreso. 

[Romione] Cuando me miras a los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora