Parte 74

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LOS INVITADOS DISFRUTABAN DE LA MÚSICA MIENTRAS VEÍAN A LA PAREJA TENER SU PRIMER BAILE COMO ESPOSOS; Penélope tenía una sonrisa en su rostro al notar como todos estaban tan felices por aquella pareja que había pasado cosas negativas a lo largo de su vida. Los niños se removieron inquietos al estar aburridos por ver una pareja moviéndose lentamente, es por eso que la princesa los dejo libres, para que se fueran a la terraza y se divirtieran. Penélope estaba alegre al saber que su mejor amiga había decidido también invitar a sus guardianes, quienes se encontraban cansados de estar cuidando a sus hijos por las noches largas; sobre todo Filip, que tener gemelos lo hacía más difícil, sobre todo si estos habían sido mal influenciados por ciertos gemelos pelirrojos.

Penélope se unió al baile cuando vio la mano de su guardián alzada, hace mucho que no bailaba con aquel que fue primeramente su tutor; después llego Alejandro, alegando que ya no quería estar sentado; John, como todo joven, dijo que siempre debía haber un orden para el baile y es por eso que él fue el tercero con quien bailo.

—¿Me permite esta pieza, majestad? — llego Theo, dispuesto a bailar con su novia y dejar a Draco regresar con su ahora esposa.

—Por un momento creí que no bailarías conmigo esta noche.

—Bailaría toda la noche con mi novia si pudiera— suspiro dándole una vuelta para continuar el baile —Pero, sé que debo dejar que bailes con tus guardianes— le dio un tímido beso en su cachete.

—Casi no conversamos durante la cena— alego la princesa —¿Sucede algo?

—No suceda nada, amor— volvió a darle una vuelta —No quería causarte preocupaciones.

—Siempre me preocuparé por ti, mi corazón es totalmente tuyo.

—Me gusta escuchar cuando dices confesiones como esta.

—No son apropiadas— desvió la vista para evitar que su novio la viera con las mejillas rojas.

—Me gusta ver cómo te sonrojas, me gusta la forma en que hablas, la manera en que te preocupas por los demás, la manera en como ves a los hijos de tus guardianes— suspiro —Me hace imaginar como verías a nuestros hijos.

—¡Theodore! 

—Aún no termino princesa— le tomo de la mano y la llevo a caminar por los jardines de su propio castillo —Me gusta ver cómo te preocupas por verte hermosa conmigo, me gusta saber que no guardas ningún rencor a alguna persona, me gusta ver cómo te sonrojas al querer ser la primera en dar un beso y te detienes por no ser tan atrevida, me gusta lo que me haces sentir cuando me abrazas después de no vernos en unos días.

—¿A qué se deben tantos cumplidos? — le pregunto tímida, mientras sentía como su cara estaba caliente.

—A esto— Theo se arrodilló hacia la princesa —Me has vuelto a enamorar mi querida Sofía, pero con tus encantos no es tan difícil que alguien se enamore de ti. Prácticamente eres la persona que siempre espere y quien es perfecta ante mis ojos.

—Theo— Sofía tenía los ojos llenos de lágrimas al sentir tanta felicidad al saber que podría compartir el resto de sus días con la persona que más amaba y que la amaba.

—Este anillo es el legado de mi familia— saco una pequeña caja, abriéndola para que la princesa viera una sortija de rubíes —Me gustaría que tú formaras parte de ella al portar este anillo.

—Será un honor.

—Princesa Penélope Sofía V de Barreño, ¿sería capaz de compartir su vida con este servidor que está locamente enamorado de usted?

Antes que la princesa diera la respuesta, llegaron varias mujeres para llevarla arrastrar nuevamente a la fiesta, porque Astoria estaría a punto de lanzar el ramo para ver quién sería la próxima persona en casarse. Astoria se colocó de espaldas para no ver en quien debía caer el ramo, las mujeres se empujaban para estar más cerca del centro, haciendo que Penélope se sintiera incómoda por tantas personas juntas.

Penélope giró nuevamente hacia Theo quien la veía con una sonrisa burlona, pero abrió los ojos cuando vio que se acercaba ella con el ramo en sus manos y con una sonrisa real.

—Será un honor convertirme en la señora Nott y compartir toda mi vida contigo— le susurro para después darle un beso con entusiasmo.

Theo saco el anillo de la caja y se lo coloco en el dedo anular izquierdo, haciendo que todos los invitados se sorprendieran por tan inesperada noticia; al parecer la fiesta tenía otro motivo para festejar.

Una Princesa en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora