UN LLAMADO DESDE EL BOSQUE PARTE 2

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Hyarion percibió el ambiente tenso que se había creado en ese momento e intercedió

- Mi señora, por favor , no se moleste con mi señor Rauros. De hecho, él solo seguía instrucciones de mi señor Oropher, no fue con ninguna intención de hacerle un daño.


- lo sé, Hyarion -  dijo Arvenien con una sonrisa - mi padre no es capaz de mentirme solo por lastimarme, lo único que lamento es no poder escuchar de su boca la verdad, sino mas bien, enterarme de una manera un poco violenta, pero también comprendo- siguió Arvenien buscando la mirada de su padre- que la situación de esta guerra y todo no permite hablar de temas tan irrelevantes como ese, por ello no culpo a nadie de esto, Thunder o quiero decir Thranduil fue, es y sera el elfo mas importante para el Bosque verde y eso nadie lo cambia..- Arvenien clavó la mirada en Hyarion -Ahora dígame mi señor Hyarion ¿cual es el motivo de su visita?.

- Si mi señora, mi señor Thranduil, solicita su presencia ante él en el bosque verde y me ha pedido venir a buscarla para llevarla conmigo. - Rauros ahogo un suspiro y Arvenien se sorprendió al sentir angustia en lugar de felicidad.

-¿Que pasa si me niego a ir? - dijo no muy convencida, de hecho.

- Me temo mi señora que mi señor Thranduil ya tiene una respuesta para ello. El mismo me dijo que si usted se negaba a ir, entonces EL mismo vendria por usted.Hyarion sabia muy bien lo terco que solia ser su rey cuando estaba convencido que algo le pertenecía, tal era el caso de Arvenien a quien Thranduil consideraba como suya.

-Mi señor Hyarion, dígame usted. ¿ que cree usted que el rey Thranduil quiere hacer con una simple mujer como yo? - la cara de Arvenien a este punto era de preocupación y nostalgia.

-Mi señora, créame cuando le digo que las intensiones de mi señor son honorables. Entiendo su preocupación, sin embargo, creo que lo mejor seria que usted misma descubriese sus intensiones , venga conmigo, le prometo que no estará sola, y no tema a mi señor Thranduil. Estoy convencido que en todo lo que él desea para usted, no hay absolutamente nada que le ocasione sufrimiento.


Arvenien lo sabia, sabia que su amado Thunder nunca haría nada para lastimarle, y la hacia feliz que la estuviese llamando a su lado, pero siempre había temor en ella. ¿ Como tendría que comportarse ahora frente a un rey? ¿ Aceptaran los demás elfos su presencia en el bosque verde?¿Y si todo salia bien? Su vida como humana simplemente era corta ¿ que pasaría cuando ella se volviese vieja? Sí, había mucho en que pensar.

- Mis señores elfos, sean bienvenidos y disfruten esta noche de su estadía se les dará todas las atenciones necesarias, les suplico me den esta noche y por la mañana tendré una respuesta para ustedes.

Arvenien les brindo una reverencia y se retiro a paso apresurado y con la mirada fijada en el suelo, Rauros sentía una opresión en su pecho, pues sabia la angustia a la que su hija se enfrentaba ahora, pero sabia que ella necesitaba meditar y confiaba en que ella haría lo mas sabio.. Hyarion tambien se sintio un tanto perturbado, tenia en alta estima al comandante y sus hijos, que no deseaba ser portador de noticias que ocasionaran un malentendido entre ellos. Aunque tambien se lo debia a su rey, sabia lo mucho que Thranduil estaba pasando y que necesitaba a su persona especial a su lado.
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Rauros entro despacio tratando de no hacer mucho ruido, y encontro a la pensativa Arvenien recostada en el umbral de su ventana que daba hacia el jardin. La luz de la luna le daba un aspecto angelical al rostro de la muchacha quien no quitaba la vista de un hermoso rosal blanco que parecia brillar bajo el cielo estrellado, como si un puñado de estrellas hubiese bajado a reposarse al jardin. Aquel hermoso rosal fue sembrado por la madre de Arvenien, el dia que se entero que seria madre. Era el consuelo de Arvenien, quien pensaba que su madre estaba alli entre esas rosas, por lo que conversaba con el, siempre que estaba asustada o preocupada. Rauros observo a su hija por breves momentos y pensaba en lo que diria su amada esposa si estuviese alli. Tenia miedo de perderla pero tambien la habia visto en los ultimos dias, sufria por su amor, y su rostro estaba palido y aquella sonrisa que la caracterizaba se habia ido.
- Hija mia- la voz de Rauros era suave y comprensiva- sabes lo mucho que tu madre y yo te amamos. Y deseamos que seas feliz. - Rauros logro encontrar un lugar para sentarse frente a su hija y tomar su mano. - yo le hice la promesa a tu madre que nunca iva a impedirte cumplir con tus sueños, por ello cuando me pediste ser una guerrera, me asuste al principio pero cumpli mi promesa y mirate , eres una de las mejores guerreras de Gondor. Y ahora que has robado el corazon de un rey creo que es mejor que te hagas responsable, al fin y al cabo es tu sueño tambien, estar al lado del elfo al que amas.


Arvenien rodeo con sus brazos a su padre, y se podria decir que ambos lloraron en silencio. Habia un significado detras de todo esto, habia un destino desconocido, habia miedo y esperanza. Pero sobre todo habia muchisimo amor.


A la mañana siguiente Rauros despidio a su hija y a los elfos, no sin antes hacerle prometer a Hyarion que cuidaria de su hija y que le enviaria noticias sobre ella constantemente. A mitad del camino, justo a la entrada al bosque verde dias despues de iniciar el viaje, otro grupo de elfos les esperaba. Thranduil esperaba ansioso dia a dia noticias de Hyarion y su corazon se ilumino cuando le anunciaron la llegada del grupo. Dio ordenes de inmediato para que se arreglara un festejo en la bienvenida de su amada y él mismo se preparaba para esa larga charla para explicarle sobre Thunder.


Para Arvenien el viaje le resulto un tanto divertido, aunque los elfos la llenaban de atenciones ella no les permitia en ocasiones hacerlo, charlaba con ellos y sonreia. Les daba lecciones de espada y de arco, al principio los elfos estaban sorprendidos, pero luego se dieron cuenta que definitivamente ella no era una mujer comun. Mas bien era fuerte, ruda y delicada al mismo tiempo y muy risueña. Arvenien les hacia mil preguntas sobre su vida elfica y hasta aprendio algunas frases en idioma. Si iva a vivir entre ellos debia de aprender lo antes posible. Los elfos tambien preguntaban sobre la vida en Gondor y estrategias de guerra, era impresionante como una mujer podia explicarles paso a paso como mejorar la habilidad de pelea. Al final del viaje llegaron a tenerle respeto y aprecio. El rey Thranduil habia hecho una excelente eleccion para su reina, pensaban.

 Al llegar a la entrada del Bosque Verde, Arvenien no podia dejar de ver los alrededores, todo era hermosura y paz, el aire que llenaba sus pulmones era puro y fresco. Sintio su corazon aliviado, por un momento olvido que dentro de poco tendria enfrente al mismisimo rey del Bosque Verde...entonces la voz de Hyarion la saco de su radiante meditacion-

- Aran estara muy feliz de verla mi señora. - Hyarion sonreia satisfecho- los tiempos en el campamento son uno de nuestros mas preciados recuerdos. Cuando llegue a su hogar llevaba un completo paquete para mi señores Kael y Killiom enviados por Aran. y traigo un paquete de vuelta.

- licor, ¿no es asi? - dijo Arvenien sonriendo.

- Asi es. - ambos rieron en complicidad- lo disfrutaremos mucho se lo prometo - luego señalo hacia adelante, Arvenien busco con la mirada y vio la inmensa puerta color marfil frente a ella, hermosa, justo al final de un hermoso puente blanco entre los arboles y cascadas de aguas cristalina, por un momento se pregunto si estaba en un sueño y si en cualquier momento despertaria, pero entonces lo supo. Estaba a unos minutos de encontrarse con Thunder, al fin despues de tanto tiempo, su corazon latia tan fuertemente que le era dificil respirar, ni siquiera en las batallas habia sentido tanto miedo y emocion a la vez... Una hermosa melodia empezo a escucharse cuando las puertas se abrieron...

- Esa melodia, es para usted mi señora - le dijo Hyarion - es su bienvenida.






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