♥ Sus pupilas vieron las suyas entre el gentío y se perdió como satélite en el cosmos, Jong Dae tenía no solo magia en la mirada, si no también en la voz.
♥ Inspirado en el subway de Madrid.
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Cuando la pecosa abrió los ojos, alzó la cabeza un tanto asustada para mirar hacia la pantalla encima de ella y poder identificar por donde estaban, el avión estaba bastante cerca de París por lo que no tardarían en despertarlos.
Todos los pasajeros, incluyendo su novio y sus amigos estaban dormidos. Jong Dae se encontraba a su lado todavía tomando su mano y la frazada hasta el cuello, Adele le sonrió mientras acercaba su mano a su pequeño rostro que parecía haber sido cincelado por algún escultor, palpó sus cejas y notó el pequeño lunar que tenía en una de sus cejas, la pecosa se acercó a este y lentamente besó los labios del muchacho.
Adele se acostó a su lado todavía aferrándose a él y cerró los ojos queriendo que aquel momento jamás terminase, alzó los ojos notando que las pestañas de Jong Dae se deslizaban ante el movimiento ocular del muchacho que estaba somnoliento aún.
¿Ya llegamos?-susurró hacia ella.
Todavía –susurró Adele acostándose sobre él- pero falta muy poco.
El muchacho volvió a acostarse palpando esta vez los suaves dedos de su novia, sonrió mientras esta vez miraba bajo los asientos delanteros notando los pies descalzos de Adele, sus medias de copos de nieve no hicieron más que hacerlo reír en voz baja.
Ambos estuvieron en silencio, oyendo las respiraciones de los pasajeros y sintiendo como parecían estar suspendidos en el aire, era mágica la sensación de sentirse sobre las nubes el uno con el otro.
Cuando las luces se encendieron de golpe anunciando que ya estaban por aterrizar, Sehun despertó quejándose, abrió los ojos y se sentó sin mover mucho a América que estaba hecha un ovillo a su lado. Estiró el cuello por encima de los asientos para hallar expresiones iguales a las suyas, estaba ahora nervioso por encontrarse en un lugar totalmente desconocido para él.
América se despertó estirándose, giró la cabeza de derecha a izquierda mientras notaba como las personas abrían sus ventanas dejando entrar la luz, era un tanto incomoda la sensación pero debía ya acoplarse.
Sehun la abrazó desde atrás y le besó la mejilla de lado mientras esta se tiraba hacia atrás, el más alto terminó riendo ante su gesto tierno y le quitó la pequeña frazada que cubría su cuerpo.
¿Lista?-le susurró este mientras la miraba ahora a la cara.
América sonrió al mismo tiempo que miraba a la aeromoza que les pedía que iban a aterrizar y no podían quitarse los cinturones, Sehun se mantuvo quieto mientras miraba a Jong Dae sonreírle a la pecosa. Después de todo, estaban todos juntos y tenía que agradecérselo.
Cuando el avión aterrizó Adele fue la primera en levantarse del asiento, América lo hizo del mismo modo salvo que del otro lado y detrás se formó Sehun que se acomodaba de manera avergonzada la chaqueta. Todas las personas se veían diferentes y nuevamente ese pequeño complejo que lo aquejaba llegó, tomó la mano de su novia y mientras veía como Jong Dae avanzaba junto con Adele del otro lado decidió imitarlo y disfrutar de ese viaje.
