Capítulo VI: Que sea especial

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Entraron tomados de la mano. ¿Ya podían ir así, no? Se había declarado, finalmente. Eran novios, como decía la palabra. Se amaban el uno al otro. Y todos estaban presenciando ese momento.

La cara de felicidad de Harry no tenía precedentes. Nunca había estado tan feliz, ni siquiera luego de derrotar a Voldemort y abrazar a Ginny, la mujer que amaba. Él sabía que era cuestión de tiempo.

- ¿Me perdí de algo? - preguntó George mientras toda la familia y amigos miraban perplejos a la feliz pareja

Thomas, por su parte, estaba leyendo la carta del Kingsley, aunque también con una sonrisa. Alzó la vista y la fijó en sus manos entrelazadas. Meli se acercó por atrás y lo abrazó sin más.

- Hermione y yo somos novios - dijo Ron decidido. Notó como Hermione bajó su mirada, roja de la vergüenza. Pero sabía que estaba feliz, él lo estaba

Todos se acercaron a abrazarlos. El castaño, por su parte, seguía leyendo la carta. Era incómodo, muy raro el momento. Se sentía feliz por ellos, pero esa imagen se le venía a la mente. Él y Hermione, de la mano, años atrás.

- Ya era hora - Ginny estaba riendo mientras los abrazaba al mismo tiempo

- A veces hay que dejar el orgullo de lado - Ron lo dijo para sí mismo, pero todos en la sala sabían que iba para los dos. Hasta Hermione lo captó, por lo que le sonrió - para escuchar al corazón...

- ¿Te sientes bien, Ron? - George estaba muy divertido, pero a la vez incrédulo

- Mejor que nunca.

La señora Weasley fulminó a George con la mirada. Ella también estaba muy feliz, pero sabía lo que esto suponía. El joven siempre se la pasaba haciendo bromas, y esta no sería la excepción.

- Estás muy callado, Thomy - dijo una tímida Hermione. En su interior, ella sabía que la escena le iba a resultar incómoda. Hasta para ella lo era, pero no podía ocultar lo que sentía

- Oh... yo... felicidades! - dijo en el tono más alegre que le salió - lo que pasa es que llegó esta carta, y estoy seguro de que les sacará una sonrisa...

Todos lo miraron expectantes. El castaño, al fin, se dignó a hablar.

- "Debido a los horribles sucesos y momentos que tuvo que atravesar la familia Weasley, el Ministerio le otorga la suma de 200 millones de Galeones, 50 millones de Sickles y 500.000 Knuts. Las familias Granger, Ritt y García recibirán la misma suma. Ya está todo depositado, cualquier consulta que tengan pueden acercarse a mi oficina o en su debido caso, al banco de Gringotts."

Los Weasley miraban a Thomas con los ojos muy abiertos, y la boca abierta. Hermione sabía que ahora era millonaria, pero no tenía padres con qué disfrutar dicha fortuna. No de momento, todavía estaban en alguna parte de Australia. Estaba dispuesta a devolverles la memoria, pero debía hacerlo a la brevedad, ya que el regreso al colegio era inminente.

- "Por su lado, el señor Potter obtendrá la suma de 600 millones de Galeones, 300 millones de Sickles y 50 millones de Knuts, por su excelente labor en todos estos años, en la lucha contra Voldemort. La Orden está a disposición de todos ustedes. Mis mejores deseos, Kingsley Shacklebolt".

Eso ni le inmutó. Harry ya era millonario, y su fortuna se había acrecentado. Estaba feliz de poder compartirla con sus amigos y su novia.

- Eso es muy generoso de su parte - decía la señora Weasley entre sollozos. Estaba muy emocionada

"Al menos podré pagar el pasaje para Australia", pensaba Hermione para sus adentros. Ron se había acercado y nuevamente la estaba abrazando.

[Romione] Cuando me miras a los ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora