Capítulo 25.

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Los golpes que recibió Corey cuando lo vieron mis amigos fueron algo mínimo comparado con el que recibió de su prima por no haberle traído comida de su viaje a Canadá.

El estómago del chico no fue el mismo desde aquél oscuro día.

Incluso Sabrina, que lo había mordido por la misma razón, se sintió apenada al verlo arrodillado en el suelo mientras Melanie pateaba su abdomen.

Hay que ver la obsesión que tiene la chica por la comida.

Me sorprendió lo falsos que resultaron ser los chicos (lo digo en broma), pues hace una semana atrás todos y cada uno de ellos estaban de acuerdo en que Corey era un imbécil que debía ser quemado en la hoguera. Pero después de los golpes, todos y cada uno de ellos corrió a llorar en sus hombros diciéndole lo mucho que lo extrañaron y que sin él su vida era una completa miseria.

Me dio risa porque un segundo después Sabrina y Melanie lo golpeaban nuevamente porque descubrieron que no les había traído nada del viaje a Canadá.

Bipolares, en fin.

La reacción que tuvo Diego al conocer a Corey y toda la historia que llevamos juntos fue algo tipo:

—¿O sea que te pidió ser su novia así, de esa manera tan... cursie? —me había preguntado esa vez.

Corey, Anto y yo asentimos.

—Y luego, de la nada, aparecieron Jace Norman, Cameron Boyce y Bradley Steven Perry —siguió Diego, con las cejas ligeramente fruncidas ante la perplejidad—. Les dieron algunos consejos, blah, blah, blah. _____ volvió a la fiesta y después, nuevamente de la nada, empezaron a cantar y a bailar como si la vida fuese un maldito musical tipo la Novicia Rebelde.

Los tres nos miramos, ladeando la cabeza un poco al pensar que su resumen era prácticamente correcto, salvo...

—No era a lo Novicia Rebelde —dijo Corey—. Era más bien al estilo de Teen Beach Movie. Cantamos Surf Up!

—Y estos malditos —señalé a los dos chicos a ambos lados míos— estuvieron practicándolo todo a mis espaldas.

Mi hermano asintió, comprendiendo. Luego relamió sus labios y dijo:

—Mientras más los conozco, más raros me parecen.

Los tres encogimos los hombros.

—Es nuestro estilo de ser, acostumbrate.

A mamá casi le da un ataque cuando lo vio. Ahí me di cuenta que ella le tenía cierto cariño, pues cuando lo llevé a la casa de los Gutierrez apenas entrar al interior, ella ya estaba gritando cuanto quería a su yerno preferido (y el único, en realidad).

—Si, Nathalia, yo también te extrañé —le decía Corey, con la cara roja—. Ahora deje de apretarme si no quiere que se quede sin su yerno querido.

Mich fue otro que casi le da un paro cardíaco cuando Corey cruzó la puerta del set de Girl Meets World. El tipo no perdió tiempo; apenas le hubo dado una reprimenda a mi novio porque no le había dicho nada de su llegada (y quejarse como viejita de que él es el último que se entera), nos dio los nuevos libretos de los últimos capítulos y para finales de mayo ya estábamos terminando el antepenúltimo.

Me sorprendí cuando Anto me dijo que iría a visitar a Jonny a su casa. En un momento llegué a pensar que habían terminado, pero mis teorías fueron desmentidas. Según Antonella, no se habían visto por falta de tiempo de Jonny, aunque no sé por qué no lo visitó en el estudio de Nick o algo por el estilo, como Katherine lo hace con Jake, pero no quise indagar más en el tema.

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora