—Hola, _____, _____ Córdoba —saludó el chico—. Yo soy Froy. Solo Froy.
—¿Solo Froy? —inquirí—. ¿Acaso no tienes apellido?
—Oh, sí lo tengo. Es solo que probablemente nunca te vuelva a ver en mi vida, así que... —ladeó la cabeza—, prefiero no decir mi apellido para no entablar una conexión contigo. En otras palabras; prefiero ser sólo un desconocido que te atropelló accidentalmente, Pato.
—¿Pato?
—Ganso.
—¿Qué?
—So.
Froy se echó a reír, una risa algo rara. Como una especie de carcajada mezclada con sonidos de cerdos. Era como si se le trancase la respiración mientras reía, pero más que asustarme, me causó gracia.
Lo inspeccioné con la mirada. Era una cabeza más alto que yo, rubio ahumado y de ojos azules, con rostro perfilado. Tenía cara de ser uno de esos galanes de la secundaría que siempre andan con la popular y son los manda más. No obstante, por la forma en la que hablaba y reía, parecía ser buena gente.
—Lo siento, pensé que estábamos jugando al Pato, pato, ganso —rio nuevamente, secándose una lágrima.
—Me llamaste Pato —dije, mirándolo raro.
Este tipo me estaba asustando.
—Oh, sí. No quiero entablar ninguna conexión contigo pero es imposible no ponerte un apodo ante estas circunstancias; te atropellé mientras mirabas a un pato: Pato ¡CUACK! —explicó, encogiéndose de hombros. Yo di un saltito en mi lugar ante su grito. Luego miró su reloj y abrió sus ojos—. Maldición, ya voy tarde —murmuró, subió su vista hacia mí— ¿Por casualidad sabes en donde queda el estudio C13, Pato?
—¿Te diriges hacia allá? Yo también voy...
—¿Eres transexual? —preguntó, cortándome de repente.
—¿Qué?
—Que si eres transexual —repitió—. Digo, no sé si sabrás pero las audiciones de hoy son para los hombres. Si vas para allá, o debes estar confundida de horarios o eres un hombre que se siente mujer y por ello te vistes como una. Una muy bonita, por cierto. Pero desgraciadamente soy heterosexual así que...
Me eché a reír ante esa comparación. Éste chico no se dejaba hablar.
—Diablos, no —reí—. Ninguna de las dos. Soy mujer. Es sólo que...
—¿Sabes qué? Si quiero que seamos solo desconocidos no debería de hablarte en estos momentos ni saber por qué demonios te diriges allá. No te conozco, no es de mi incumbencia. Me caes bien, _____, _____ Córdoba, pero de verdad voy tarde así que te montaría un altar de helado (aunque se derretiría a los minutos bajo este sol), si me dieras la dirección, ¿te parece?
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A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}
FanfictionTRILOGÍA 'ESTILO' #3 | Sarcastichica llevó su relación a su estilo desde que ésta empezó. _____ y Corey son unos novios nada normales que se arrechan hasta la muerte. No obstante, la vida les juega una jugada algo cliché con la llegada de las prim...