Nunca te has sentido diferente?
Que no encajas en ningún lado?
Kate si.
Y no solo ella.
También un grupo de chicos del internado Moonstate.
Y cuando ella sea llamada para asistir, tendrá que aprender a comprenderse a ella misma con sus nuevas y pecu...
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Me gusta ir a la ciudad, aunque, cuando no me elijen para la visita mensual, no me molesto.
Sé que hay chicos que no podrían aguantar las ganas de salir del interanado, y también sé que hay otros que solo van por qué Madame Deer insiste.
Yo soy bastante neutra.
Me da igual si me elijen o no.
Esta vez, me quedo en la Casa.
Estoy en mi típica mesa de cristal, al otro lado del jardín, observando a Tom y a Charlie jugar con una pelota vieja al fútbol. Siempre me dieron ternura, el como Charlie trata a Tom como si fuera su hermanito, y que siempre esté con el en todos lados.
Luego de que Charlie le gane, Tom se acerca a mi con el ceño fruncido.
-Creo que lo mío no es el fútbol- dice, dándome la pelota gastada que tiene entre las manos.
-Intenta con otra cosa- le respondo, pasándome la pelota de una mano a otra-. Seguro hay muchos pasatiempos más que puedas probar.
-Pero ya intente jugar al basquetbol, al handball, al béisbol...intente hacer esgrima, gimnasia, karate, Kung fu....también dibujar, escribir, leer, pintar paisajes y personas, jugar juegos de mesa, observar aves...hasta hice barquitos en miniatura dentro de botellas! Y nada. No puedo mantener un pasatiempo que disfrute.
Me quedo pensando un minuto, y luego digo:
-Tal vez...debas intentar armar cosas! Ya sabes, con ladrillos de juguete o bloques de plástico. Eso no lo has intentado aún.
Me mir como si estuviera diciendo algo absurdo, pero luego sonríe y dice:
-Lo intentare.
Camina hacia dónde está Charlie, y le da una sutil pala manda en la espalda, haciendo que a él chico le de un leve descarga eléctrica.
-Vamos- dice Tom, empezando a caminar hacia la Casa-. Tenemos unos edificios que construir!
Charlie niega con la cabeza mientras se ríe, y empieza a seguir a su pequeño amigo.
Me levanto de la silla, y voy hacia la cocina, dispuesta a prepararme un café. Pero antes de poder entrar, alguien me toma por detrás.
-Hola Hay- me dice Neal con cariño, tomando mi mano.
