Parte 21

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LA CARTA QUE RECIBIÓ POR PARTE DE LOS FWOOPERS ERA MUY EXTRAÑA, todas decían exactamente lo mismo y tenían la misma caligrafía, y esta no era de a quienes les había mandado la carta, pero aun así decidió aceptar lo que amablemente su petición: respetar la situación de estar en peligro constante, por lo que no podían estar saliendo o mandando cartas, y no volver a molestarlos en el siguiente año escolar; con una pequeña carta les hizo saber que su petición se cumplía.

Una vez que mando el fwooper para cada uno de sus amigos ingleses, empezó a leer las cartas que llegaban de diferentes lugares y de diferentes familias influyentes de todas partes del mundo, no solamente de América o el Reino Unido, y cada una le escribía lo mismo: una invitación a su hogar para entablar una conversación y escuchar sus consejos, de ella quien sería la siguiente monarca del mundo mágico. Con ayuda de Filip, creyó conveniente que Alejandro fuera a visitar a los que estaban más lejos como su representante, y ella fuera con las familias que creían en su reinado.

—Creo que deberías ir con la familia Nott— le dijo Filip mientras Penélope lo miraba confundida.

—No conozco a esa familia— le dijo, pero también compartía la curiosidad de conocer a esa familia inglesa.

—Por esa razón creo que deberías ir— le dijo mientras releía la carta —Conocer la razón de porque no asistieron a un evento al cual fueron invitados y porque te están invitando a su hogar.

—Son tus protegidos Sofía— le dijo Alejandro, que había estado al pendiente de la conversación, mientras esperaba con paciencia a qué lugar debía visitar —Debes estar al pendiente de sus necesidades y como pueden ayudarte.

—Sabes que estarás protegida— le recordó Filip, mientras le pasaba un papel para escribir la carta de aceptación a un desayuno con la familia Nott.


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La mansión era un estilo clásico y como les gustaba a las familias de gran prestigio en Inglaterra: obscuras y sin cuidado de sus alrededores, al parecer creían que las plantas eran una pérdida de tiempo o no conocían a una persona que quisiera cuidarlos; sin embargo, la mansión Nott era una un poco más clara y las plantas no estaban tan descuidadas.

El elfo de la familia la esperaba en la entrada, de manera nerviosa jugaba con sus manos vendadas, al ver a la princesa aparecer con un vestido rosa veraniego y su pelo trenzado, sonrió e hizo una reverencia logrando que su nariz casi tocara el piso.

—Buenos días, princesa Penélope— decía aquel ser sin levantar la vista —El amo la espera en la sala.

—Gracias por esperar afuera Loin— el elfo casi llora al saber que la princesa sabia su nombre, mágicamente le abrió la gran puerta negra y desapareció para preparar un banquete digno para la visita.

—Princesa Penélope— hablo una voz grave desde el sillón principal y se paró para hacer una reverencia —Es un honor que haya venido a nuestra humilde morada.

—Gracias a usted por su invitación— le dijo con una sonrisa mientras el dueño de la mansión le besaba sus nudillos.

Ambos tomaron asiento en la sala, teniendo una conversación sobre los negocios que hacía y como lamentaba no poder asistir a su presentación a la sociedad por algunos asuntos personales, que esperaba que entendiera. Sofía, como la buena persona que era, sin dudarlo lo perdono y entendió que no siempre tiene que saber todo sobre cada mago o bruja que fuera su súbdito, simplemente con que supiera que tenía su apoyo incondicional

—Theo— llamo el señor a un joven que bajaba con una bata y un libro en su mano, su cabello se encontraba ligeramente peinado y sus ojos mostraban sueño —Tenemos visita— el joven de ojos azules se percató en la presencia de la adolescente que evitaba mirarlo para que este no pasara más vergüenza al presentarse en pijama, aunque tenía una pequeña sonrisa.

—No sabía— se disculpó y con las mejillas sonrojadas se subió nuevamente para arreglarse adecuadamente.

—Perdone a mi hijo— dijo después de un silencio incómodo —Theo no había estado en la mansión, fue con unos amigos a pasar el verano. Es por eso que no sabía de su visita.

—No se preocupe— le dijo con una sonrisa tranquilizadora —Yo tampoco sabía que usted tenía un hijo.

—Cuando baje, tendré la oportunidad presentárselo de la mejor manera.

El elfo anunció que el desayuno estaba listo y el señor Nott le ofreció su brazo para poder escoltarla al gran comedor y detrás de ellos, llego el heredero de la fortuna, aun con las mejillas rosas

—Princesa, me gustaría presentarle a mi hijo Theodore.

—Un placer conocerlo joven Nott— le dijo la princesa con una reverencia.

—El placer es mío—le dijo besando sus nudillos —Lamento no haber estado presentable al momento de conocerla princesa.

—No hay problema, usted está en su hogar.

—Mi hijo es estudiante de Hogwarts—le comento una vez que el desayuno estuvo servido —Es de la casa de Slytherin, como toda nuestra familia lo ha sido.

—No recuerdo haberlo visto en algún pasillo—le dijo posando sus ojos en él, y no pudo sentirse nerviosa cuando Theo poso su vista en ella.

—No suelo mucho salir de nuestra sala común o de la biblioteca.

—¿Le gusta la lectura joven Nott? — pregunto interesada la princesa, pocas personas realmente disfrutaban la lectura.

—Es un pasatiempo que mi madre me inculco— le dijo con una mueca —Si gusta, le puedo mostrar después nuestra pequeña colección.

—Si no es molestia con su padre, estaré encantada.

—Las puertas de nuestro hogar están abiertas a usted princesa.

—Gracias por su amabilidad y hospitalidad— dijo sinceramente mientras veía a los dos, que compartían muchas similitudes en su apariencia física, pero estaba segura de que no eran similares en su carácter.

Una Princesa en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora