¡Que hice!

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¡Aleluyaaaa! Es el fin del mundo, ¡estoy actualizando! 😂
Holaaaa, lamento no haber estado muy activa pero neta no tenía nada de inspiración. :'v
El punto es de que ya estoy de vuelta y espero actualizar mas seguido. 😂❤️
Siento haberlos hecho esperar tanto, y gracias a todos por sus comentarios, me alegra que les esté gustando la historia. 😍
Ah y otra cosa ¡ya vamos 8k! Muchisisisisimas gracias, me hacen feliz, jamás pensé que llegaríamos tan lejos, enserio se los agradezco de todo corazón. 💕
Por cierto, puede que haya personas que no entienda cierta expresiones, así que las palabras en negro van a estar "traducidas" en la parte final.
En fiiiin, ahora sí, lo que mucho esperaban ¡a leer!
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El camino a casa fue mas silencioso de lo que esperaba, Juvia no me había dirigido la mirada ni una vez desde que nos subimos al auto. Encendí la radio intentando aligerar el tenso ambiente que se había generado y comencé a tararear la canción que en ese momento sonaba, hasta que Juvia hablo.
-¿Por qué lo hiciste?- parecía cansada o mas bien confundida.
-estaban hablando cosas horribles de ella.- conteste después de pensarlo unos segundos.
-¿y? ¡La gente habla cosas horribles todo el tiempo!- subió el tono d e voz, vaya que estaba molesta.
-lo siento, no puede aguantarlo ¿si?- intente hablar lo mas calmado posible, pero estaba consciente de que sonaba como si estuviera a punto de explotar así que me orille hacia la salida de un edificio abandonado para prevenir cualquier cosa. 
-¡¿lo sientes?! ¡Te comportaste como un verdadero monstruo en frente de todos!- gritó furiosa mientras me miraba expectante, esperando a que le diera una buena excusa sobre mi comportamiento.
-¡le hicieron mierda el corazón a la persona que mas quiero! ¡No podía simplemente sentarme a escuchar como ese cabrón la humillaba de nuevo!- explote, no podía contenerme mas. Comencé a golpear el volante con impotencia bajo la furiosa mirada de Juvia.
-¡¿y era necesario golpearlo?!- siguió gritando.
-¡entiende que no podía hacer nada! No pude hacerlo, no pude ayudarla.- las imágenes de Lucy llorando me atormentaban.
-¡Todos te miraban como si estuvieras loco!- su voz aumento de tono, esto estaba mal, muy mal.
-¡me vale mierda si me miraban o no, solo necesitaba deshacerme de esa sensación!- me apoye en el respaldo del sillón, sentía mi cabeza pulsar, todo me daba vueltas.
El silencio se había apoderado del lugar así que voltee a mirarla, quiso decir algo pero antes de que cualquier palabra saliera de entre sus labios, agarró su bolso y salió del auto.
-¡Juvia, ¿a dónde vas?!- grite antes de que cerrara la puerta.
-me voy a casa, no me sigas.- cerró la puerta y camino, sé que debería seguirla, sé que no debía dejarla sola, pero en estos momentos no podía hacer nada.
Me recargue en el volante y cerré mis ojos lentamente, no entendía nada.
-Necesito pensar...- en cuanto alce la mirada, observe un pequeño bar ubicado justo en frente de mi.
-o quizás debo dejar de pensar.- susurre para mí, quite las llaves y baje del auto. Camine hacia aquel lugar no sin antes asegurarme de ponerle seguro a mi auto, y sin pensármelo dos veces, entre.
Era un lugar muy acogedor, las luces tropicales daban un ambiente muy tranquilizante y  los colores contrastaban con la música de fondo.
Me acerqué a la barra y me senté en un banco, en menos de un minuto, el chico encargado de la barra se me acercó.
-wow, ¿tan temprano vas a beber?- preguntó con curiosidad. Mire el reloj que estaba pegado a la pared, marcaba las 7:00 en punto.
-si no porque estaría aqui.- le conteste molesto.
-vaya, debiste haber tenido un mal día viejo.- aquel chico parecía no callarse nunca, y eso comenzaba a irritarme.
-solo dame lo más fuerte que tengas.- ordene frívolo.
-a sus ordenes.- respondió con una enorme sonrisa.
A los pocos minutos, llegó con un vaso repleto de una bebida de un extraño color amarillo. Lo dejo enfrente de mí y se fue.
Di el primer trago, aquel líquido quemaba por completo mi garganta.
-demonios, hace tanto que no tomaba.- no recordaba dicho ardor, pero me gustaba.
El tiempo pasó, al igual que las copas. Todo me daba vueltas, y no pensaba con claridad.
-oie ¿me pedes dejir la houra?- le pregunté al chico que estaba delante de mí.
-son las 11:09.- asentí para después seguir bebiendo, había olvidado todos mis problemas, me sentía relajado después de tanto tiempo.
-veeeeen y cuéntame la verdaaaad
Ten piedaaaaad y dime por queeee.- no tenía ni la mínima idea de que estaba haciendo, pero lo estaba disfrutando.
O eso era hasta que algo empezó a vibrar en mis pantalones; saque mi teléfono del bolsillo e intente leer el nombre, obviamente fue un intento fallido, así que conteste.
-¡Fullbuster! Si ibas a estar reproduciéndote como un vil conejo, al menos pudiste avisarme imbécil.- ¿quién era? Ni puta idea, quizás es bob esponja, espera ¡ya sé quién es!
-¡barneeeeey!
-¿qué carajos Gray?- sip, sin duda alguna era Barney.
-¡oh my gato, Estoy hablando con Barney! ¡Hey chicos, estoy hablando con Barney!- grite hacia mis nuevos amigos.
-¿estás borracho Fullbuster?- Barney parecía enojado, y eso no era bueno.
-no no no, bueno si.- huuuuy, ese meme está bien chingon*.
-Santa María de la papaya, ¿dónde estás Gray?- preguntó de nuevo Barney, era divertido hablar con un dinosaurio.
-yo no sé, bueno si se pero no te voy a decir.- una carcajada se escapó de entre mis labios, y seguido comencé a golpear la mesa.
-maldición Fullbuster, no soy tu niñera.
-¿Fullbuster? No no no, yo soy Carlos Santana.- volví a sacar otra carcajada.
-eres imposible, no te muevas, voy para allá.- antes de que pudiera despedirme de Barney, me colgó.
Pov Lucy.
Después de maldecir cincuenta mil veces a Gray por hacerme salir de casa a esta hora, agarre una chamarra, mis llaves y salí del departamento.
Me había mandado su ubicación minutos antes, Dios sabrá cómo lo haya logrado. Así que conduje hacia allá y minutos después, llegue a un pequeño bar de hippies.
Baje de mi auto y me pare enfrente de la entrada.
-¿sabes? Que se joda, no pienso entrar ahí.- me susurre a mí misma, pero mi parte angelical salió y me hizo recordar en todo lo que me ayudó, así que entre.
Mala idea.
El lugar estaba hecho un desastre, sillas rotas, mesas tiradas y había un olor que asustaba hasta al mismísimo demonio.
-iug, me vas a deber una muy grande Fullbuster.- susurre al aire. Esquive varios abrazos de borrachos y brinque cuerpos tirados en el piso hasta llegar a donde estaba Gray.
-en un mundo de caramelooooo
Donde todo sepa mejor, esa niña que llevo dentro de me escapa del corazoooon.- Lo. Más. Traumante. Que. He. Visto. En. Mi. Vida.
Fullbuster estaba arriba de una de las pocas mesas que seguía estable mientras cantaba el inicio de atrévete a soñar, y para acabarla de joder, estaba abrazando a un tipo sin camisa.
-¿qué carajos he visto?- dije al aire, para después sonreír como el gato de Alicia. Saqué mi teléfono y empecé a grabar todo. Minutos después, termino todo su show y tuve que ir por el.
-Okay, se acabo el show, es hora de irnos.- jale de la camisa a Gray provocando que se tropezara.
-Lushiiiiii.- gritó para después abrazarme.
-¡muévete imbécil!- lo empuje y puse su brazo alrededor de mis hombros.
Salimos de aquel asqueroso bar, y mientras caminábamos Fullbuster gritaba estupideces sobre Barney.
-vete al carajo, hubiera dejado que te prostituyeran.- susurre mientras lo arrastraba a mi auto. Después de una eternidad, Gray aceptó subirse al auto a cambio de un caramelo, maldito crío. Lo subí en los asientos de atrás y le puse el cinturón de seguridad, sino era capaz de tirarse por la ventana.
Encendí el auto y comencé a conducir, mientras lo hacía, Gray no dejaba de decir cosas a las que no entendía ni un carajo; o eso fue hasta que...
-Lushi, quiero vomitar.
-¡oh no! ¡Si lo haces, juro que te rapare mientras duermes!- grite, ¡mi bebe no!
Pero al parecer mi amenaza no funciono mucho, era oficial, alguien amanecería calvo.
-fiu, así está mejor.- dijo después de vomitar todo lo que había comido.
-estas. Muerto.- estaba furiosa, ¡el muy escupido había vomitado en MI bebé!
Gracias al cielo, no tardamos mucho en llegar, sino lo habría matado ahí mismo.
Una vez llegamos a la casa, lo baje a arrastras y subimos a paso de tortuga al departamento.
Y después de pasar horas intentando abrir el departamento sin que Gray se rompiera la cabeza, pudimos entrar.
En cuanto cruce la puerta, lo tire al sofá y justo cuando tenía las claras intenciones de irme antes de que lo estrangulara, Fullbuster habló.
-Lucy...- parecía estar más serio, al parecer vomitar en mi auto lo ayudó, estupido.
-¿ahora qué quieres? ¿No te pareció suficiente vomitar mi auto?- le dije aún dándole la espalda, sin embargo, no recibí repuesta alguna. Justo iba a voltearme cuando sentí que alguien me abrazaba por atrás.
-gracias por todo.- susurro en mi oído. Sentir sus manos en mi cintura y su respiración tan cerca de mí me ponía los pelos de punta.
-n-no importa, estamos a mano.- intente alejarme e irme, pero Gray no me dejo.
Me volteo lentamente, tomó mi rostro entre sus suaves manos y se fue cercando cada vez más hasta que pude sentir su respiración chocar en mis labios.
-Gray, estas borracho.- le susurre, esto estaba mal.
-por favor Lucy, desde hace tiempo tengo ganas de hacer esto.- contestó mientras cerraba sus ojos, mi corazón empezó a latir cada vez más rápido y eso me atemorizaba.
Fue juntando nuestros rostros cada vez más hasta que nuestros labios se juntaron.
Un segundo... ¡Gray me estaba besando! Debía alejarme, eso sería lo correcto, pero ¿por qué no lo hago?
Observe detalladamente su rostro ¡joder! ¡Se veía lindisimo! En ese momento no pude evitar sonreír, en ese momento me di cuenta de que por más absurdo y estupido que suene, me estaba enamorando cada vez un poco más.
Por Gray.
Estaba consciente de lo que estaba haciendo: estaba besando a mi mejor amiga. Sin darme cuenta, había anhelado este momento durante mucho tiempo. Disfrute de aquel beso, un beso que se sentía tan real pero a la vez tan falso, un beso que traería millones de problemas, pero sinceramente, no me importaba nada en esos momentos.
Segundos después nos separamos, sus ojos brillando junto a las impresionantes luces de la ciudad, sus labios rosados entreabiertos y su cabello recogido en un moño despeinado, no cambiaría nada.
-ejem... Debo ir a dormir, hasta luego.- sin siquiera dejarme decir algo más, Lucy salió corriendo hacia su habitación.
-Que hiciste Gray, eres tan estupido.- me susurre a mí mismo, me dirigí a mi habitación no sin antes mirar la puerta de su habitación, me sentí tan raro, tan confundido.
Me acosté en mi cama pensando en una sola cosa: había besado a Lucy Heartfilia.
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Chingon: es algo como súper cool, muy genial o algo así.
Atrévete a soñar: es una novela muy famosa en sus tiempos en México (no sé si también en otros países) el chiste es que todo mundo cantaba su intro (la que canta Gray).
Espero les haya gustado el capítulo, y si, no es un sueño ¡nuestra pareja por fin se beso! 😂😏
Gracias por todo su apoyo, cariño y comprension. 💕
Bueno, para ya no aburrirlos me despido. :'v
No olviden comentar, votar y compartir hacen que mi corazón salte de alegría cada vez que lo hacen. 💓
Los quiere y los ama, Xime.

I love you idiot!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora