Cuando estuvo frente a la puerta de color blanco con diseños de rosas amarillas se quedó frío, podía oír desde el otro lado el movimiento de sus cosas, tal vez la pecosa estaba corriendo hacia la ducha.
Se quedó quieto cuando oyó la otra puerta interior y supo que había entrado al baño, la curiosidad le pico las manos mientras la acercaba para girar el frio metal. Movió los dedos nervioso y finalmente lo giró abriendo la puerta hacia el maravillosos mundo de Adele.
Pudo ver su pulcra cama a un lado además de un estante lleno de libros rosas y rojos, los colores le encantaron. Sus ojos esta vez fueron hacia las colonias con envases rositas y tornasolados que brillaban con el sol que entraba por su ventana, Adele era una niña realmente y los peluches de ositos lo terminaron de confirmar.
Nervioso tomó una pequeña cosa que se le hizo familiar porque había visto el cajón de su madre algunas veces ya que ahí escondía los chocolates que siempre ocultaba de sus ojos, había una ropa interior de encaje sobre la cama, era de color melón y gritaba que era de Adele por todos lados.
Oyó la puerta abrirse y giró hacia esta nervioso.
La pecosa salió enrollada en una toalla y se detuvo sorprendida ante la presencia de Luhan en su habitación, frunció el ceño y enojada se acercó de una zancada hasta el asiático que nervioso miraba la piel desnuda de sus hombros, las mejillas se le tiñeron de rojo cuando la tuvo cerca por lo que solo atinó a mirar hacia un lado.
¿Qué haces aquí?-le preguntó enojada.
Quiero invitarte a salir –le susurró alzando la vista- vayamos al cine.
¡No quiero! –contestó enojada mientras cruzaba sus brazos.
Notó que al lado de él estaba la pequeña ropa interior de encaje que había estado buscando entre el montón de ropa que había llevado hacia el baño, estiró la mano y nerviosa la tomó para luego hacerla un bollito entre sus manos.
¡Ya vete!-le gritó.
Giró en su eje para irse enojada pero se quedó a la mitad de la habitación refunfuñando y sintiendo como la sangre le subía a la cabeza, las manos se le hicieron puños justo cuando sintió a Luhan abrazándola desde su posición.
¡Suéltame!-le gritó mientras salía de aquel brazo.
Este solo retrocedió avergonzado por lo que acababa de hacer y es que no sabía como podía acercarse a ella, era sumamente difícil.
¡Lárgate!-le volvió a decir mientras corría hacia el baño y tiraba la puerta.
Ya dentro se miró con asco en el espejo, Luhan le hacía enojar tanto que odiaba y quería olvidar de manera rápida lo que acababa de pasar pero sabía que no iba suceder, lamentablemente el cerebro humano tenía es complejidad y recordaría eso de por vida. Tembló y se sacudió mientras se quitaba la toalla para entrar a la bañera.
A pesar de todo evocó entre la cerrada de ojos a la única persona que la hacía feliz, no podía ni siquiera respirar con tranquilidad cada que lo recordaba, la cita había sido maravillosa y deseaba con fervor que la invitase otra vez, aunque lo pensaba mucho. Tal vez tendría ahora que invitarlo a salir ella y organizar algo que fuese digno de un príncipe como él.
¿Una cena frente al mar? ¿Debía llevar una grulla de papel también?
Se sentó en la tina mientras pensaba en Jong Dae y su rostro de impresión al verlos solos, ellos dos, tal vez y podría también imaginar un beso tierno a la mitad.
La piel se le escarapelo y se tapó la cara mientras reía, tendría que organizarlo todo muy bien si quería que lo suyo siguiese y para ello tendría que pedir la ayuda de América. Se removió para coger el jabón líquido de fresas cuando su madre tocó la puerta y lo supo por los bruscos golpes que se oyeron.
¡Sal inmediatamente!-gritó.
¡Estoy tomando un baño!-le gritó desde adentro.
Antes de que gritase otra cosa, su madre abrió la puerta y la pecosa se quedó estática en medio del agua ante la actitud de su madre porque nunca antes había hecho aquello.
¿Qué es lo que te pasa?-alzó la voz- Luhan es un niño hermoso, tiene dinero, de buena familia y sobre todo... está enamorado de ti.
Mamá, Luhan no me agrada –susurró bajo.
¡Tu padre ya habló con los padres de Luhan!-alzó la voz- se suponía que hoy sería su primera cita Adele.
¡Mamá!-giró y chapoteó haciendo que el agua salpicase-¡no quiero casarme!
¡Lo harás!-la señaló.
Adele se sintió pequeña ante la mirada de su madre por lo que solo bajó la vista como un perrito herido y cerró los ojos queriendo llorar, era demasiado para ella.
Su madre salió haciendo sonar sus tacones enojada ante ello y hasta lanzó la puerta haciendo vibrar las lunas del baño.
Se sintió nada nuevamente y decidió salir de la bañera sin ganas, todo iba en su contra en ese momento. Cuando salió hacia su habitación no hizo más que buscar aquel recuerdito que la hacía sonreír, abrió el primer cajón de su escritorio hasta que lo halló.
Ahí estaba la pequeña grulla de papel, sonrió nuevamente mientras lo miraba contra la luz. Ante los ojos de los demás podía ser una tontería, algo sin valor, para ella lo era absolutamente todo.
♥♥♥
Algo aburridín e.e pero ya se viene lo bueno.
¡Beso!
PDTA: Estoy pensando en cambiar mi User a mi User antiguo de juegos.Era Ariris. No sé el motivo e.e
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Station Love ❃ Kim Jong Dae
Fanfiction♥ Sus pupilas vieron las suyas entre el gentío y se perdió como satélite en el cosmos, Jong Dae tenía no solo magia en la mirada, si no también en la voz. ♥ Inspirado en el subway de Madrid.