♥ Sus pupilas vieron las suyas entre el gentío y se perdió como satélite en el cosmos, Jong Dae tenía no solo magia en la mirada, si no también en la voz.
♥ Inspirado en el subway de Madrid.
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Adele despertó con el ruido de la puerta, alguien estaba tocando con prisa y sabía que era su madre, los anillos que portaba en la mano hacían un ruido irritante que la hizo gritar.
¡Estoy despierta!-dijo sentándose.
No había notado que su diario estaba sobre su pecho por lo que calló con algunas hojas abiertas dejando ver una rosa seca sobre su cama.
Cariño, tu padre está yendo a la empresa y yo estoy yendo a ver a tu abuela...
¿Le pasó algo?-preguntó Adele sorprendida.
Quiere pasar la tarde conmigo y tu tía –se quejó- ya sabes como se ponen con la edad.
¡Ve con ella!-se quejó la menor para luego levantarse.
Su madre la vio ir al baño mientras arrastraba los pies cuando vio la rosa sobre los edredones blancos, recordaba con perfección ese detalle del pequeño Luhan y le alegraba que su hija al fin estuviese aceptando la presencia del muchacho.
Adele ingresó a la ducha de agua tibia mientras se estiraba recordando en la sonrisa de su perfecto novio y es que el solo hecho de pensar en Jong Dae la ponía de maravillas.
Frotó el jabón de rosas por su blanquecina piel al mismo tiempo que tarareaba una canción que había oído cantar al perfecto Kim Jong Dae, no podía dejar de pensar en el perfecto beso que se habían dado en su última cita y en el fuerte abrazo que le había regalado.
Todo había sido tan perfecto con él que se sentía como si estuviese en un cuento de hadas en el que Jong Dae, vestido de príncipe, venía a salvarla en un caballo blanco bellísimo.
Salió de la ducha aun tarareando cuando la pantalla de su móvil se encendió a un lado de la pequeña repisa del baño, Adele lo tomó de inmediato para notar que se trataba de un mensaje enviado por su mejor amiga. Ingresó rápidamente a la mensajería para poder ver lo que había enviado su amiga cuando se sorprendió de ver una foto de Sehun con Jong Dae en la piscina de la muchacha.
"¿A que hora vas a venir?"-leyó susurrando.
Adele acercó la foto para ver a ambos muchachos en la piscina, Jong Dae tenía una camiseta de tiras blanca y Sehun estaba sin camiseta. La idea que se había hecho anteriormente regresó a su cabeza y al instante se encontraba echándose aire con una de sus manos mientras miraba la imagen, Sehun era muy simpático pero Jong Dae... lo imaginaba sin camiseta y las mejillas se le ponían tan rojas y la respiración s ele aceleraba al igual los latidos.
"Voy a decirle a mamá una mentira y te veo en un momento"-texteó y envió.
Adele corrió hacia su ropero mientras buscaba un bikini que había usado hacía un tiempo y que pensaba era perfecto para la ocasión, finalmente al fondo de uno de sus cajones lo encontró.
