2.

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Después de pasar unos cuantos minutos esperando a que Christopher obtuviera su agua, los dos amigos regresaron a la mesa hablando cortamente de posibles películas para ver una vez que estuvieran en casa de Christopher. Uno estaba en contra de las películas de terror y suspenso, mientras que el otro se rehusaba a ver películas de acción que consideraba aburridas. Así eran ambos, no coincidían en muchas cosas, pero sabían que al final de cuentas lo iban a solucionar para encontrar un punto medio, no era nada alarmante ni razón para empezar a discutir.

El almuerzo no terminó mucho después de que tomaran sus lugares nuevamente, entonces todos se despidieron ya que no iban a coincidir en sus clases durante el resto del día. O al menos no con los menores de su grupo de amigos, pues los demás estaban un grado más arriba que Joel y dos arriba de Erick, por lo que sus clases no estaban ni cerca de juntarse y solo podrían verse hasta la salida.

Erick le pidió que lo acompañara a su aula, que estaba de paso para llegar a la de Joel, así que pensó que no había tanto problema. Ellos eran muy cercanos, por alguna razón hicieron clic el primer día de clases en el pasillo principal cuando el menor iba nervioso por ser nuevo, no sabía donde estaba la oficina para pasar por su horario o por un mapa que le dijera donde estaba cada aula de la escuela, se acercó a un chico que estaba conversando con una rubia bajita muy parlanchina, quien se quedó callada al instante en que se acercó. Lo hizo porque pareció que él le diría como llegar, y así fue. A pesar de que Joel no quisiera aceptar que solo se ofreció a llevarlo hasta la oficina para alejarse de Giselle, quien afirmaba era la mejor amiga del chico, ambos sabían (incluso Giselle) que así fue, y no se arrepintió de hacerlo.

De ahí surgió una gran amistad, conectaron muy rápido en el primer día para solo haberse conocido por unas horas. El menor sintió intimidado el primer día por alguna extraña razón, los chicos mayores parecían ser personas a las cuales no respirarles cerca, el mayor le explicó que no era tan extremo, al menos no con los que él conocía y no había nada de qué preocuparse.

Sin importar que Erick cambiara de personalidad, o se mostrase como realmente era, Joel siempre lo vio de una forma positiva. Pues se transformó en un chico totalmente seguro de si mismo, más sociable, divertido y participativo en clase, claro que fue hasta su segundo año en esa escuela; nunca dejó a su primer y mejor amigo de lado, lo incluía en todo así este no quisiera. Joel formaba parte de su vida, una muy importante que necesitaba conservar siempre.

-Entonces -comenzó Erick dejando de caminar cuando el pasillo comenzó a quedarse vacío-, ¿por qué has estado ausente esos días?

Claro que sabía que en algún momento iba a llegar la hora en que él me lo preguntara, mas no esperaba que fuera tan pronto, el mismo día en que había regresado con ellos. Creyó que sería capaz de evitarlo por más tiempo, al menos hasta el día siguiente que pusiera más en orden sus pensamientos. Era obvio que la suerte no estaba de su lado. Nunca. Ya estaba comenzando a resignarse.

-Problemas... Nada grave, créeme -respondió secamente Joel, insistente en querer avanzar. Pero el otro no movió ni un solo pie.

-Joel, te conozco muy bien para saber que no estarías así por nada grave.

-Es cierto. Yo...yo, uh... so-so-solo...

-Detente -pidió suavemente su amigo soltando un suspiro. Se acercó a él, sintiendo como el otro tenía los nervios de punta, sabía lo que eso significaba-. Creí que había acabado eso -murmuró torciendo la boca-. Entiendo que es algo casi imposible de controlar, ¿es por eso que nos estás evitando?

Joel negó avergonzado con la cabeza, aunque después de considerarlo, asintió poco a poco mirando directamente al piso. Lo último que quería era estresar a Erick con sus problemas, e involuntariamente lo estaba haciendo con su poca fluidez al hablar, cosa que se supone y ya tenía controlada, o fue lo que le dijo la última vez que lo hizo, hacía ya unos meses. Debía odiarse por aumentar otro problema más a su lista.

-Hablemos... Hablemos l-l-luego -pidió Joel comenzando a juntar repetidas veces su dedo medio con el pulgar, otra mala señal.

-Puedes escribirme si quieres -dijo Erick comenzando a caminar con su amigo al lado-. No dejaré que entres a clase así. Conociéndote, terminarías desmayado con solo decir "presente", ¿te parece si nos vamos?

Consideró por varios segundos la propuesta. Tenía Literatura, lo que significaba que debía dar su opinión sobre el avance del libro que estaba leyendo, entonces no era buena idea entrar en el estado que se encontraba. Accedió luego de poco, con suerte se relajaría algo y estaría libre de problemas cuando fuese a visitar a Chris.

[***]

-Y pensamos ir a una fiesta hoy, lo que es muy raro considerando que es entre semana, pero nunca debemos negarnos a una fiesta, es ley, amigo. ¿Tú tienes planes para hoy?-finalizó Erick su historia del día mientras tomaba piedras del suelo entre sus manos y las lanzaba al otro lado de la calle.

Estaban fuera de la casa de Joel, había olvidado sus llaves y la casa de Erick estaba muy lejos de la escuela como para considerar llegar en primer lugar.

-Iré a casa de Chris -murmuró.

-Me parece bien, ¡a reintegrarte con todos! Aunque sigo pensando que...

-No.

-Si.

-N-no.

-Le gustas.

-¡Erick!

El mencionado comenzó a reír ante el sonrojo de su mejor amigo, si había algo que le gustaba hacer era molestarlo con Christopher, porque siempre obtenía una reacción épica por parte del otro.

-Solo digo, es demasiado lindoooo contigo.

-Lo dices porque te trata mal -siguió el mayor de ambos en un susurro, intentando esconder su sonrisa.

-Bueno, si, porque me lo merezco, pero de todas formas te trata mejor que a cualquier ser viviente -comentó empujando su hombro ligeramente. Era una buena broma para tener siempre presente, pero no una con la cual insistir mucho, por lo que cambió de tema-. Es triste que después de todo eso solo puedas hablar en susurros, ¿no te estresa?

-Un poco.

-Todo estará bien, no hay que preocuparse.

-Si, si, si hay.

Su amigo comprendió, y palmeó la espalda de Joel cuando vio que la madre de este estaba acercándose por la calle en su auto. Era su forma de despedirse para evitar que hablara más, sabía que eso podría llegar a estresarlo y no quería que dejara de hablar por una cosa tan leve como no poder hablar con tanta fluidez. Saludó a la mamá de su amigo mientras caminaba para alejarse, ella le respondió el saludo con una sonrisa y bajó para ver a su adorado hijo.

Cuando lo vio sentado en la acera, con sus brazos apoyados en sus rodillas y su boca escondida se dio cuenta de que algo había pasado, y no quería presionarlo. Solo optó por sonreírle e indicarle que entraran a comer.

Se levantó sin decir una palabra y caminó dentro de su casa, esperando poder terminar el día bien en compañía de Chris. Algo bueno tenía que salir después de todo ¿no?

Carry You. [JoChris] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora