62 (Alex)

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La cama se siente fría

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La cama se siente fría. Vacía. Sola. 

Nunca dormí en la misma cama que Scarlet, pero a ella le gustaba esperarme en la mía leyendo un libro cuando salía de bañarme. 

Me besaba, y sus labios siempre estaban tibios, y me hacían olvidar del agua que me cubría el cuerpo.

Ahora, al secarme el pelo con mi toalla, solo siento frío.

El suero Praesentia parece funcionar bien, aunque siento una presión en el pecho, un dolor que me cuesta soportar.

La extraño.

Quiero que vuelva a mi lado.

Todo con ella...siempre fue  más fácil. No me sentía solo.

Me recuesto en mi cama, y veo por la ventana. Anochece con rapidez, y no quiero bajar a cenar. No tengo fuerza para ello.

Estoy algo preocupado, y quisiera saber como esta. A ella le pasara lo mismo? Sentirá esta lejanía?

Me acomodo en la cama, aunque sé que nunca podré estar cómodo.

No mientras ella no este.

Cierro los ojos, buscando dormir, cuando escucho:

-Que es lo que te pasa, Alex?

Me giro e incorporó, sobresaltado, y me encuentro con algo sumamente extraño y llamativo.

En el suelo, junto a mi cama, esta Scarlet. Pero no es la Scralet de ahora, sino su versión de niña, más pequeña. Tal vez unos...nueve, diez años.

Me mira, con sus enormes y oscuros ojos mirándome, expectantes. Sus pecas son ligeramente más oscuras que las que tiene ahora, y viste un vestido largo totalmente rojo, su color favorito.

Me quedo immovil, sin saber que hacer. Ella espera aún, que le responda. Pero yo no le hablo.

-Te encuentras bien?- vuelve a hablar, y se quita el pelo negro del rostro, más redondo e infantil que ahora.

Yo niego con la cabeza, y ella apoya su mano en mi pierna.

-Cuéntame.

No hablo. No lo haré. Por qué sé que no es real.

-Cuantame que te pasa.

Vuelvo a negar, y sus pequeñas y oscuras cejas se fruncen.

-No eres real-  le digo, y vuelvo a voltearme.

No han pasado unos segundos, cuando siento como otro peso tira la cama hacia abajo. Se sentó. Junto a mi

-Pero claro que lo soy- me dice-. Tú puedes verme, verdad?

No hablaré. No...lo haré.

Pero es tan...tentador.

Me vuelvo a girar.

-Se que no eres ella. Solo eres una creación de mi mente.

La pequeña Scarlet niega con la cabeza y sonríe. Luego, vuelve a mírarme.

-Si no fuera real, no sentirías esto.

Toma mi mano, y yo siento la suya. Esta tibia y suave, como la de Scarlet. Pero ella es Scarlet. O no? No, no lo es. No es real.

-Una creación muy realista- contraatacó.

Ella me sonríe, y se acerca más a mi.

-Vamos, Alex. Sabes que si soy real. Que si estoy aquí.

Me incorporo y me siento. La miro. Parece tan...real. Será posible? Podría...? No, claro que no. Scarlet se fue, a un viaje para ver a un doctor, para curarse.

Pero esta pequeña ella...

Es tan real.

-Estoy aquí- pone su mano en mi pecho, sin soltar la que me toma la mía-. A tu lado.

Si, está aquí. Esta junto a mi. Ella si es real. Lo es? No, Scarlet se fue...se fue a...

La pequeña Scarlet se acerca a mi, aún más. Su rodilla ya toca la mía. Me mira, me sonríe. Siento sus manos, calientes al tacto, que se apoyan en mi.

La miro a los ojos.

-No eres real.

Me doy vuelta, y miro la pared. Sé que aún me mira. Pero se irá. Igual que la verdadera Scarlet.

De repente, siento como sus pequeñas manos tocan mi espalda desnuda.

Luego sus brazos.

Me rodea con ellos, y me atrae hacia ella.

-Si que estoy aquí. Me quedaré contigo.

Niego frenéticamente. Quiero que se vaya. Ella no es real! No lo es!

-No me amas?- me pregunta la pequeña Scarlet, intentado tomar mis manos.

Niego. Niego. Niego. Es lo único que sé hacer. Estoy cansado. Muy cansado.

-Alex?- me llama, y yo me resisto a darme vuelta. 

Siento su pelo escurrirse por mi espalda, tan suave y fino como el de ella. Pero ella no está aquí.

-Estoy contigo, Alex. Me quedaré contigo. Solo debes mírame. Soy real, Alex. Ya no lo niegues.

Me besa los hombros, y sus tibios labios me hacen cosquillas.

Quiero que se vaya. Que desaparezca.

Esto no es real.

No lo es.

Estaré enloqueciendo?

La cordura me a abandonado?

Ella sigue aquí?

Es real.

Lo es?

O no?

No lo sé.

O si?

-Mírame Alex. Solo...mírame.

Ya.

Basta.

Ya.

Basta.

Ya...

-BASTA!- me giro a mirarla. Le grito. Cierro los ojos con fuerza, deseando que se vaya.

Las luces parpadean.

Abro los ojos.

No hay nadie.

Estoy solo.

Y esta vez, en verdad lo estoy.

Alone (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora