La era elfica finalizaba, con la cuarta edad del sol comienza entonces la era del dominio de los hombres, por lo que los elfos y demás criaturas privilegiadas partirán hacia las tierras imperecederas. Dejando atrás una multitud de recuerdos y experi...
Thranduil estaba sumergido entre sus recuerdos y añoranzas, aquellas que se despegaron de las paredes de su corazón en presencia de Estelgalen quien ahora le pertenecía.
"Se la entregare al ser más amado por mi corazón"- las palabras de Arvenien venían a su mente y bañaban de un cálido sentimiento su pecho, pues era él, el dueño de la espada desde hacía ya miles de años.
De pronto una voz resonó en ese mundo en donde Thranduil caminaba en su pensamiento, haciendo que volviese de un solo golpe a la realidad.
- Mi señor. – Uno de los elfos sirvientes de Thranduil llevaba algunos minutos tratando de llamar la atención de su rey sin mucho éxito.
Por un momento Thranduil lo vio a los ojos desconcertado pero de inmediato sacudió la cabeza y contestó al llamado de su sierviente.
- Sí, ¿Qué sucede?
- Perdóneme mi señor, no quería interrumpir su meditación pero estaba por irme con las últimas cosas que estoy llevando de su despacho cuando me ha llamado la atención este sobre en el suelo, parece un documento muy antiguo mi señor.
El siervo extendió un sobre de color amarillento y poco arrugado, era sin duda una carta. Thranduil la tomo de inmediato, se dio cuenta que seguramente se encontraba dentro de la caja junto con la espada y probablemente había caído al momento que él la saco de su lugar.
- Gracias, veré de que se trata puedes irte.
- Con su permiso mi señor.
Cuando el sirviente se retiró Thranduil abrió el sobre cuidadosamente, tenía miedo que algún movimiento brusco hiciese daño al contenido y no pudiese enterarse de que se trataba. Al fin después de un poco de trabajo, pudo sacar la carta, la cual también estaba del mismo color amarillento y al desplegarla dejo escapar un olor a húmedo de antaño.
La letra sin duda era de Arvenien, Thranduil aclaro sus ojos y su corazón para leer cada una de las palabras como saboreando un delicioso plato de comida.
"Para el rey de mi vida, al que mi ser anhela intensamente, mi muy amado Thranduil:
Hace tan solo un momento te deje en tu despacho con el corazón roto, no sabes cuánto lloro en este momento y siento y que no podré sobrevivir por la angustia que me causa hacerte sufrir de esta forma. Por favor, no pienses que no te amo, no sabes cuánto amor llevo en mi corazón para ti, por momentos pienso que la vida lejos de ti no será más ella, pienso seriamente en si quiero vivirla sin contemplar tu presencia.
Debo decir que la decisión que tome es con justa razón, a pesar de ser una simple mujer se me dio el privilegio de ver unos segundos de tu futuro y contemplarte, completamente feliz y dichoso al lado de quien será tu esposa y de quien será tu hermoso hijo. Déjame decirte algo en cuanto a él, será alguien de mucha importancia en la tierra media y se ve que lo suyo son las flechas. Te preguntaras como lo sé, eso no importa, me importa tu felicidad mi amor. Quiero que tengas ese futuro y por ello caminare lentamente al mío, no sé qué será de mi después, pero estaré bien si tú estas bien.
Vive, y sé un rey sabio y fuerte. Ama a tu familia, disfruta a tu hijo. Gracias por amarme, gracias por hacerme tan feliz y gracias por recordarme. Espero tener el valor de darte esta carta. Vive amado mío, y se valiente.
Eternamente tuya.
Arvenien."
Una lagrima se deslizo en la mejilla de Thranduil, al punto de sorprenderlo a él mismo. Arvenien no pudo entregar esta carta a Thranduil esa mañana al irse del Bosque verde y decidió guardarla en la caja junto a Estelgalen. Ahora Thranduil tenía claro el sacrificio que hizo su amada Arvenien para que el tuviera a su lado algo que también para él era hermoso. El amor de Eildeth con quien tuvo milenios de felicidad y el orgullo más grande de su vida, su hijo Legolas. Agradeció grandemente el haberla conocido y amado.
Guardo la carta junto a la espada y la llevo consigo hacia su destino. Ya nunca estarían separados, al fin tenía un recuerdo de su Arvenien.
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**¡MUCHAS GRACIAS! Gracias, mil gracias por acompañarme en esta aventura, y por sus votos y bellos comentarios. Uno de mis mas grandes deseos seha cumplido: escribir una historia basada en Thranduil este maravilloso personaje que creo nuestro muy querido maesto JRR Tolkien, a él toda la ovacion. Hasta una proxima......
