Nunca te has sentido diferente?
Que no encajas en ningún lado?
Kate si.
Y no solo ella.
También un grupo de chicos del internado Moonstate.
Y cuando ella sea llamada para asistir, tendrá que aprender a comprenderse a ella misma con sus nuevas y pecu...
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Al salir del despacho de Madame Deer, me dirijo (aun confundida), al comedor para almorzar.
Dentro, distingo dos pares de miradas que recaen sobre mi. Las dos chicas que siempre veo juntas, Jane y Tessa creo, cuchichean desde la mesa de enfrente, mientras me miran con ojos curiosos.
De repente, Lana y Leah se sientan conmigo.
-Así que- empieza a decir Leah mientras se mete un pedazo de carne en la boca-, Madame Deer ya te lo explico todo, verdad?
Lana levanta la mirada, esperando mi respuesta, y yo simplemente asiento con la cabeza, mientras intento concentrar la mirada en un hoja de lechuga reposante en mi plato.
-Te...provoco algún tipo de sentimiento?- sigue intentando Leah, mientras yo tomo un sorbo de agua.
Me encojo de hombros, y, un segundo después, Lana hace un ruido bastante fuerte al golpear su tenedor contra la mesa.
-Nos seria mas fácil adivinar, si tu al menos nos dijeras algo, Kate- me dice severamente, luego de respirar con paciencia.
Levanto la cabeza, y les digo:
-No...yo no les creo. A nadie- digo, sonriendo falsamente. Y tras otro diminuto bocado de ensalada, me levanto y salgo a toda velocidad del comedor.
Voy hacia la habitación con paso apresurado, mientras escucho el incesante sonido de las botas de Leah chocando contra el suelo, y el simétrico sonido de los filosos tacones de aguja de Lana.
Subo la escalera tan rápido como puedo, pero de repente, algo empieza a fallar. El aire se vuelve pesado y difícil de respirar, como si se hubiera convertido en algún tipo de condensación abrumante, que no me deja respirar.
Me sostengo de la baranda mas cercana, y de repente siento las frías manos de Lana sujetando mi brazo. De repente, empiezo a respirar con normalidad, y el aire se vuelve a internar en mis pulmones.
-Ven aquí- me dice Lana, mientras sostiene mi brazo con aun mas fuerza, llevándome escaleras arriba. Leah la sigue por detrás, sin mirarme en ningún momento.
Cuando la puerta se cierra tras de Leah, me siento en mi cama, y pregunto:
-Que...?
-Lo que acaba de pasar, es una muestra de que lo que Madame Deer te dijo no son mentiras- me dice Leah con tono autoritario, mientras camina por la habitación con enfado.
Lana permanece junto a la puerta, como esperando a que yo intente escapar para que ella pueda detenerme.
-Quien...? Como...?- sigo tartamudeando.
-Lana acaba de malgastar su don Imperium contigo. Ella maneja y controla a su voluntad el aire, el que respiramos, y el que hace soplar al viento. Ella lo uso simplemente para derrocar aquellas falsas afirmaciones que llenaron tu mente.
Sigo confundida, pero ahora un poco menos.
Luego de ese discurso, Leah salio echa una furia de la habitación, y yo me quede contemplando a Lana, que, con esa apariencia suave y perfecta, podría haber logrado matarme.
