Nunca te has sentido diferente?
Que no encajas en ningún lado?
Kate si.
Y no solo ella.
También un grupo de chicos del internado Moonstate.
Y cuando ella sea llamada para asistir, tendrá que aprender a comprenderse a ella misma con sus nuevas y pecu...
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-Practicar?- preguntó.
Leah asiente, y me dice:
-Debes hace que tu don se ejercite y se haga fuerte. Todos aquí lo hacemos, es como...ir a la escuela...pero mejor.
Se come de un bocado el pedazo de pastel que tenía en la mano, y casi se traga la servilleta.
-Entonces...que se supone que haga?
Ella mastica y traga, y luego me dice:
-Debes de hacer un ejercicio, que Madame Deer me dio para ti. Ven, vamos- me toma de la mano, y ambas vamos a el bosque.
-Bien, te esperare afuera- me dice una vez que llegamos a el centro del bosque.
Ella empieza a encaminarse hacia el jardín.
-Pero...que se supone que haga?- le preguntó a los gritos, pero ella no se gira, y pronto la pierdo de vista.
Me siento entre unas hojas secas, y me quedo en silencio, sola y aburrida.
Luego de unos minutos de espera, y cuando ya estoy convencida de que voy a volver, siento algo.
Es...algo nuevo, que nunca había sentido antes, como una presión en el pecho, el la garganta, y siento cómo el pelo de la nuca se me eriza. Escucho pasos, pero están muy lejos, es como un sonido sordo, que solo yo puedo escuchar. El latido de un corazón acelerado me retumba en la cabeza, y sé que no es el mío.
De a poco, los pasos se hacen más cercanos, aunque aún son silenciosos. Me paro del suelo, y me pongo alerta, lista para lo que sea que venga.
De repente, la previno se hace más fuerte, y me giro justo para encontrarme cara a cara con un enorme Jaguar amarillo brillante. Es como del doble de tamaño de un Jaguar normal, y me mira con atención, directo a los ojos.
El miedo me invade, y siento que él lo sabe. Aún tengo esa precion en el pecho, como si supiera que está aquí. De repente, siento algo...diferente, siento que algo más se acerca, y veo que Leah se acerca corriendo.
-Bien...ya es suficiente, Max- dice en dirección al jaguar.
Cuando me vuelvo hacia el animal, ahora solo está Max, que me mira con aburrimiento.
-Si ya terminaron, tengo que ir a practicar.
Y se va, dejándome sola con Leah.
-Que...acaba de pasar?- le preguntó.
Ella se acerca a mi, y me sonríe.
-Acabas de probar tu talento. Eso que sentiste, es tu capacidad para ver y sentir la vida. Madame Deer me dijo que te trajera aquí, y por eso pudiste completar tu ejercicio.
No digo nada, y ambas volvemos a la Casa. Aún siento la presencia del jaguar frente a mi, viniendo corriendo a lo lejos, con la fuerza y el poder de un animal y un hombre.
