CAPITULO 2 "La pareja perfecta"

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ACLARACION: ESTA NOVELA INICIA EXPLICANDO EL CONTEXTO DE LA HISTORIA, AQUI AUN NO SALEN USTEDES, YA QUE PRIMERO DARE UN PEQUEÑO CONTEXTO PARA SU MAYOR COMPRENSION. 

Fecha de edición: 16/01/22

 CATHERINE

Oro por aquí y por allá, lujos y más lujos. Es lo que mejor puede describir a este palacio. 
Me da mucho coraje  saber cuántas personas pasarán hambre para que esta estúpida gente tenga todo este poder. Recuerdo mis inicios y el de mi padre, buscar la comida en la basura fue lo mas bajo que tuvimos que hacer. 

Ley de supervivencia. 

Se que algún día está gente se irá a la mierda, y obtendrán su merecido. Mis pensamientos son interrumpidos por la enorme  sorpresa  de toparme con un cuadro que estaba sobre un marco de oro solido y puro. Ahora que lo pienso, este seria  un lugar en el cual me gustaría vivir y se que será mío.

—Hija camina,, —mi padre me habla nervioso, si continuaba  de esta forma terminara nuestro plan, — vamos tarde.

Maldita sea, no puedo caminar con estos jodidos tacones que me aprietan hasta el alma.

No conteste nada y me  límite a caminar lo más rápido  que mis zapatos  lo permitían, el vestido me apretaba en los lugares correctos sin embargo no quitaba el hecho de no poder respirar ni moverme con facilidad. 

Miro un reloj  que estaba sobre una mesa, mi padre era un exagerado solo eran 2 minutos de retraso.

— Catherine compórtate — mi padre me advirtió.

— Preocúpate por ti y deja de joderme mi vida. 

Cruzamos un pasillo blanco, el  cual llegaba hacer aterrador, solo había cuadros de demonios desgarrado gente.  Algunos otros, en donde se retrataba  a la reina persiguiendo gente con una escopeta, como si de  animales de tratara.

Maldita hija de perra. 

Claro, eso éramos para los vampiros unos animales estúpidos sin cerebro  que sólo les sirven  de alimento. 

Nos guiaron a un salón, con grandes puertas café oscuro, se abrieron y dejaron ver una habitación blanca con cortinas rojas.  Y un par de sillones negros que provocaban que la sala tomara un aura aterradora,  en uno de ellos se encontraba una mujer rubia de ojos azules, su corona estaba resplandeciente, era tan perfecta que por un minuto olvidé su naturaleza.

¿CUÁL ES LA MALDITA NECESIDAD DE QUE SEAN TAN PERFECTOS?

Mi padre se arrodilló y yo solo hice una reverencia menor.

Yo jamás me arrodillaría ante ella.

—Buenos días, su majestad.

La reina se levantó de uno de los sillones y  con mucha elegancia  se acercó a  nosotros.

Mi padre beso su mano,  y ella le sonrió con "gentileza". Sus movimientos eran delicados, tenía una gracia que  daba un miedo que no puedo explicar.

—Me alegro que llegaras temprano, mi invitado aun no llega. ¿Quisiera tomar una copa en lo que espera?

— Sería un honor aceptar su ofrecimiento.

Ella se acercó a una mesa  de madera donde se encontraban bebidas, tomó una copa y sirvo un poco de vino.

—No sabía que te habías casado.

—No es mi esposa, es mi hija.

—Es realmente hermosa, se que no lo tomará mucho trabajo encontrar un buen partido para ella.

Le entregó la copa a mi padre y se acercó a mí.

Ella tomó mi mentón con sus manos y la giro de un lado a otro mi rostro, es como si se grabara para si misma mis rasgos. 

— Detectó soberbia y egolatría en tu mirada.  No aceptaras a cualquier persona.

— Con todo respeto alteza, pero eso no le incumbe.

Ella no me provocaba miedo, solo un alto asco y repulsión. Solo me regalo una mirada amenazadora.

— Eres una chica tan impredecible, pero tienes razón no es de mi incumbencia.

Me soltó el rostro con violencia y se alejo.

Ella sospecha algo, se forma un silencio incomodo. El cual es interrumpido por unos pasos apresurados. 

—Buenas tardes, perdón la tardanza—  un señor  de cabello blanco, largo y  con destellos rosas entro a la habitación, su mirada viajo por toda la habitación hasta detenerse en mi. Sus ojos fríos me dedicaron una mirada coqueta antes de mirar al frente. 

Quite mi mirada de ese hombre, el cual por cierto no venia solo. Al intentar mirar a la persona que lo acompañaba,  me tope con unos ojos rojos tan perecidos a  la sangre, cubiertos por unos lentes rectangulares.

 
Era aterrador su atractivo, su cabello sedoso y negro azulado. Me quitaron un suspiro y mis piernas temblaron.

¡SERÁS ESTÚPIDA CONTROLATE!

Obtuve la mirada del  chico,  fue solo una fugaz pero sentí que me derretida con ella. Su forma de caminar, me mostró  que es una niño malcriado de la alta sociedad,  unos segundos después levanto su mentón en señal de soberbia y camino como si fuera el señor del mundo.

Creo que tengo competencia. 

—Ahora si podemos comenzar— mi padre me miró y luego al chico de pelo negro azulado, — Hija podrías encargarte del joven Sakamaki.

Hijo de perra, ahora se porque vine. Me trajo como un pedazo de carne para el león.

Sabia que mas que una pregunta, esto era una afirmación. 

— Por supuesto padre, seria un placer.

Hice una pequeña reverencia.

—Joven  Sakamaki, puede acompañarme— Me di la vuelta despacio, hice una leve reverencia hacia los presentes para dirigirme a la puerta. 

No espere que me confirme y  abrí la puerta de un portazo y me aleje rápidamente.

— Hijo de...me trajo a un matadero.

—A caso tu no sabes que son los modales, señorita.

Ese "señorita" me sonó tan sarcástico, que quisiera partirle esa linda cara suya.

—¿No sabes hablar humana tonta?

— Claro  que  me enseñaron, no es obvio.

Vamos a jugar quien jode a quien primero.

—Eres una idiota, como te atreves a faltarme al respeto, ustedes los humanos son estúpidos.

— Si yo soy estúpida por ser humana, ustedes los vampiros que estatus tendrán.

—Serás...

No lo deje terminar su frase

—Me vas a decir tonta, estúpida e idiota, ¿No tienes algo mejor?

— Con qué derecho me hablas así.

— Con el mismo derecho que tienes  tu para insultarme. 

— Esta  conversación me da dolor de cabeza, mejor me voy.

— Jodete niña tonta.

— Igual fue un placer.

Me gire y camine rápido hacia la salida.  Mire de reojo y seguía viéndome.

— ¡Me vas a desgastar si me miras mucho!

Le lance un beso y camine hasta la salida. Cuando por fin estaba fuera de su vista, no pude evitar reprimir una sonrisa. 

Las cosas saldrán mejor de lo que parece.



No Soy Ella Reiji Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora