Capítulo 47.

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Una semana luego de los acontecimientos de nuestra fiesta de diecisiete, me encontraba caminando rumbo al apartamento de mi novio.

¿Sobre su estado? Pues ya lo habían dado de alta así que deben imaginarse que está bien. Tiene algunos dolores cuando se acuesta, pero de resto sigue siendo el mismo Honguitochico sexy y bonito de siempre. ¿Se imaginan si hubiese perdido la memoria, como pasan en esas series de televisión con trama dramática, cuando el protagonista tiene un accidente de tránsito? Hubiésemos tenido que volver a recordar todos los momentos que tuvimos, creando nostalgia y melancolía a los televidentes para que se mantuvieran pegados a la pantalla, para luego hacerlos llorar como bebés en un final mucho más nostálgico y melancólico, tal vez matando a dicho protagonista de una enfermedad, o separándolo de su pareja por razones estúpidas.

Suerte que nuestras vidas no son series de televisión. Y muchas gracias a Dios que tampoco es una novela en Wattpad. Quizás con qué cosa desesperada hubiese corrido la autora para ponerle fin de una vez por todas.

Como sea, ese no es el punto aquí. En la semana han pasado varias cosas, así que es momento de ponerles al día.

Para empezar, Sabrina y Bradley terminaron. Y esta vez no fue porque confundieron a ningún hermano. De hecho, fue la misma Sarah Carpenter quien, en una llamada que le hice a Sabrina la cual ella contestó, me contó que había sido porque en el justo momento en que iban a hacer... cosas (en mi habitación, cabe destacar), Bradley le confesó que le había sido infiel un par de días antes, con una persona cuyo nombre Sarah no quiso decirme pero que, según las páginas de chismes en Instagram, había sido Paris Berelc.

Que perrita resultó ser la tipita, ¿eh? Primero y que salía con Jake, y ahora Bradley. Aunque bueno, uno nunca puede creer en estas cosas (para empezar porque no se sabe de dónde carajos los fan sacan tanta información de nosotros) sin consultar a los acusados antes. Y no he logrado comunicarme con Bradley en todo este tiempo, pero sinceramente no creo que eso sea cierto y a lo mejor la razón por la que terminaron es una cosa menor como que Bradley tiene SIDA y no se la quiso contagiar a Sab, por lo que no tuvieron relaciones...

Bien, tal vez mi definición de "cosa menor" no es la misma a la que aparece en Google, pero ustedes me entendieron.

La segunda cosa, o el segundo problema que ocurrió, fue que me enteré de que mis dos mejores amigas colombianas se habían peleado... de nuevo. Curiosamente, estas dos peleas pasaron cuando yo no estaba con ellas. Quién sabe, quizás yo soy un ser pacífico que transmite paz y tranquilidad a las personas para que no se maten a golpes y palabras... Bah, a quien engaño. Me encanta ver el mundo arder, como Elmo.

Pero hablando seriamente, me molesta un poco que se hayan peleado sin yo saber las razones, puesto que ninguna quiso decirme y los que estaban presentes son muy cobardes como para contármelo sin que ellas les den permiso de antemano. Así que en conclusión, desconozco todo acerca de su pelea, aunque ya me haga una idea bastante cercana. De todas maneras hoy Antonella se quedaría en mi casa con la excusa de que Néstor saldría con unos amigos y a ella le daba miedo que le saliera Santino (ese tipo de Líbranos del Mal) por la noche. Dios (o el Diablo) lo bendigan, porque gracias a él y al trauma que le tiene podré sacar la detective entrometida que llevo en mi interior e interrogarla.

Y ahora cambiamos a noticias más felices. ¡Erick y mi mamá regresaron de su viaje a Miami! ¿Y cuál es la razón por la que esté tan happy? Pues porque aparte de que volvieron... Bueno, para explicarlo necesito un buen...

Flashback.

De nuevo volví a oír la puerta del baño de visitas cerrarse con fuerza. Bajé el libro del Ladrón de Cunas de mi vista y agudicé el oído, pendiente por si algo más pasaba.

A Nuestro Estilo [Corey Fogelmanis y Tú] {AEDDC#3}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora