Nota de Autora.

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Pues, cómo se habrán dado cuenta, este no es un capítulo, por desgracia.

Pero bueno, si quieren explicaciones del por qué he tardado demasiado tiempo en actualizar, es mejor que sigan leyendo, reinas.

Primero que todo. ¡Hola! ¿Cómo están? ¿Cómo les ha tratado la vida? Es un placer siempre hablar y saber de ustedes a través de las notas de autor.

Yo por mi parte estoy bien, ahora.

Verán, si no lo sabían, yo soy de Venezuela, un hermoso país que desgraciadamente está pasando por uno de los momentos más difíciles en toda su historia, ahora más que todo, cuando sus problemas pasan más allá de una dictadura, de la inflación y de la falta de comida. Ahora tenemos también un sistema eléctrico decadente, el cual se estaba viendo afectado desde mucho antes de que en serio iniciara todo, pero que hoy en día se ve muchísimo más afectado que nunca. Apagones que duraban más de 100 horas, aquello que nosotros denominamos "bajones", que son básicamente idas y venidas de energía super rápidas y sin aviso que dañan aparatos, hace explotar transformadores eléctricos, ese tipo de cosas, y obviamente eso sin contar lo que el gobierno llama racionalización de luz, donde cada día todos los días te cortan la luz por varias horas para "ahorrar energía". El problema es que nunca cumplen con los horarios establecidos y siempre eran más las horas que pasábamos sin luz que con ella.

Chicas, si la situación en Venezuela era difícil con energía, no se pueden imaginar lo que causaron estos apagones generales. La gente se volvió loca. Nosotros en el país (o en mi Estado, al menos) no acostumbramos a usar dinero en efectivo porque NO SE CONSEGUÍA. Y si se conseguía, por ejemplo, sacándolo del banco, ese dinero no te alcanzaba literalmente para un carajo. Es por eso que la gente vivía (y vive) de las tarjetas de crédito y débito, y de las personas que trabajan en el exterior para mandarles dinero, y más sin embargo, este no alcanzaba.

Así que imagínese un lugar donde solo se utilizan tarjetas de crédito y débito, que se deben pasar por un punto eléctrico SIN ELECTRICIDAD. ¿Cómo hacia la gente para comprar comida, que es en lo único que pensaba uno allá?

¿Qué vamos a comer? ¿Cómo voy a comprar la comida si no hay luz, no tengo efectivo, los puntos no quieren pasar? ¿Cómo le voy a dar de comer a mis hijos?

En serio, a veces me sorprende de lo capaces e ingeniosos que podemos llegar a ser los venezolanos. Y no lo digo por presumir ni mucho menos, pero es verdad eso que dicen de que entre más sometidos estemos, más inteligentes podemos ser porque de alguna manera u otra, por obra de Dios tal vez, la mayoría conseguía llevarse los tres platos de comida al día a pesar de la falta de luz y posibilidades de comprar y almacenar comida.

Y aún así, la situación ahí era insoportable. No había ni hay una calidad de vida en mi país, por mucho que me duela decirlo. Lo mejor que pude hacer fue haberme ido de ahí.

Porque si, me mudé. Mi padre se vino para acá a Colombia el año pasado, y gracias a Dios una maravillosa familia colombiana le dio trabajo, y fueron ellos quienes nos ayudaron a llegar hasta acá. Con sacrificios, obvio. Mis hermanos dejaron la escuela y yo la universidad, yo dejé atrás a mi familia, a mis amigos. Y eso fue la cosa más difícil que hice en mi vida, pero todo sea por una calidad de vida mejor que la que estábamos pasando en Venezuela, porque chicas, me vi las de Caín, como dice mi madre.

Colombia es un país hermoso, no lo niego (pero la masamorra sabe horrible, aceptenlo), pero creo que no hay nada como el país natal, la tierra de uno. Dejar mi cultura, mi casa, mis costumbres, mi gente, no fue nada fácil, y me duele y me da impotencia no poder hacer nada para que eso cambie. Y más sin embargo, vuelvo y lo repito, estoy agradecida de estar donde estoy.

Pero creanme, si la situación en Venezuela llega a mejorar no miraré dos veces atrás. Porque yo AMO a mi país y me siento orgullosa de ser venezolana. Lo que odio y de lo que me avergüenzo es del gobierno disque socialista que lo tiene sometido.

Pero bueno, el punto es que como podrán notar, tengo un estilo de vida algo diferente. Ahora trabajo de lunes a sábado, de ocho a siete, y casi no tengo tiempo de nada, literalmente. Me despierto cansada y me duermo cansada, pero bueno, todo es un precio a pagar por tener una mejor vida.

Y bueno, admito que estaba un poquito reacia a acabar con esta historia. No lo sé, le he cogido tanto cariño a esta trilogía que me da demasiado miedo terminarla. Sarcastichica y Honguitochico son mis hijos, y no creo estar psicológicamente preparada para dejarlos ir, aunque tenga que hacerlo.

Ahre, ya me siento como las madres esas que ven partir a sus hijos a la universidad xd.

Lo único que me consuela es que aún me queda mi otro hijo, mi Ganso hermoso, al que ya le tengo una historia que sé que les va a encantar, con una trama que amo, un elenco hermoso y una rayis algo diferente a las que estoy acostumbrada a escribir.

Y con respecto a Honguitochico y Sarcastichica, su historia está a punto de culminar. ¿Preparadas para eso? Porque yo no, pero haré el esfuerzo necesario para ponerle un fin que dé la talla.

*Mata a Corey ahre no xd*

Yo estoy muy agradecida con ustedes porque siempre han estado aquí conmigo. Son muy leales y yo de verdad que lo aprecio. Sé que no soy muy cumplidora, pero creanme que no lo hago porque me plazca. Ciertamente hay muchos otros factores en mi vida que me han impedido publicar con constancia, pero aquí estoy, haciendo un esfuerzo porque me niego a dejar colgadas mis historias.

Y creanme, que tengo muchísimas sorpresas por debajo de la manda, pero todo a su tiempo.

Pero aquí les dejo una pregunta que quiero que respondan:

¿Tom Holland, Cameron Boyce o Shawn Mendes?

*Guiño, guiño*

Las amo, en serio. Gracias por todo.

Se despide, xlexluthorx.

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora