Capítulo 7

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Ya era otro día.
Amanecía en Kanto, las buenas vibras volvían al pelinegro.

Era como volver a vivir, volver a respirar, volver a tener felicidad a pesar de todo lo vivido.

Despertó de un salto y se dirigió a tomar una ducha.

Su actitud "positiva" cambió a una de terror, con mucho miedo se metió en el baño. Pareciera exageración pero...

El agua estaba helada.

Aunque a fin de cuenta, salió con vida. Quizá con hipotermia pero con vida.

Tomó la prenda y se vistió como debía de ser y se dirigió a la cocina, observó el piso un momento.

Tomó esta vez una escoba y empezó a trabajar, algo debía de hacer, se sentía feliz.

Prosiguió limpiando y de paso Tarareando al mismo tiempo, y mientras seguía recorriendo la casa, mientras que el material de limpieza hacia contacto con el suelo, captó la atención de cierta muchacha.

Que se encontraba observando tristemente un objeto en sus manos, lo guardo enseguida al percatarse del pelinegro.

Ah, hola Ash buenos días-saludo rápidamente la pelimiel al instante de guardar aquel objeto

Buenos días Serena, ¿que estabas viendo?-pregunto curioso al ver la reacción de la joven.

Nada importante, ¿quieres desayunar?-sonreía con su repentino cambio de tema

Si he... seguro-aceptó no muy convencido pero dejo pasar ese momento

Ambos se dirigieron a la cocina y lo demás fue una mañana entre charla y degustación de una relajante merienda.

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Serena Pov...

Estuvimos charlando un rato, Habíamos terminado de comer, así que Ash se levantó de su sitio y se fue a lavar los platos.

Espere a que estuviera lo suficientemente lejos de mi punto de vista y me dirigí hacia mí habitación.

Metí mis manos en mi bolsillo y saque aquel objeto. Sabía que si Palermo se enterara que tenía esto en mis manos, se desesperaría como nunca.

Si Ash llegase a ver esto...No se que pueda pasar.

Se perfectamente que no está bien lo que estoy haciendo, Ash No debe de encontrar esto jamás.

Voy 1, me falta 2.

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Ash Pov...

Terminé de lavar los platos..me seque las manos y me dirigía al comedor.

No estaba Serena, quizá debió ir al baño. Así que me puse a observar algunas cosas de la casa.

Casi toda la casa estaba adornada con retratos enormes de la "mamá" de Serena, aunque uno de ellos me llamó la atención.
Era otra señora de cabello café; estaba acompañada de un señor; de una pequeña niña, que podía suponer que era Serena, y de Palermo.

Está estaba sonriente a un lado abrazando a Serena, los señores se abrazaban también...se notaban felices.

Recordé cuando Serena dijo que Palermo se ganó su confianza, y por lo visto tambien de su familia.

Fue Cuando te ví (Amourshipping)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora