The Unwanted Life - LIBRO TRES || The Wanted Fanfic.

Capitulo 35.-

Gracias a todos por sus dulces comentarios y por sobre todo la paciencia que tienen al esperar un nuevo capitulo!! son las mejores.

-Esto sonará raro para ti o quizás te incomode en tu relación con Ariana pero… -Mordí mi labio inferior,  él me miró por unos segundos y luego volvió su vista hacia el camino, se detuvo en un rojo –

-¿Qué? –

-Estaba pensando que si podrías vivir unos meses conmigo para ayudarme con Noah – Baje la mirada y miré mis manos – Si quieres claro – Baje el tono de mi voz –

Se estacionó a un lado de la calle y me miró confundido. No me había equivocado al pensar que se lo iba a tomar como una señal de que yo quería volver con él.

-No sonrías de esa manera – Lo detuve antes que empezara a hablar – No estoy dándote una nueva oportunidad –

-Ah – Su sonrisa se borró de rostro y volvió a prender el motor, siguió de regreso a casa – ¿Entonces porque  me lo ofreces?

-Si no me equivoco tu eres su padre – Rodee los ojos – No quiero separarla de ti, pronto tu banda empezará la gira y se te hará más difícil. –

-Tienes razón –Se estacionó fuera de mi casa -¿Puedo pensarlo?

-Claro – Le sonreí y abrí la puerta, me baje lentamente –

Nathan se bajó, sacó a Noah de la silla mientras en su hombro colgaba mi bolso con las cosas. Caminé hacia la casa, busque las llaves y abrí la puerta.

Había movimiento en la casa, fui a ver al living. Me sorprendí al ver a Jess con Jay acurrucados en el sofá, cuando me vieron se pusieron de pie rápidamente y fueron a mi encuentro.

-Bienvenidas a casa – Jay me abrazo cuando se separó se acercó a Nath para ver a la bebé –

-¿Cómo estás? – Jess se sentó y yo lo hice a su lado –

-Bien – Respondí – Estoy feliz de estar en casa nuevamente –

-Ven, Tom con Kels te tienen una sorpresa arriba -  Tomó mi muñeca y me arrastró hacia la escalera –

Miré hacia atrás, Nathan estaba hablando con Jay sentados mientras sostenía a Noah.

Subimos las escaleras, llegamos a una de las habitaciones que nadie ocupaba en casa. Abrí la puerta y me encontré con un  cuarto totalmente decorado con diseños para niñas, muebles blancos con toques rosados y en un rincón estaba la cuna del mismo color de los muebles, era todo hermoso. Me llevé la mano a la boca tratando de aguantar mis ganas de llorar.

-¿Cuándo lo hicieron? – Le pregunté emocionada – Es hermoso – Abrí uno de los cajones y pude darme cuenta que habían ordenado hasta las prendas de vestir de Noah –

-En los dos días que estuviste en el hospital, Nathan ayudó a decorar – Se ubicó a mi lado y miró el papel tapiz que tenía animales en él –

Sonreí y me senté en la silla mecedora que estaba en el otro rincón del cuarto.

-¿En qué estás pensando? – Suavizo su voz y se colocó frente a mí –

-No sé si hice lo correcto o no – Alcé la vista a sus ojos –

-¿De qué estás hablando? –

-Le dije a Nathan que viniera a vivir conmigo – Me tape la cara y luego me tiré mi cabeza hacia atrás –

Ya no estaba tan segura de lo que le había propuesto, había visto su cara de felicidad al escuchar que  lo aceptaba devuelta en casa, pero era sólo por el bien de nuestra hija. Yo ya no quería volver con él.