34 (Sam)

7 1 0
                                    

Como Luise para en un negocio a mirar una vidriera, me pongo a caminar en dirección a las pequeñas casas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Como Luise para en un negocio a mirar una vidriera, me pongo a caminar en dirección a las pequeñas casas.

Paseo por la calle, prestando atención a los pequeños sonidos de la ciudad, que para algunos, son casi invisibles.

Un auto se acerca por detrás, y lo esquivo antes de que logre tocar bocina.

Los pasos de mis amigos resuenan por el piso, algunos acelerados, otros ansiosos, pocos tranquilos. Me gustan los sonidos tranquilos. Me dan paz.

También me gusta el sonido que hace una chimenea al prenderse, como las llamas bailan sobre los troncos. 

También me gusta el sonido de el chocolate caliente sirviéndose, mientras el vapor y el frío escapan de la taza, y lo acompaña un suspiro de alegría.

Y también me gusta el sonido de los abrazos, un sonido que casi nadie conoce, pero que toca la más bella canción que se pueda imaginar, rebosante de calor y amor, de felicidad y tristeza, de sentimientos...

A veces, cuando cierro los ojos, puedo sentir todos los sonidos juntos, que me rodean y me cantan, llenándome de energía y libertad, alegrando los ruidos malos y buenos, con su melodiosa sinfonía.


Alone (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora