Nunca te has sentido diferente?
Que no encajas en ningún lado?
Kate si.
Y no solo ella.
También un grupo de chicos del internado Moonstate.
Y cuando ella sea llamada para asistir, tendrá que aprender a comprenderse a ella misma con sus nuevas y pecu...
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Entramos en la habitación, y nos encontramos con Lana en su cama, pintándose las uñas de color transparente.
-Hola Lana- le dijo Leah.
-Hola- dijo ella simplemente, sin levantar la vista de sus uñas.
Leah se acerco a el ropero, y empezó a revolver entre los percheros.
-Donde estará...?- murmuraba mientras iba tirando hacia atrás todo tipo de prendas.
-Que cosa?- le pregunte mientras esquivaba una falda color lima.
-Mi bata! Estoy segura que la deje por aquí...
-Bata?- le pregunte, intrigada.
-Si, bata. Vamos a ir a otra habitación, y se supone que no podemos salir al pasillo de noche sin una bata. Es para evitar a los acosadores o algo así, pero todos saben que es mentira.
-Aun así- interrumpió Lana-, tu cumples esa regla.
-Si, no quiero tener mas problemas de los que ya tengo- dijo Leah, y luego se le ilumino la cara-. Aquí esta!- saco una bata de color turquesa apagado, y me la mostró-. Esta es mi bata. Memorizala por si la vuelvo a perder.
-Yo no tengo bata- le dije, algo preocupada.
-Yo tengo de mas- dijo Lana, y se dirigió al ropero.
A diferencia de la sección de ropa de Leah, la de Lana estaba perfectamente ordenada. Saco de un perchero sin problema una bata color crema y me la extendió con seguridad.
-Gracias- le dije mientras tomaba la bata.
-No hay de que- me dijo, y volvió a la cama.
-Tu también iras a la reunión en la habitación de Luise hoy, Lana?- pregunto Leah mientras guardaba apretadamente todo lo que había revoleado.
-Si, me invito- le respondió Lana.
-Hace esto muy seguido?- pregunte.
-Mmm...a veces. Pero no siempre invita a las mismas personas.
Asiento, y tomo mi piyama de mi bolso, que estaba sobre mi cama al entrar al cuarto.
-De todas maneras, la pasaras bien. Hace una reunión con todas las chicas cada vez que una llega, lo que, por cierto, no es muy frecuente.
Vuelvo a asentir, y miro al suelo, preguntándome cuando averiguare que es este lugar, y por que me trajeron aquí.
