ESTELGALEN

Un nuevo nombre y los tres guerreros

Tres caballos y sus jinetes corrian a gran velocidad a travez de las praderas, a lo lejos se vislumbraba el bosque verde, casi dos dias de retraso llevaban ya, en la mente de los jinetes un solo pensamiento: "comandante Rauros", lo veian parado a la puerta de su tienda con los brazos cruzados y la mirada realmente molesta, no se hablaban entre ellos, solo cabalgaban.

Al fin cruzaron la entrada del campamento, al bajar de sus caballos vieron al comandante salir de su tienda, pero a diferencia de sus pensamientos, su mirada era serena y se podria decir que se veia tranquilo de verlos. Uno de los jinetes, el más grande talvez, de complexión gruesa y musculosa se dirige hacia el con una voz casi avergonzada

- Comandante, lamentamos mucho el retraso, sin embargo Otharelen puede explicarle detalladamente el motivo señor.

- Gracias Kiliom, ve tu y Kael a guardar los caballos, asegurence de que les den alimento, ustedes también limpience y coman, los quiero aquí en una hora.

- Sí comandante.

- Otharelen, quedate necesito hablar contigo, entra a la tienda por favor.

El comandante entró a su tienda de inmediato. Killiom y Kael voltearon a ver a Otharelen quién se habia quedado atrás y no habia bajado de su caballo. Una sonrisita de satisfacción se vislumbró en la cara de Killiom, quien obviamente era el más molesto por el retraso. Kael sin embargo tenia una cara de pena, estaba preocupado por la regañiza que el comandante pudiese darle.

Otharelen bajó del caballo y de inmediato Kael lo tomo por la correa y le hablo a Otharelen con un susurro

- No te preocupes, alimentaré a tu caballo por ti y te guardare comida, procura llegar antes que Killiom arrase con todo.

- Gracias hermano.. - contestó Otharelen

Un poco avergonzado entró a la tienda, Rauros estaba sentado escribiendo profusamente, Otharelen se acercó y timidamente empezó a hablar:

- Comandante puedo explicar...

- no es necesario - interrumpió Rauros sin levantar la vista ni dejar de escribir - sea lo que haya sido, me alegra que esten aquí y a salvo.

Al fin levanto la mirada y para asombro de Otharelen su mirada no era de molestia, mas bien estaba tranquilo.

-Necesitaba hablarte sobre algo importante, hace unos días estuve en el bosque verde, visité al rey Oropher..

- ¿ El rey elfo?-  dijo Otharelen asombrado

- Así es,me pidió entrenar a tres de sus elfos. Deben aprender el manejo perfecto de la espada, ellos a su vez enseñaran a los suyos cuando vuelvan.
- Creí que ellos eran mejores que nosotros en combate.

Rauros sonrió, recordó su conversación con Oropher..se levanto de donde estaba y empezo a caminar alrededor sin ver a Otharelen

- Voy a asignarlos a ustedes tres para que los entrenen personalmente, por ello mande a que vinieran. Cada uno tomará un elfo y lo instruira, cuando dominen esas tecnicas se los rotaran.

- muy bien señor, pero por qué me lo dice a mi primero?

- Quiero que supervises a los otros dos, ademas quiero que estes a cargo del elfo llamado Thunder. Es uno de los principales guerreros del rey, tú dominas ciertas tecnicas que haz mejorado y me parecen estupendas, quiero que se las enseñes.

- De acuerdo comandante, así lo hare.

- muy bien, ahora ve a limpiarte y alimentarte y regresas mas tarde con los otros, les presentare a los elfos.

-si señor, me retiro.

Al salir de la tienda Otharelen da un suspiro de alivio, realmente los castigos del comamdante eran severos, sin embargo notó un aire de preocupacion en el comandante que le dejó con un poco de inquietud, seguro mas adelante lo diria como siempre, o lo descubriria, pero en ese momento era hora de correr o se quedaba con hambre.