Una Princesa en Hogwarts

Parte 14

EL VEINTICUATRO DE DICIEMBRE LLEGO Y EL CUARTO DE PENÉLOPE ESTABA SIENDO UN LÍO; la princesa ya les había pedido cordialmente que se salieran de su habitación para que pudiera arreglarse con calma, pero los tres estaban siendo tercos queriendo decirle como debía maquillarse y como peinarse, incluso su elfina les había dicho que no estaban al corriente de la moda al sugerir una peluca blanca, claro que después de decir eso, Huenny fue a autocastigarse. Auguste llego puntual a la hora acordada, aunque tuvo que esperar unos cinco minutos porque Sofía aún no sabía caminar muy bien en tacones, entonces bajar las escaleras le fue muy difícil.

El castillo para esta ocasión se convirtió en un paraíso invernal: el jardín cercano al comedor quedo como una gruta, en la que había muchos bancos, fuentes, estatuas de Santa Claus y su famoso trineo, incluso había hadas vivas cerca de las flores decorativas; y donde principalmente sería el baile -el Gran Comedor- estaba decorado con mucho muérdago y escarchas plateadas, generalmente eran cuatro mesas rectangulares las que cubrían la habitación, pero en esta ocasión eran mesas redondas para 10 integrantes. Penélope estaba feliz de poder asistir junto un gran amigo y sus guardianes, aunque Filip había seguido fiel a su palabra y no quiso ir al evento "av dagens ungdommer".

—La decoración del castillo quedo magnífica— le comentó a su acompañante.

—Los eventos en Beauxbatons son más pintorescos— menciono el francés mientras buscaban una mesa para los seis —Incluso ponen esculturas de hielo.

—Veo que a la academia no le importa gastar más— dijo John burlándose, buscando a la mirada a su acompañante, quien era una alumna de Hogwarts.

—Estoy seguro de que nuestros eventos son más elegantes que los que Ilvermony realiza— defendió André al llegar con ellos y su novia.

—No hay que debatir sobre que colegio es el mejor— agrego rápidamente Penélope —Será mejor que tomemos asiento para que podamos recibir a los campeones del torneo.

—Siempre evitando que haya conflictos Sofía— dijo orgulloso Alejandro, guiando a su acompañante, que era una alumna de Beauxbatons y amiga de Fleur —Estoy orgulloso de vos— le dijo con un guiño.

—Gracias Alejandro— le dijo sentándose en la silla que Auguste había separado —Gracias Auguste, eres todo un caballero.

—No hay de que— le dijo tomando asiento a su lado izquierdo, ya que a su derecha estaba Alejandro —Intento cumplir las expectativas que tenías con este baile.

Las puertas se abrieron y los cuatro campeones entraron por ellas, los aplausos se empezaron a escuchar y Penélope no pudo sentir ternura por el más pequeño de los cuatro campeones, se notaba que Harry estaba muy nervioso, al contrario de su pareja, que saludaba a todo el mundo con una sonrisa. Una vez que cada quien estuvo sentado, Dumbledore dio un aplauso y le pidió al plato de manera cordial su cena de esta noche, unas chuletas de cerdo. Alejandro decidió seguir los consejos de su acompañante de nacionalidad rusa y pidió un Shashlyk (plato de carne y cebolla), John pidió varios cornish rellenos de carne, los franceses pidieron lo que estaban acostumbrados (ratatouille, coq au vin y magret de canard), y Penélope solo pidió salmón ahumado y algo de vegetales.

La cena fue muy rápida por las largas conversaciones que tenían entre todos, aunque por primera vez sintió celos de sus guardianes, John y Felicia estaban coqueteando, pero Alejandro le dijo en voz baja y en español que Felicia lo hacía más por fama que por interés; sin embargo, Penélope no pudo decir eso sobre la conexión que su guardián español tenía con su acompañante rusa, ellos si coqueteaban por interés.

—¿Me concedes esta pieza? — pregunto Auguste cuando los campeones iniciaron el baile.

—Oui monsieur— le dijo con una sonrisa y fueron a la pista de baile, donde la mayoría de los alumnos empezaban a sacar a sus parejas. La pieza no duro mucho, pero Penélope lo disfruto mucho con las piruetas y las muecas que le hacía Auguste para que riera; y al final del baile le dio un beso en sus nudillos y le dijo en su oído:

"Princesa Penélope Sofía V de Barreño, te aseguro que mientras estés a mi lado, te cuidaré como si fueras mi hermana, incluso si tengo que dar mi vida. Considérame como uno de tus súbditos, sé que no puedo ser guardián, pero con gusto te serviré." 

Penélope quito rápidamente las lágrimas y le dio una rápida reverencia y una gran sonrisa, todos los que vieron aquella sonrisa dijeron que el comedor se vio más hermoso.

—¡Buenas noches a todos los alumnos de las escuelas! — grito una persona en el micrófono —¿Están listos para que esto realmente sea un baile? 

—Auguste— llamo emocionada una joven de su colegio —Son Las Brujas de Macbeth.

—Vamos al frente Penélope— le dijo más emocionado —Ellos son mi banda favorita.

—Vamos.

El resto de la noche, Penélope aprendió a bailar de manera más jovial y alocada, brincando, gritando y riendo como cualquier adolescente que estaba disfrutando del baile y de la música; y lo que nunca espero que sucediera en ese baile, formó un vínculo extraño con la acompañante de Viktor Krum, Hermione Granger, las dos se separaron por un momento de sus acompañantes y se sentaron para descansar un poco de los tacones y de estar tan apretadas por la multitud de alumnos que seguían bailando por la banda.

—Iré a ver rápidamente como están Ron y Harry— le dijo la inglesa mientras caminaba a la mesa donde estaban sus mejores amigos.

—Esperaré aquí por Auguste— le dijo irguiéndose.

—No te harán nada, Ronald es insoportable en algunas ocasiones, pero no te hará daño.

—No sé qué pensar de esa familia— dijo en voz baja y dejo que se fuera su nueva amiga. Auguste no tardo en volver con los ponches y decidieron seguir bailando, ya que la banda empezó a tocar una pieza más tranquila.

—Muchas gracias por esta noche Auguste— le dijo con una sonrisa mientras seguían bailando —Jamás la olvidaré.

—Me alegra lograr mi cometido, que por una noche fueras una adolescente más.

—Espero que para la próxima invites a Anne antes que cualquier otro hombre— le guiño el ojo, Auguste rio haciendo que la princesa diera una vuelta sobre su eje para terminar el baile.