Tengo secretos que no estoy dispuesta a revelar; pero el estar dañada, sin posibilidad de volver atrás sin importar cuanto lo intente, no es uno de ellos.
Estoy huyendo de una persona que no quiero que me encuentre, de un pasado que no quiero que na...
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Charlotte.
¿Podrías pasar a recogerme? -Charlie.
¿En qué problemas te metiste? -Scott.
Ninguno ¿Puedes? Por favor. ¡Di que sí! -Charlie.
Estaré allí en 10. -Scott.
Guardo el teléfono en mi bolso y camino hacia la puerta de la cafetería que da hacia el estacionamiento, pero al levantar la vista veo a Kelsey en la otra salida. Scott dijo que estaría aquí en diez minutos, tengo un poco de tiempo.
Mi sonrisa de "Grinch" hace su aparición.
—Kelsey —digo con falso tono amigable y sonrisa sarcástica mientras me acerco a ella—. ¿Supiste que el próximo lunes es la muestra de talentos? Creo que tengo tu talento especial. —Y en un tono de voz tan frío como mi mirada, prosigo—: Tienes que enseñar a como ser una zorra. ¡Guau, espera! —Me llevo una mano al pecho—. ¡Es el único título que vas a tener sin la necesidad de acostarte con nadie! Aprovéchalo.
Al pasar por su lado, choco su hombro deliberadamente. El teléfono suena desde el interior de mi bolso y me detengo a medio camino para poder leer el nuevo mensaje.
Trae tu feo y flaco trasero aquí. Estoy aburrido de esperar por ti y algunas de estas chicas están empezando a desnudarme con los ojos. En este momento cobraré mi favor. -Scott.
Riendo, guardo el aparato una vez más y arriesgo un vistazo por sobre mi hombro para descubrirlo de pie a su lado.
—¡Ah, y Jackson! —Me giro completamente para enfrentarle—. ¡Tú también puedes enseñar! ¡Pero tú a como ser un idiota!
Les levanto el dedo medio y me doy la vuelta para seguir mi camino hasta el coche, que como todos los años, está rodeado de animadoras.
—¡Charlie! —grita Scott con una gran sonrisa y una súplica silenciosa en sus ojos verdes en cuanto me ve—. Te extrañé.
Me da un gran abrazo y un beso en los labios, que si estuviera enamorada de él estoy segura que me haría olvidarme de todos y todo excepto de él.
—No me digas que estas saliendo con esta friki —dice Emily, la seguidora número uno de Kelsey, anonadada.
—Cuidado con cómo le dices —gruñe Scott, aún con sus brazos rodeando mi cintura.
—Esta friki sí está saliendo con él —digo, alejándome de los brazos de Scott para poder acercarme a ella—. Ah y Emily, fíjate que creo que mezclaste tu base con la sombra verde. Oh espera, no. —Me inclino hasta que nuestros rostros se encuentran a pocos milímetros de distancia—. Estas verde de envidia por esta friki.
Choco los cinco con Scott, quien se encuentra esperando por mí con la puerta del copiloto abierta, y me monto en el coche. Los pocos minutos que dura el trayecto hasta nuestra casa transcurren en silencio, pero en cuanto Scott detiene el coche en el camino de entrada, rompe el silencio—: Ya no me debes ningún favor.
